Dos iglesias reclaman al Prado obras incautadas en la guerra: Urtasun tiene la última palabra

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Dos iglesias reclaman al Prado obras incautadas en la guerra: Urtasun tiene la última palabra

Dice Ernest Urtasun que una de sus prioridades al frente del Ministerio de Cultura es impulsar las restituciones a las víctimas de la Guerra Civil de las obras de arte que les incautaron cuando España se levantó en armas. Para ser una prioridad, va despacio. Su departamento publicó el inventario al que le obliga la ley con ocho meses de retraso y, en este tiempo, solo ha resuelto una de las diez peticiones que ha recibido: la de Pedro Rico , alcalde del Madrid republicano que perdió su colección de arte al exiliarse. Fue precisamente en el acto de devolución de siete de sus cuadros a la familia Rico cuando Urtasun hizo un alegato por la memoria, la justicia y la verdad de los hechos. La entrega de esos cuadros era «una historia de reparación», dijo, frente a «toda esa gran fábrica de represión y miedo» del régimen franquista. Pero, ¿qué pasa cuando la víctima es la Iglesia?Este es precisamente uno de los escenarios que tiene sobre la mesa el Ministerio de Cultura en estos momentos. Las parroquias de Yebes y Pareja tratan de recuperar unas obras que la Junta del Tesoro Artístico les incautó en marzo de 1938 y que nunca regresaron a sus iglesias. En el caso de Yebes, se trata de la tabla pasada a lienzo ‘Cristo ante Pilatos’ , que en estos ochenta años ha permanecido en los depósitos del Museo Arqueológico Nacional (MAN) y del Museo del Prado. En el caso de Pareja, lo que se reclama son dos fragmentos de otra tabla pasada a lienzo, ‘La Anunciación’ , que representan a la Virgen y al ángel anunciándole. Se llevaron como depósito al Prado, y allí siguen. El museo cuenta con elevar el expediente a la Abogacía del Estado a la vuelta del verano para que emita el informe correspondiente; la decisión final le corresponderá a Urtasun.Recordemos: cuando en 1936 el bando nacional se sublevó contra la República, las autoridades gubernamentales crearon la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico con el objetivo de salvaguardar los bienes culturales ante la destrucción y el pillaje que se desató con la guerra. Una ley de 1933 atribuía al Gobierno la potestad de incautar los bienes artísticos en poder de entidades civiles y eclesiásticas o de particulares en casos de riesgo de destrucción o pérdida, para pasado el peligro devolverlos a sus propietarios. El bando franquista creó por su parte el Servicio de Recuperación Artística , y, posteriormente, el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (Sdpan). El objetivo era el mismo.Acabada la guerra, hubo bienes que regresaron a sus propietarios legítimos, pero muchos, miles, se desviaron a museos, universidades, paradores, iglesias… Fue un gran expolio. De arriba abajo: fragmento de ‘La Anunciación’; acta de incautación de ‘Cristo ante Pilatos’; primera petición, en 1939, de los bienes incautados Museo del Prado / ABCEl investigador Arturo Colorado estimó en el libro ‘Arte, botín de guerra. Expolio y diáspora en la posguerra franquista’ que el régimen derivó a la Iglesia más de 2.000 bienes. Pero también ocurrió lo contrario, como es el caso de las obras incautadas a las iglesias de Yebes y Pareja. Ambas fueron requisadas por la republicana Junta del Tesoro Artístico en 1938 y fueron entregadas en depósito a organismos y museos en la posguerra por el Sdpan. En 1939, el cura ecónomo de Horche y su filial de Yebes, José Fernández Mora , con el apoyo formal del ayuntamiento, reclamó a las autoridades franquistas la devolución de varias piezas, entre ellas las dos que estos pueblos de Guadalajara siguen echando en falta hoy, 86 años después. El Sdpan sí entregó en su momento otras piezas incautadas (un cáliz, una casulla, un copón de plata, una corona, una pequeña cruz), pero sobre estas en concreto, que tenían más valor, la respuesta fue que se estaban realizando gestiones para localizarlas. Ninguna de las peticiones que ha habido en este tiempo ha fructificado.En 2022, tras entrar en vigor la ley de Memoria Democrática que reconocía la posibilidad de restituir los bienes expoliados en la guerra, el Museo del Prado publicó un inventario que incluía el ‘Cristo ante Pilatos’ y los dos fragmentos de ‘La Anunciación’. Laura Sánchez Gaona , la abogada que está llevando el caso para las iglesias de Yebes y Pareja, entiende que si el Prado considerara que dichas obras forman parte de su colección permanente a título dominical, no las habría incluido en ese inventario. La primera vez que se dirigió a la pinacoteca fue en julio de 2023. ¿En qué punto se encuentra el expediente? El Prado explica a ABC que están cerca de terminarlo. Estos meses han estado trabajando en la documentación y en septiembre esperan remitirlo a la Abogacía del Estado. La primera mención que han encontrado entre sus archivos sobre estos bienes se remonta a 1942.Noticia Relacionada Devolución de cuadros expoliados estandar Si Más allá de la foto de Urtasun: «Es insuficiente, queda mucho por hacer» Jaime G. MoraLa abogada reclamante confía en que este caso se resuelva pronto. «Si hablamos de expolio artístico, tenemos que hablar también de que hay obras que venían de la Iglesia y que acabaron en museos estatales, a sabiendas de que se estaban reclamando y no se devolvieron», dice. Ve en estas restituciones una oportunidad «de devolver por fin a su lugar de origen dos obras de arte apreciadas» por los parroquianos y vecinos de Yebes y Pareja. «La tabla de ‘Cristo ante Pilatos’ es una joya que atraerá, sin duda, visitantes a la provincia de Guadalajara», añade.Sánchez Gaona fue la abogada que representó a los herederos de Pedro Rico , que sufrieron en sus carnes la pereza del ministerio a la hora de resolver este asunto, sobre todo por la falta de un reglamento de la ley de Memoria Democrática que regule estos procedimientos. Debió aprobarse, como tarde, en abril de 2023, pero sigue sin haber noticias de él. Este bloqueo fue lo que llevó a Urtasun, hace un año, a informar en una comparecencia de que un informe de la Abogacía del Estado había establecido los criterios para las restituciones por la vía civil. A este precedente se agarran las iglesias de Yebes y Pareja para que sus casos se terminen solucionando. De hacerse, confirma el Prado, será por la vía civil. Pero el museo aclara: la última palabra la tiene el ministerio. Quien en última instancia bendice estas «historias de reparación» es Urtasun.

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