El Open es un torneo especial. De hecho es ‘el Torneo’. Es la competición más antigua del mundo (data de 1860) y en la que todo golfista ansía participar. Sin embargo, no siempre el hecho de participar colma las expectativas de los jugadores. Hay veces que las experiencias son tan negativas que lo que quieren es borrarlas cuanto antes de su memoria y de su palmarés.Noticia Relacionada Golf estandar Si El mejor Jon Rahm del año no puede con Gooch en Valderrama Miguel Ángel Barbero El español realizó una remontada espectacular (65), pero quedó segundo a un golpeEsto es lo que le sucedió el año pasado a Ángel Hidalgo (27), el flamante ganador del Open de España 2024 que había vivido tres meses antes en Escocia una de las situaciones más desagradables de su carrera. «No quedé muy satisfecho de mi primer grande, en absoluto. Fue todo muy agridulce. Después de haberme clasificado brillantemente en la previa, cuando llegó la semana del torneo se me complicaron las cosas porque tuve problemas para volver de Estados Unidos, donde había jugado la semana anterior, y llegué a Royal Troon el miércoles por la mañana, sin apenas tiempo para poder prepararme para empezar a jugar el jueves», se lamenta. Y claro, no pasar el corte fue un golpe muy duro del que espera recuperarse desde hoy mismo. «En esta ocasión sí que he podido prepararme a conciencia, con un par de semanas jugando en ‘links’, que es un golf totalmente diferente al que estamos acostumbrados. Hay que cambiar de mentalidad y asumir que, además de los campos diferentes, va a haber un tiempo muy cambiante», explica. Eso, en teoría, debería irle bien a su estilo de juego, poco dado a los convencionalismos y a los juegos de ordenador. «Es verdad que a mí me gusta salir de los problemas y dar espectáculo, pero tampoco quiero decir que esto sea beneficioso para mí. Cuando hace mal tiempo te puedes meter en más líos todavía y esperemos que no tengamos que superar muchos embrollos esta semana», suplica.Para ello es fundamental saber afrontar los problemas que a buen seguro se le presentarán en un recorrido que se ve atacado directamente por las inclemencias del océano Atlántico. «Ya había jugado otras veces en Irlanda del Norte, pero no conocía este campo de Royal Portrush en concreto. Estuve jugando una vuelta de prácticas con García y Rahm y les pedí algunos consejos, sobre todo a Jon, que ganó un Open de Irlanda en el vecino campo de Portstuart». Después de este aprendizaje, cabe preguntarse por su objetivo real en este ‘British’. «A ver, después de lo sucedido el año pasado lo principal es disfrutar de la experiencia y eso conlleva pasar el corte y jugar los cuatro días. Si eso se produce, luego cuanto más arriba acabemos, pues mejor», dice con picardía.Para eso hay que jugar bien, pues el Open Británico no perdona los despistes. Y esta temporada no está siendo todo lo brillante que le gustaría. Los resultados no acaban de llegar y haber fallado el corte en el reciente Abierto escocés no parece ser un buen presagio. Mas el malagueño es optimista.En busca del ‘click’«En el invierno trabajé muy bien y he conseguido pegarle a la bola como yo quiero, lo que pasa es que luego no logro unir todas las partes de mi juego en los torneos. No sé, estoy a falta de ese ‘click’ que lo amalgame todo en el momento oportuno. Espero que sea aquí. Simplemente hay que dejar que llegue y no obsesionarse. Porque estoy convencido de que cuando eso suceda volveré a estar en los puestos de arriba», suspira esperanzado.Un destello de que va por buen camino es el modo en el que logró su plaza en la previa, haciendo una remontada épica en los hoyos finales. «Es que estaba muy motivado porque quería redimirme de lo de 2024. Y ahí volvió a salir mi yo más competitivo. Para mí no es ningún desdoro tener que jugar esa fase a pesar de que mi estatus actual sea el de ganador del Circuito Europeo. Este ‘major’ tiene muchas vías de clasificarse por todo el mundo y no hay plazas para todos, o sea que si hay que hacerlo así, se hace. Es el precio que hay que pagar y, si se consigue el premio de estar aquí, me doy por bien pagado».Ahora sólo piensa en el ‘British’ y en disfrutarlo, pero para seguir creciendo tiene que llegar hasta el Masters de Augusta. «Sé que puede sonar un crimen, pero siempre ha sido mi grande preferido», reconoce culpable.

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