Peugeot 203 Familiale: el origen de la saga

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Peugeot 203 Familiale: el origen de la saga

La historia de los familiares Peugeot se remonta a finales del S XIX: el nombre «break» se utilizó por primera vez en en el Type 10 Break, de 1894, una herencia de los coches de caballos tipo «break», que es de donde proviene esta denominación . Pasado el tiempo, en los años 20 y 30 del siglo pasado, al igual que otros fabricantes, Peugeot desarrolló numerosos utilitarios a partir de sedanes clásicos. El Peugeot 202 no escapó a la norma con un desarrollo que tuvo en cuenta estas carrocerías específicas desde el principio. Fue en el verano de 1939 que el pequeño Peugeot se equipó con una carrocería llamada «Commercial Familiale». Con una línea posterior de techo elevada, una longitud mayor y un espacio de carga más amplio, estaba disponible con 4 o 6 plazas. Pero tuvo una corta trayectoria. El 1 de septiembre Hitler invadía Polonia y se la repartía con Stalin. La II Guerra Mundial estaba en marcha. Han pasado cinco años, y Francia, ocupada por la Alemania nacional socialista, es liberada por los aliados. En este 1944, las fábricas Peugeot están dañadas por los bombardeos y el pillaje. Al sombrío panorama se une la falta de materias primas. Por fin, en octubre de 1946, Sochaux, la sede de la firma del león, recupera la actividad. Han de contentarse con producir el antiguo 202, ahora con carrocería de madera al estilo de los «station wagon» americanos, bautizado «Limousine Commerciale» , y apodado «Canadienne». Se hicieron tan solo tres mil unidades de forma artesanal antes de que la industrialización tomara el relevo con la introducción en 1949, del primer automóvil de carrocería familiar de la firma del león, el Peugeot 203 Familiale. Pero vamos por partes.El innovador 203Presentado en el Salón del Automóvil de París de 1948, el Peugeot 203 berlina era un coche completamente nuevo llamado a tomar el relevo de los 202 y 302. La idea se había esbozado en plena ocupación cuando los ingenieros del león seguían con interés, y en secreto, la evolución de la industria del automóvil americano, de ahí su estética inspirada en el Lincoln Zephyr de 1941, pero con proporciones europeas.El 203 berlina tenía un diseño de carrocería inspirado en el Lincoln Zephyr estadounidense P.F.Estas líneas americanizadas (que hacían furor en una Europa liberada por las tropas americanas) y su diseño moderno le valieron un éxito inmediato hasta el punto que en 1950, había una espera de dos años. Desde un punto de vista técnico, el 203 fue el primer Peugeot en incorporar una carrocería autoportante. Esta idea de hacer algo totalmente nuevo aparece también a nivel de un motor que cuenta con una tecnología de vanguardia para un automóvil de consumo masivo de la época. Este motor supercuadrado de cuatro cilindros en línea está coronado por una culata hemisférica Alpax con válvulas en cabeza en forma de V. Con 42 CV y 1290 cc, el potencial de este motor estaba lejos de ser explotado, ya que el fabricante había limitado la relación de compresión por motivos de fiabilidad. Preparadores como Constantin, incorporaron un compresor volumétrico y le sacaban cien caballos sin comprometer su fiabilidad.El moderno y fiable motor era otro de los puntos fuertes del 203 P.F.Con el motor de serie alcanzaba una velocidad máxima de 116 km/h. En el Salón del Automóvil de 1952, la potencia aumentó a 45 CV gracias a mejoras en la distribución. Con un consumo de combustible muy razonable, el motor del 203 también demostró una robustez que fue elogiada por todos. No tanto la caja de cambios de cuatro velocidades, talón de Aquiles del Peugeot 203, con una sincronización cuestionable (la primera marcha no se sincronizó hasta febrero de 1954) y sus malas relaciones de transmisión, con desfases entre la primera y la segunda, así como entre la segunda y la tercera. La cuarta era simplemente una sobremarcha, que también sorprendía al no retener el motor nada el coche cuando se levantaba el pie.En su lanzamiento, el 203 transmite a los conductores sensaciones de un coche moderno, nada que ver con modelos concebidos antes de la guerra. Así, un tren