Kate Middleton (43 años) se ha vuelto a convertir en el centro de todas las miradas en Wimbledon. Durante la final del torneo de tenis, celebrado el pasado domingo, la Princesa de Gales protagonizó un conmovedor momento al conversar con un niño que, como ella, conoce de cerca lo que significa enfrentarse al cáncer. Se trataba de Ambrose Caldecott , un menor de 11 años diagnosticado en marzo de 2024 de osteosarcoma en estado dos, un tipo de cáncer óseo. Invitado por la Fundación Wimbledon, Ambrose tuvo el honor de realizar el lanzamiento de moneda previo a la final masculina, un momento clave que determina quién sacará primero y desde qué lado de la pista comenzará el partido.TE RECOMENDAMOS Makoke anuncia su boda con Gonzalo Fernández, pero se reserva el derecho de admisión A.B. Buendía Los gestos que denotan a quién apoyaban George y Charlotte en la final de Wimbledon Daniela ZambranoAntes de que todo comience, Kate, quien asistió al evento junto al Príncipe Guillermo y sus tres hijos, conversó con el menor, diálogo que ha sido revelador por medios británicos como ‘The Sun’. «¡Qué valiente has sido! Mucha suerte hoy, te animaremos», le dijo la princesa visiblemente emocionada. En tanto, el Príncipe de Gales también se mostró especialmente cercano, hablando con él y tomándolo de la mano. La conexión entre ambos fue especial no solo por el simbolismo del momento, sino porque Kate sabe bien lo que supone enfrentarse a la enfermedad. Tras someterse a una cirugía abdominal en enero, la princesa anunció el 22 de marzo de 2024 que padecía cáncer, fecha que casi coincide con el diagnóstico de Ambrose. Seis meses después, en septiembre, confirmó la remisión completa de la enfermedad mediante un emotivo vídeo en el que no ocultaba las dificultades del proceso: «El viaje del cáncer es complejo, aterrador e impredecible para todos, especialmente para aquellos que te rodean y te son más cercanos», confesaba entonces.GTRESDías antes, durante una visita al hospital de Colchester, en Essex, Kate Middleton se sinceró como nunca antes sobre su experiencia. La princesa no dudó en compartir cómo ha afrontado cada fase de la enfermedad, asegurando que la recuperación no es tan sencilla como muchos creen: «Es como una montaña rusa, no es un camino de rosas. La realidad es que pasas por momentos difíciles. Todos esperan que estés mejor, pero ese no es el caso», relató ante pacientes y personal sanitario.«La fase posterior es realmente difícil. No puedes desenvolverte en casa como antes, tienes que encontrar tu nueva normalidad y eso lleva tiempo», añadió, poniendo voz a una realidad que miles de familias viven a diario.GTRESAhora, con la llegada del verano, los príncipes de Gales se preparan para disfrutar de unas semanas de descanso junto a sus tres hijos. Un paréntesis necesario tras un año marcado por la incertidumbre y el esfuerzo de mantener la normalidad familiar mientras Kate se sometía a un exigente tratamiento.

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