Los socios aprietan sin ahogar: Sánchez solo gana tiempo

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Los socios aprietan sin ahogar: Sánchez solo gana tiempo

Los socios parlamentarios del Gobierno apretaron, pero no ahogaron. La legislatura no terminó ayer a pesar del pleno sobre la corrupción del PSOE, ni tampoco tiene por qué durar más de lo previsto. Las cosas siguen, en realidad, como estaban. El presidente sintió el alivio de salvar una bola de partido y, sobre todo, lo sintió porque hasta septiembre no tendrá que volver a comparecer en el Congreso. En Moncloa querían la imagen de los socios confirmando su apoyo a Pedro Sánchez en mitad de la crisis que le persigue. Que quedara claro que no le iban a dejar caer. Y lo que pasó fue que evitaron escenificar una ruptura inmediata, dándole oxígeno hasta la vuelta del verano.El presidente gana tiempo. Pero solo gana eso con el riesgo de alargar la agonía. Porque, en realidad, todos los aliados lanzaron las mismas advertencias: las cosas pueden ir a peor y si eso ocurre, las elecciones son el único camino posible. La vicepresidenta Yolanda Díaz sí despejó las dudas, si es que quedaba alguna: Sumar se quedará en el Gobierno hasta el final.La comparecencia de Sánchez estaba llamada a ser un «punto de inflexión» . Se cumplían nueve días de la entrada de Santos Cerdán en la cárcel. Y las «medidas contundentes» que anticipaban en su equipo para tranquilizar a los socios y darle la vuelta a la conversación pública terminaron convirtiéndose en una patada hacia adelante. La inestabilidad es la misma y la inquietud sigue intacta a la espera de nuevas revelaciones judiciales que puedan crear más problemas.Noticias relacionadas estandar Si Feijóo, a Sánchez, durante la réplica: «¿De qué prostíbulos ha vivido usted?» Emilio V. Escudero estandar Si Los socios escenifican dureza pero indultan y mantienen a Sánchez Mariano AlonsoLa legislatura está formalmente en manos de la izquierda, los independentistas y los nacionalistas, pero son los nuevos informes que la UCO de la Guardia Civil pueda elaborar y las decisiones del Tribunal Supremo lo que marcan la pauta y quitan el sueño a medio Congreso.Mientras tanto, en el entorno más cercano a Sánchez ponen en valor que no hubiera peticiones de dimisión y que los aliados le hayan concedido otra prórroga. El presidente lleva tiempo instalado en la dinámica de una supervivencia casi semanal. Los objetivos se marcan a corto plazo –los de medio y largo ya son considerados imposibles, como presentar unos Presupuestos–. El de este miércoles era exclusivamente superar el día.El PSOE tenía marcado en el calendario el Comité Federal del sábado pasado para poner en orden el partido y pasar página del agujero que dejó Cerdán en Organización. Y, aunque Sánchez cosechó un apoyo mayoritario, –sin apenas voces disidentes más allá de Emiliano García Page – todo quedó dinamitado por el caso de machismo de Paco Salazar, hombre muy cercano al presidente, apartado de todos sus cargos precipitadamente esa misma mañana por un caso de supuesto acoso. Los socios parlamentarios también habían puesto un ojo en la reunión de los socialistas por mucho que lo enmarcaran en una cuestión interna del partido. No fueron ajenos a lo que sucedió en Ferraz.Y cuatro días después llegó la actuación parlamentaria. Los grupos que sostienen a Sánchez no se precipitarán. Casi todos tienen su control de los tiempos, a excepción de Podemos que apuesta por ir al choque con el presidente y con Sumar para recuperar su espacio a la izquierda. El aviso del PNV fue el que todos apuntaron en el cuaderno de notas.Los nacionalistas vascos están muy incómodos con la situación. El debate interno existe por el desgaste que seguir apoyando a Sánchez puede acarrear para el propio partido. Y la portavoz en el Congreso, Maribel Vaquero , lanzó varios mensajes de digestión profunda. Primero: que las explicaciones dadas son totalmente insuficientes. Que no valen. Y, que si la situación no cambia, solo quedarán tres opciones: cuestión de confianza, apartarse y que el Gobierno tenga continuidad con otro presidente distinto o una convocatoria electoral anticipada, la solución que más grupos señalaron.La primera, la moción de confianza, está descartada. Al menos hasta ahora Moncloa ha cerrado la puerta consciente de que no tendría los apoyos. Eso sí abocaría a la marcha de Sánchez casi de manera inmediata. Los socios no escenifican una ruptura, pero tampoco quieren atarse al socialista. ERC también puso nombre a unas elecciones , avanzando que si la trama «escala» –es decir, nuevos dirigentes del partido se ven implicados, miembros del Gobierno o las siglas en su conjunto– se decantarán por forzar esa vía.El hecho de que los socios puedan alejarse de Sánchez no significa que vayan a acercarse al PP. Ese fue el otro mensaje que el PNV quiso trasladar con una durísima intervención contra Feijóo. El líder del PP, que se creció como en pocas ocasiones ha hecho en el Congreso, generando el entusiasmo de sus diputados y el desconcierto de Vox, hizo caso omiso. En Génova saben que los nacionalistas vascos no están dispuestos a sumarse a una moción de censura ni se acercarán a ellos. Si dejan caer a Sánchez será para ir a las urnas , reflexionan, y solo se plantearán otra estrategia cuando se repartan nuevas cartas.«El PNV apoyó la moción de censura contra Rajoy. Trajo a Sánchez a la Moncloa e impidió a Feijóo gobernar cuando ganó las elecciones y le faltaban cuatro votos. No les debemos nada» El núcleo duro del líder del PP«El PNV apoyó la moción de censura contra Rajoy. Trajo a Sánchez a la Moncloa e impidió a Feijóo gobernar cuando ganó las elecciones y le faltaban cuatro votos. No les debemos nada», zanjan en el núcleo duro del líder del PP. Por eso, en el partido de Feijóo no elevan las expectativas. Pero son conscientes de que PNV y Junts tienen más posibilidades que los otros grupos de la izquierda (a excepción de Podemos) de acercar al presidente al precipicio. Los independentistas catalanes también frustran la ambición de Sánchez de llegar a 2027: «Está en prórroga y las prórrogas no duran toda una legislatura». El PNV antes había lanzado otro dardo: «No desfila completamente desnudo, pero sí con una hoja de parra. Su desnudez nos afecta a todos. Nuestra confianza va camino de la UCI», remató Maribel Vaquero. Sánchez, lo dijo él, «no tirará la toalla». Se dispone a conseguir nuevas prórrogas. Pero en sus propias filas, como ocurre en el resto de partidos, el temor se repite y se ha extendido: qué pasará el día que llegue un nuevo informe, otra revelación de la trama que eche todo por tierra.

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