delantero de ruedas independientes, un eje trasero rígido (una solución más segura en una época donde los ingenieros no tenían mucha experiencia en ruedas traseras independientes), y unas suspensiones firmes, se traducen en un buen agarre en carretera. En esta misma línea, la dirección de cremallera era suave y precisa, frenaba de forma eficaz y, gracias a un radio de giro muy cerrado, se disfrutaba de una excelente maniobrabilidad.Además, la carrocería atraía por diseño muy logrado, y su forma de dos volúmenes tipo fastback. Además, cuenta con una característica distintiva: el techo solar de serie. Salvo la luneta trasera ampliada o pequeños detalles como, en 1956, la sustitución de las anticuadas flechas de dirección incrustadas en los paneles laterales por luces intermitentes, esta carrocería se mantuvo inalterada. Incluso hasta su retirada, en 1960, las puertas delanteras seguían con apertura en sentido contrario…Y llega el FamilialeUn año después de la presentación del sedán, Peugeot lanzó la gama 203 en el Salón del Automóvil de París de 1949. Aparecieron dos nuevos modelos: un descapotable y el Familiale, nuestro protagonista. Si bien es cierto que en Estados Unidos ya había variantes familiares de las berlinas, los famosos «station wagon», el Peugeot 203 Familiale fue un pionero a la hora de ofrecer un modelo que respondiera a las necesidades específicas europeas, por un lado, de las familias y por otro de los comerciantes y artesanos a los que también se dirigía una variante llamada Commerciale.Respecto a la berlina, el Familiale tenía una distancia entre ejes más larga y suspensiones traseras modificadas P.F.El 203 Familiale fusionaba la dinámica de un vehículo de pasajeros con la practicidad para el transporte de carga de una forma nunca antes vista en el Viejo Continente. No solo cambiaron la parte posterior y la longitud del techo. Frente al sedán o berlina, la distancia entre ejes se había alargado 20 centímetros (2,78 m frente a 2,58 m la berlina) y la longitud total pasaba de 4,35 m a 4,53 m, y esto permitió a los ingenieros incorporar tres filas de asientos, convirtiéndolo en uno de los primeros vehículos europeos de gran serie con capacidad para siete u ocho pasajeros.Salpicadero de un 203 Familiale P.F.El Commerciale atrae a los comerciantes con su carga útil de 450 kg, y la versión Familiale captura los corazones de las familias que finalmente encuentran un automóvil con el que viajar con todos sus miembros al completo (podían ir hasta seis adultos y dos niños). Sin embargo, uno debe elegir entre transportar pasajeros o equipaje -los asientos traseros se podían abatir- lo que lleva a la adopción de una baca en el techo en la mayoría de los Peugeot 203 Familiale. Se gana espacio a bordo también gracias a un cambio en el sistema de suspensión, que pasa de resortes helicoidales a un eje rígido con resortes semielípticos longitudinales.Podían viajar hasta seis adultos y dos niños P.F.El 203 Familiale, se popularizó en Europa Occidental y en los territorios africanos de dominio frances. Su robusta simplicidad, su motor de fácil mantenimiento, una reconocida fiabilidad, lo hicieron apto para carreteras en mal estado. La robusta carrocería de acero y la suspensión básica superaron a alternativas más complejas en entornos hostiles. En el año 1956, el último Peugeot 203 Familiale sale de las líneas de producción después de 25.218 unidades según unas fuentes, o 23.264 otras.Setenta y cinco años después…Terminamos este viaje por la historia del Peugeot 203 Familiale en el que podían viajar hasta ocho ocupantes, como empezamos: al volante de otro Peugeot, que, en pleno siglo XXI permite viajar a siete. El 5008 de 2025, es la tercera generación con esta denominación, que ofrece una versión híbrida ligera (145 CV), una híbrida enchufable (194 CV) y tres totalmente eléctricas: 213, 231 y la de 326 CV que llega este mes de julio.El Peugeot e5008 es la versión cien por cien eléctrica de este SUV de 4,79 m P.F.Con el E-5008, Peugeot se lanza de lleno al segmento de los SUV eléctricos de gran tamaño. Esto supone un reto importante en un mercado en rápida evolución, donde la oferta se multiplica y las expectativas de los consumidores