El alcalde de Orense, Gonzalo Pérez Jácome, ha publicado este martes lo que considera prueba de que las termas de su ciudad son «salubres» y aptas para el baño. En un vídeo compartido en redes, el regidor y una de sus ediles, ataviados con bañadores, se dan un chapuzón frente a la cámara para demostrar que no hay riesgo en su disfrute, pese a la recomendación contraria de la Xunta debido a su falta de catalogación como aguas termales. Y no falta el guiño a aquel baño del expresidente gallego y exministro Manuel Fraga y el embajador estadounidense en Palomares.«Cinco, cuatro, tres»: el propio Jácome introduce el vídeo que protagoniza con una cuenta regresiva. El regidor, en traje de baño, habla desde las pozas de Muíño da Veiga, que desde hace años han generado conflicto entre el consistorio orensano y la Xunta, que revocó su uso como zona de baño por no cumplirse la normativa de control de la calidad del agua. En la grabación, en primer lugar cae en la cuenta de que la ropa de baño no ofrece solapas para sostener el micrófono: «No tengo dónde sujetar el micro… lo tengo que poner aquí». El alcalde improvisa y se lo coloca en el pecho, enganchándolo en su propio vello corporal. Suficiente para salir al paso: «No pasa nada, que puede valer, que aguanta».Entonces, explica el motivo de su aparición. «Estoy aquí con Noa Rouco, que es la concejal de ‘Festejos’», dice, enfocando a su acompañante, la edil de Política Social, con cuya vestimenta comparte código de etiqueta. «Sería muy largo explicar toda esta normativa, que es un rollo. Ya verán ustedes por nuestras redes y distintos canales informativos cuál es la situación en las termas de O Muíño. El caso es que esta es la recomendación de la Xunta de Galicia», dice, frente a un cartel que advierte la falta de luz verde autonómica. «Y, como si volviéramos cincuenta o sesenta años hacia atrás con aquello de ‘Palomanes’… ¿No era?», se cerciora, ante lo que alguien, fuera de cámara, corrige al alcalde: «Palomares».Y retoma su idea anterior: «Con Fraga Iribarne, el ministro entonces de Exteriores, que se bañó para demostrar que no había radioactividad… ministro de Turismo -rectifica-, que se bañó con el embajador de Estados Unidos para demostrar que no había radioactividad». Jácome compara así su caso con el de aquel gesto propagandístico protagonizado en 1966 por el entonces ministro de Información y Turismo de España, Manuel Fraga Iribarne, que se bañó en la playa de Palomares (Almería) con el embajador de Estados Unidos, Angier Biddle Duke, para demostrar que las aguas eran seguras tras un accidente nuclear. Y retoma su idea anterior: «Aquí la concejal Noa Rouco y un servidor, Gonzalo (Pérez) Jácome, alcalde de Orense, vamos a darnos un baño en las termas del Miño, que ya tienen accesibilidad para todos los ciudadanos de Orense», proclama el regidor. Dicho y hecho, ambos se zambullen en las termas para dejar claro que el disfrute está garantizado: «Paraíso natural, incomparables en el mundo. Háganme caso, háganme caso».En su publicación, en la red social X, Jácome expone que «la Xunta de Galicia recomienda no bañarse debido a una normativa autonómica surrealista: las aguas no están catalogadas ni como agua de río, ni termal, ni de piscina con depuradora». Asegura que «el Concello hace análisis periódicos para asegurarse de que son salubres, si bien», añade, «depende de cada cuál el seguir o no la recomendación de la Xunta». «Como analogía, sería como bañarse en una charca o arroyo en el monte o en cualquier agua de origen no catalogado», apostilla.

Leave a Reply