Han pasado 25 años, cuatro meses y diecinueve días desde que Rocío Jurado y José Ortega Cano presentasen a la prensa a los dos niños que habían adoptado en Colombia. Fue el 30 de noviembre de 1999 cuando la cantante y el torero posaron ante cerca de 50 reporteros con José Fernando , de entonces 6 años, y Gloria Camila , de 3, en su casa de La Moraleja. «Espero que después de esto -dijo la Jurado-, tengan una vida apartada de jaleos y acosos », motivo principal de la sesión fotográfica. Una predisposición con la que el matrimonio no logró su anisado deseo de proteger a sus hijos. Desde su llegada, los pequeños se convirtieron en el centro del foco mediático y protagonistas involuntarios de la prensa del papel cuché. Cada paso que daban era analizado minuciosamente y su vida llenó horas y horas de tertulias televisivas. Parecía que con su nueva vida en España, la suerte de estos niños cambiaría para siempre. Sin embargo, la vida les propinó un dolorosísimo golpe tan solo siete años después tras la muerte de ‘la más grande’ el 1 de junio de 2006 a causa de un cáncer de páncreas. Con su fallecimiento, la familia nunca volvió a ser la misma. Noticias relacionadas estandar No Vamos a ver Sale a la luz la polémica última voluntad de Michu sobre el futuro de su hija: «Lo dejó por escrito» Mari Carmen Parra estandar No La madre de Michu se pronuncia sobre el futuro de su nieta: «La niña se va a quedar conmigo» Marina Ortiz CortésEn febrero de 2012, con la llegada de su mayoría de edad, José Fernando inició un largo historial delictivo que aún le persigue a día de hoy. Comenzó con faltas menores, como la expulsión del centro educativo irlandés en el que estudiaba por numerosas faltas de asistencia, pasando por ser declarado culpable de agresión y robo a un hombre mientras estaba bajo los efectos de las drogas -por el que se le condenó a un año y nueve meses de prisión-; en marzo de 2014 ingresó por primera vez y por voluntad propia en un centro de desintoxicación de Barcelona, del que fue expulsado por no cumplir las normas; volvió a intentarlo en la clínica López Ibor de Madrid y poco después en uno nuevo en Albacete, todos ellos sin éxito; en abril de 2017 fue arrestado de nuevo por agredir a dos agentes; y desde entonces se encuentra ingresado en el centro psiquiátrico San Juan de Dios de Ciempozuelos, donde actualmente está sujeto a régimen de semilibertad por el cual cuenta con permisos puntuales algunos fines de semana y se le permite dar paseos diarios por el pueblo. Durante todo este tiempo, su familia nunca se ha separado de su lado. Mostrando en todo momento que cuenta con su apoyo . Además de su padre y su hermana, José Fernando ha estado arropado estos años por María Rodríguez , más conocida como Michu , a quien conoció en una discoteca en la primavera de 2013 y con la que mantuvo una tormentosa relación con hasta una orden de alejamiento. Pese a todo, en el verano de 2016 anunciaron que esperaban su primera hija, que nació en mayo del año siguiente. El nombre escogido fue el de María del Rocío , en claro homenaje a su abuela paterna. Este martes 8 de julio, la vida le ha atestado a José Fernando un nuevo golpe, la muerte de quien fuera su pareja durante diez años y madre de su hija. Michu falleció en su casa a causa de un problema congénito de corazón por el que fue intervenida en varias ocasiones. El joven recibió un permiso especial para despedirse de ella y reencontrarse con su hija. CustodiaCon su muerte, Michu deja huérfana de madre a Rocío, de apenas 8 años, cuya custodia supone ahora un quebradero de cabeza para sus familiares pues, según la ley debería recaer en el progenitor superviviente -que en este caso es el padre- pero por circunstancias excepcionales explicadas anteriormente, este se encuentra incapacitado. Ahora «los familiares más cercanos de la menor pueden instar el procedimiento relativo a hacerse con la custodia», explica para ABC Almudena Mendoza , abogada especializada en Derecho de Familia. «Pero al final decide el juez, a petición de entre otros del Ministerio Fiscal, que interviene en nombre del menor e intentan ser los más justos posible y que quede aunque sea un mínimo vínculo entre padre e hija», añade. «Normalmente en estos procesos se realiza una prueba psicosocial de la unidad familiar en la que se estudian cosas como el arraigo emocional y físico de la menor, la idoneidad del familiar candidato, la casa, la cercanía con el colegio y otras rutinas de la menor. Un conjunto de circunstancias que valoradas todas desequilibren la balanza a ese favor. Que la menor note el menor impacto posible, dentro de la complicada situación per se», explica. «La niña se va a quedar conmigo, está desde chica conmigo, entonces el roce más cercano soy yo», dijo con firmeza Inma , la madre de Michu, a su salida del tanatorio de Arcos de la Frontera. «Mi deseo es que las cosas vayan por sí solas. (…) Es cuestión de la familia y cuestión de gestionarlo de la manera que sea», opinó por su parte Ortega Cano, abuelo paterno de la menor. «Ahora mismo no tiene prioridad nadie de su familia frente a otros miembros», aclara la letrada. «Otra cosa es que cautelarmente puedan acordar alguna serie de medidas provisionales con respecto a lo que ellos crean. Pero no se va a acordar ninguna medida definitiva hasta que el Ministerio Fiscal no estudie detenidamente el informe», añade. «Al final lo que va a hacer la justicia es poner a la menor en la situación más idónea para su desarrollo. Pero la última palabra la tiene el juez», sentencia. Por lo que se sabe, Rocío siempre vivió en Cádiz junto a su madre y la familia materna. Sin embargo, en los últimos años también mantuvo muy buena relación con su familia paterna. Según parece, Michu habría dejado dicho que, si algo le ocurría, deseaba que su hija viviera con los Ortega Cano, tal y como desveló Kike Calleja en ‘Vamos a Ver’. Y, según se avanzó en el mismo programa, el torero no tendría problema alguno en hacerse cargo de la niña, por lo que pasaría a ser su tutor legal. Y no sería la única persona a su cargo. También lo es de José Fernando y su hijo pequeño José María , por quien pasa una pensión mensual a su exmujer Ana María Aldón y de cuyos estudios y necesidades se hace cargo, además de sus propios gastos y de su casa. A todo esto ahora se sumarían los gastos de su nieta. El diestro no tendría problema en hacerse cargo de esta nueva situación, pues mantiene tres sociedades activas y varias propiedades, que suponen un patrimonio importante. Tiene la casa en Madrid en la que vive, situada en una urbanización al norte de la ciudad. Además, cuenta con tres locales al norte de Madrid, dos de ellos alquilados casi de manera permanente, lo que le reporta un beneficio mensual, y un piso en Costa Ballena (Cádiz), donde veranea. En definitiva, encargarse de los gastos relacionados con su nieta no debería ser un problema para él. Más allá de eso, habrá que pensar en el bienestar de la pequeña.

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