cambian rápidamente.Por fuera, el frontal es impactante. La parrilla rebajada le confiere una presencia innegable. La firma luminosa, heredada del motivo de las tres garras, acentúa el carácter felino del vehículo, un elemento distintivo de la marca.Siete plazas en total y un espacio muy bien aprovechado P.F.Al explorar el interior, queda claro que el E-5008 está dirigido principalmente a familias, con un espacio amplio y bien aprovechado. Sus principales ventajas son sus siete plazas y el generoso volumen del maletero una vez abatida la tercera fila de asientos. Esta última está diseñada principalmente para niños. Caben dos adultos, pero solo para viajes cortos. La modularidad de los asientos, por otro lado, es un punto fuerte: la segunda y la tercera fila se manejan con una facilidad desconcertante, ya sea para abatirlas o para acceder a los asientos traseros.En cuanto al maletero, el umbral de carga es bastante alto, pero con 748 litros, el espacio ofrecido en la configuración de cinco plazas es generoso. Los compartimentos inferiores permiten guardar cables de carga o pequeños accesorios. En la parte delantera, hay un amplio espacio de almacenamiento y una amplia consola central, una ventaja para la organización a bordo.El atractivo Smart Cockpit, y su espectacular pantalla flotante curva con una resolución excelente, la interfaz fluida, pero la ergonomía no hace fácil el acceso a los controles esenciales, algo cada vez más habitual en todos los modernos automóviles. Para quienes recorren distancias más largas, Peugeot ofrece una versión de larga autonomía con una potencia aumentada hasta los 170 kW (230 CV) y una batería de 98 kWh, que ofrece hasta 660 km de autonomía WLTP. Por último, la versión AWD incorpora un segundo motor en el eje trasero, lo que eleva la potencia total a 237 kW (320 CV), con una distribución de 345 Nm delante y 170 detrás. Con la batería de 73 kWh, la versión probada, tenemos una autonomía homologada 500 km WLTP), con una potencia de 157 kW (210 CV) y 345 Nm de par.Panorama muy diferente el que tiene ante si un conductor de un moderno Peugeot e5008 y el de un 203 Familiale de hace tres cuartos de siglo P.F.Todas las versiones comparten la misma tecnología: motores síncronos de imanes permanentes, carga rápida de hasta 160 kW en corriente continua –suficiente para pasar del 10 al 80% de la batería en 35 minutos o recuperar 100 km de autonomía en 10 minutos– y un cargador de a bordo estándar de 11 kW, con una opción de 22 kW para los que tengan prisa.En cuanto al consumo, registramos 16,2 kWh/100 km en el ciclo combinado, cifra que sube a 21,2 kWh/100 km al acelerar. Sin embargo, el E-5008 puede ser bastante eficiente con un manejo suave. Desde los primeros kilómetros, el E-5008 demuestra una agilidad asombrosa en entornos urbanos, gracias a un giro reducido y una dirección suave.En carreteras secundarias, es cómodo y tiene buena amortiguación, aunque su sobrepeso y altura elevada invitan a una conducción familiar. Lejos de ser un SUV con un dinamismo exacerbado, lo compensa con una conducción agradablemente suave y un comportamiento predecible. La aceleración es buena gracias al par del motor eléctrico.Hay tres modos de conducción disponibles. El modo Eco limita el rendimiento y restringe ciertos equipos para maximizar la autonomía. El Estándar ofrece un interesante equilibrio entre dinamismo y eficiencia. Finalmente, el modo Sport libera al máximo los 210 CV y endurece considerablemente la dirección. En cuanto a la recuperación de energía durante la desaceleración, el sistema resulta eficaz. Un descenso desde Somosierra hasta Madrid nos permitió recuperar el 5% de la batería. El Peugeot E-5008 encarna la transición eléctrica del fabricante francés, apostando por una oferta pragmática y una excelente versatilidad. Su generoso espacio interior, su modularidad y su competitiva autonomía lo convierten en una opción ideal para familias que buscan un vehículo eléctrico grande para el día a día. El placer de conducción es satisfactorio, con buen confort y una notable suavidad. Un digno heredero de aquel 203 Familiale de hace setenta y cinco años.

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