«Cuando vimos el fuego en la carretera , nos esperábamos lo peor», cuenta a ABC Susi Gómez, voluntaria de la protectora Arca desde hace 15 años. Lo hace entre suspiros de alivio y alguna que otra lágrima por la tensión acumulada durante los dos últimos días, en los que a penas ha pegado ojo. El motivo, el fuego que ha calcinado más de 3.300 hectáreas en el sur de Tarragona . Y, en su caso, por los 130 perros en peligro por las llamas. Fue la noche del lunes al martes cuando Gómez, junto a sus compañeros, se negó a abandonar el espacio, no habiendo podido evacuar primero a los animales, y viendo que el humo alcanzaba ya el terreno, en el Camí del Pedregal Negre d’Alfara, entre Aldover y Xerta, al temer que pudiesen morir calcinados en sus jaulas. Afortunadamente, todo ha quedado en un susto. Sin tener que lamentar daños personales, y escasos materiales –varios vehículos calcinados, y alguna construcción afectada –, ayer, a primera hora, los Bomberos daban la buena noticia: se levantaba el confinamiento de todas las poblaciones en riesgo, excepto la de Paüls, porque a mediodía esperaban estabilizar el perímetro del incendio, como finalmente ocurrió. Sobre el terreno, más de 460 efectivos de los Bomberos de la Generalitat , y también de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se unieron a las tareas de extinción a petición de la Generalitat, ante la previsión de que las fuertes rachas de viento facilitasen la propagación del fuego. Al mando de estos últimos, el teniente coronel Joaquín Nuñez, jefe del IV Batallón de la UME –condecorado por su labor durante la DANA en Valencia–, que ayer atendía a este diario a las puertas del centro de coordinación, en el pabellón Remolins de Tortosa. «Hemos venido 240 personas con 74 medios, desde autobombas a drones. Nuestro objetivo: el mismo que el de los Bomberos: el ensanche perimetral del incendio, establecer zonas de seguridad, el tendido de mangueras», explicaba a pocos metros de dos aeronaves de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) del Ministerio para la Transición Ecológica, que también se unieron a las labores de extinción. En su caso, creando discontinuidad de combustible entre la densa vegetación, en un terreno muy escarpado. La coordinación ha sido celebrada por todos y, finalmente, ayer a última hora acababa de dar sus frutos cuando, tras desconfinar también a los vecinos de Paüls, el jefe de intervención de los Bomberos, el inspector Joan Rovira, anunció que habían «consolidado la estabilización» del fuego y que esperaban darlo hoy por controlado. Aunque por la tarde los medios aéreos tuvieron que abandonar sus labores por la lluvia, la humedad favoreció la estabilización y una situación de «tranquilidad en el conjunto del perímetro del incendio», precisó Rovira, para apuntar que darlo por controlado «dependerá de la evolución de los diferentes puntos calientes que todavía puedan quedar». Sólo unas horas antes, cuando se levantó el confinamiento, Susi se encontraba en la protectora Arca, donde, poco a poco, volvían los 50 perros que sí consiguieron evacuar los voluntarios. Los 80 canes restantes, explicó a este diario, se quedaron en sus jaulas, mientras ella y el resto de sus compañeros pasaron horas de angustia sin saber si las llamas se habían extendido por el terreno. Y es que, aunque la madrugada del lunes al martes, cuando el fuego se extendía con voracidad por los municipios de Paüls, Alfara de Carles, Xerta, Aldover, Roquetes y Tivenys, protagonizaron una sentada ante la advertencia de los efectivos de Emergencias que les instaron a evacuar el lugar, a las 3.30 horas acabaron cediendo por la peligrosidad de la situación. Primero remojaron las zonas con vegetación para tratar de evitar la propagación de las llamas, y luego cargaron en sus coches a los animales con patologías, o que necesitasen medicación para asegurarles los cuidados. EL RASTRO DE LAS LLAMAS Un vehículo calcinado a la entrada de Xerta. Sobre estas líneas, Susi Gómez, con Lita en sus brazos. A la derecha, un campesino en su tractor, tras levantarse el confinamiento por las llamas. MIQUEL MUÑOZEsa noche, cuatro dotaciones de Bomberos montaron guardia en la zona . Dos en el interior de la protectora, y otros dos en los alrededores, para velar por la seguridad de los animales, gesto que agradeció Susi. El martes, ya pasado el mediodía, seguían sin noticias de la evolución de las llamas en la zona, y por eso loa la intermediación de la Guardia Civil para facilitar su regreso a Arca. «Gracias al Seprona pudimos volver para darles agua». Otra de las voluntarias, Eva, contaba como, tras su alerta, fueron decenas de personas quienes les ofrecieron su ayuda, e incluso algunos vecinos trasladaron a los perros hasta sus casas para pasar la noche. El resto fueron acogidos en una guardería, o se quedaron con los voluntarios en el aparcamiento de un supermercado del municipio, en sus respectivas jaulas, tras evacuarlos en sus vehículos. Noticia Relacionada Ha afectado a 3.300 hectáreas estandar No Los Bomberos dan por estabilizado el incendio del sur de Tarragona Elena Burés Efectivos de Emergencias siguen trabajando en el terreno para tratar de controlar las llamas, vigilantes ante un posible cambio del vientoEl rastro que han dejado de las llamas parecía pronosticar un alcance mucho mayor. Una vez reabierto el tráfico en las zonas confinadas, ambos flancos de la carretera, aún humeantes, teñidos de vegetación convertida en ceniza. Al entrar en Xerta, tras coger un desvío a la izquierda, una casa que quedó rodeada por las llamas el martes. Ayer, sus propietarios, un hombre y una mujer de Europa del Este, a penas podían hablar. La construcción principal había quedado intacta, pero no así varios de sus olivos y un cobertizo adyacente. « Tuvimos que salir corriendo », lamentaba ella, sin querer hablar más, al asomar las primeras lágrimas. Els PortsEl susto para muchos habitantes del sur de Tarragona ha sido mayúsculo, ante uno de los primeros fuegos de la temporada estival en el territorio que se prevé especialmente complicada en cuestión de incendios. De hecho, si los efectivos de Emergencias no hubiesen conseguido frenarlo y las llamas hubiesen afectado al parque natural de Els Ports , macizo situado entre Cataluña, Aragón y la Comunidad Valenciana, se hubiese convertido en un «incendio de larga duración». Ahora los Mossos d’Esquadra y los Agentes Rurales investigan sus causas.

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