El artículo 2 del Tratado de la Unión Europea (UE) dice así: «La Unión se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, igualdad, Estado de Derecho y democracia …«. Estando explícitamente detallado en su tratado fundacional, cualquiera podría suponer que la UE otorga la máxima importancia al respeto a la democracia, y establece límites claros frente a aquellos países que no la respeten, es decir, todos aquellos regímenes dictatoriales o basados en la autarquía.Sin embargo, la realidad se encuentra lejos de lo que establece la ley. Tal y como se desprende de un estudio elaborado por el Banco Central Europeo (BCE), los socios comerciales de la Unión cada vez son cada vez menos democráticos. Estados que no otorgan ningún valor a la democracia, como Rusia o China, se han erigido en socios comerciales fundamentales para la UE, así como de sus estados miembros. La política comercial de la UE, que engloba las relaciones comerciales de todos los estados miembros, establece en su regulación que el comercio comunitario debe ir acompañado de varios valores: la justicia social, normas estrictas en materia laboral y medioambiental y, como no, el respeto a los derechos humanos . Sin embargo, los autores de este estudio, Claudia Marchini y Alexander Popov, concluyen que la tendencia europea de comerciar con dictaduras y autocracias ha crecido con fuerza en los últimos años.Noticia Relacionada estandar Si Apple recurrirá una multa de 500 millones ante la justicia europea Jaime Mejías La Comisión Europea le impuso esta sanción en abril, debido a una serie de prácticas injustas contra los desarrolladores por parte de la compañía Declive importante de la democraciaPara comprender e ilustrar mejor la situación, el BCE ha elaborado un índice de comercio ponderado por democracia (en inglés, democracy-weighted trade index, DWTI) un indicador para comprobar el nivel de calidad democracia de los socios comerciales de la Unión Europea a lo largo de los últimos cuarenta años. Por Unión Europea se entiende el bloque formado por sus 15 de miembros más antiguos, que incluye tanto a España como a Reino Unido antes del Brexit.Este índice muestra que, entre 1985 y finales de la década de los 90, el índice de comercio ponderado por democracia mejoró significativamente, hasta alcanzar su valor máximo a nivel histórico en 1999, con 0,59 sobre 1. Esta tendencia se explica, según el BCE, a partir de la ola democratizadora que recorrió entonces Latinoamérica, Europa del Este y el Este de Asia, con la desintegración de Yugoslavia como ejemplo de esta tendencia.Sin embargo, entre 1999 y 2022, el DWTI de la Unión Europea retrocedió un tercio, registrando su mínimo histórico en 2022, de 0,41. Del mismo modo, este panorama general se refleja también en la situación individual de los 15 estados miembros incluidos en el índice, demostrando que, con el paso de los años, la Unión Europea ha dejado a un lado sus principios y se ha abierto a comerciar con países no democráticos. A pesar del declive, en 2023, debido a las sanciones impuestas por la UE a Rusia, se produjo un pequeño repunte en el índice, pero aún muy por debajo de los valores registrados a finales del siglo pasado.China contribuye, pero no tiene toda la culpaTras décadas alejada del sistema de comercio internacional, China ingresó en la Organización Mundial del Comercio en 2001. De esta forma, una nación que se aisló durante el siglo XX inició su transformación hasta convertirse en una de las mayores potencias, no solo a nivel económico, del mundo. Desde entonces, el comercio entre Europa y China ha crecido de forma exponencial, tanto que los datos actuales muestran que uno de cada cinco productos importados a la Unión vienen de China, un país que ocupa el puesto 172 de 179 en el índice de democracia.A causa de los paupérrimos datos de China, sería fácil pensar que la culpa del declive del DWTI la tiene el gigante asiático, en virtud de su condición de socio comercial prioritario para la Unión. Sin embargo, no es tan fácil. La culpa no es solo de China.Los autores del estudio recalcularon el índice, esta vez sin China, y la variación fue de 0.085 puntos . Sin embargo, el declive del índice se mantiene incluso sin China, de 0.629 en 1999 a 0.499 en 2022, lo que demuestra que China no representa un peso tan grande como a priori parecía. Estos hallazgos evidencian que, a pesar de que el gigante asiático ha tenido peso en devaluar la calidad democrática de los socios de la UE, no es solo su responsabilidad el declive experimentado.Otra posible causa del declive, sacando a China, sería la pérdida de peso de la democracia a nivel mundial. Sin embargo, los datos sugieren que los niveles de democracia ha aumentado en los países fuera de la Unión durante los últimos 25 años. Por ello, el declive del índice comercial tampoco se debe exclusivamente a este factor, sino que responde más bien a la combinación de dos: la UE ha relocalizado sus importaciones a favor de países menos democráticos, y la calidad de la democracia ha disminuido en los socios comerciales de la Unión en los últimos años. Estos dos factores explican entonces que la Unión Europea hace negocios con países cada vez menos democráticos, olvidando los principios de su tratado fundacional.

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