Se sienta para hablar con la prensa española como si estuviera hecha para ello. Tranquila y cordial, cercana y amable, Jéssica Bouzas (Vilagarcía de Arousa, 22 años, 62 del mundo -ya dentro del top 40 de forma virtual-) está en la segunda semana de Wimbledon, clasificada por primera vez en los octavos de un Grand Slam consciente de que se lo ha ganado a pulso. Ha vencido a Dayana Yastremska por 6-1, 2-6 y 6-3 y rompe su techo y su silencio después de un camino muy trabajado y concienzudo para llegar hasta aquí.«Tenía un poco esa espinita clavada con la tercera ronda, ya llevaba un par de ellas, y estoy muy contenta de cómo he gestionado el partido. Es pura felicidad de ver que estás avanzando, que hemos superado una barrera que teníamos presente, que teníamos muchas ganas», comenta la gallega. Y advierte: «No me vale solo con esto, para nada. De hecho tengo muchas ganas de ya poner el foco en la siguiente ronda, de querer más y así va a ser, siguiendo en la misma línea. Lo que estoy intentando sobre todo es no relajarme, no quedarme aquí. Estoy muy contenta con lo que estoy haciendo aquí, pero no quiero quedarme solo con eso, quiero más y la base de eso es seguir con la misma ambición, con el mismo trabajo y mañana que sea el mismo día que fue hace 5 cuando teníamos el día libre previo a la segunda ronda. Creo que lo disfrutas una vez se acaba y ves un poco todo lo que has hecho». Lo disfrutará cuando se acabe, y está trabajando para que se acabe cuanto más tarde mejor. Roto un techo, ¿por qué no pensar en el siguiente? «Más que liberada me siento motivada. Me da ganas de seguir, de creer mucho más en mí y de saber que esto es posible. Una cuarta ronda y más allá, que con trabajo se puede conseguir. Fueron varias veces las que me quedé en tercera y al final sabía que podía hacerlo».Noticias relacionadas estandar No Tenis Alcaraz exhibe control y paciencia para derribar a Struff y alcanzar los octavos Laura Marta estandar No 6 de junio de 2022 Lo de Nadal es inexplicable Laura MartaUna línea de madurez que ha ido trazando desde hace un tiempo. «Sobre todo ha cambiado mi mentalidad: d venir aquí a hacerlo muy bien, no solo a presentarme y ver qué pasa. El año pasado viví situaciones que nunca había vivido, que al final tienes que pasar por ahí. Sí que es verdad que cuando vienes a tu primer cuadro final de Wimbledon y juegas en la pista central con la vigente campeona, pues luego una primera ronda normal se te hace casi lo más normal del mundo». Ahora ya se lo cree. Que Jéssica Bouzas no es la que se contentaba con disputar un partido del cuadro final de Wimbledon, de Roland Garros, del US Open. Ahora es capaz de lo que quiera: «Yo me lo empiezo a creer. Aunque el tenis es un deporte de muchas semanas, tienes que ser muy estable y ahí es donde se notan las grandes jugadoras. Yo quiero seguir trabajando para poder alcanzar ese nivel. Puede haber semanas buenas, semanas no tan buenas, pero mi objetivo principal es encontrar ese nivel en algún momento».Para la siguiente ronda, Liudmila Samsonova. «Soy una jugadora que no mira nada a sus rivales. Conozco a algunas porque nos hemos enfrentado otras veces o hemos entrenado juntas. Es verdad que con Samsonova he entrenado un par de veces ya y obviamente conoces un poco, pero yo lo dejo todo en manos de mi entrenador, de Roberto. Intento no mirar nada y que de hecho sea él horas antes del partido el que me diga un poquito cómo va a ser y así es como me gusta trabajar a mí». Bouzas se fija en Bouzas, y por el momento, en octavos de Wimbledon.

Leave a Reply