La coyuntura generada por las revelaciones del caso Cerdán y las posteriores explicaciones de Pedro Sánchez sobre la presunta trama corrupta que se estableció en el seno de su Gobierno y el PSOE, obliga al PNV a hacer equilibrismos . Por un lado, atados a los socialistas por sus pactos en el País Vasco, donde el lendakari, Imanol Pradales, gobierna gracias al apoyo del Partido Socialista de Euskadi (PSE), tratan de exprimir al Ejecutivo haciéndole cumplir los acuerdos pendientes. Por otro, se muestran duros con las irregularidades cometidas por los dos últimos secretarios de Organización socialistas, José Luís Ábalos y Santos Cerdán, para que la sucesión de informaciones no afecte a sus siglas. Así, mientras dan aire al presidente del Gobierno con el objetivo de hacer efectivos traspasos pendientes como el de la Seguridad Social (que este martes no acabó de concretarse en la Comisión Bilateral celebrada en Madrid), ahora reclaman un acuerdo que involucre a los socios de investidura , como la aprobación de unos presupuestos generales, para alargar la legislatura.Una idea que figuras de peso en el partido como el diputado general de Álava, Ramiro González, ya deslizaron en público la semana pasada, y que este miércoles han repetido después del chasco de no cerrar la transferencia de un primer bloque en la gestión económica de la Seguridad Social. El Gobierno de Pradales esperaba poder celebrar un «día importante para Euskadi» y salió de Moncloa pidiendo «orden» al presidente del Gobierno, en alusión a la parte de la coalición que lidera Yolanda Díaz, que tiene integradas en su cartera parte de las competencias deseadas por los nacionalistas para la comunidad autónoma. Noticia Relacionada estandar Si Sánchez enfada al lendakari al salir de la Moncloa sin acuerdo completo sobre la Seguridad Social Mariano Alonso Pradales pide a Sánchez que «ponga orden» y remueva los «obstáculos administrativos»En cuanto a la legislatura y la aprobación de unos presupuestos, que llevan prorrogados desde 2023, el partido los ve como una opción viable para evitar que lo que queda por delante sea una «agonía» semana a semana. Así lo ha dado a entender este miércoles la portavoz del PNV en el Congreso, Maribel Vaquero, quien entiende que para generar un «clima de confianza» es necesario llegar a «un acuerdo en base a algún proyecto». Una postura similar en la forma, aunque no en el fondo, a la de EH Bildu , que ya no ve suficiente el argumento de que es peor un Gobierno de la derecha y va más allá, habiendo iniciado Arnaldo Otegi una ronda de contactos con los grupos para explorar un cambio de «ciclo político» que cuestione la forma del Estado. La voz cantanteDe las palabras de Vaquero, que reconoce que con «Sánchez todo es un misterio y nunca se sabe cómo puede acabar algo», trasluce que el PNV no lleva la voz cantante en la relación con el PSOE. Si rompen en Madrid, un movimiento improbable dado su distanciamiento con el PP, que ve débil la posición de los nacionalistas y trata de explotarla electoralmente en el País Vasco, estaría en riesgo el Gobierno autonómico con EH Bildu al acecho y a quien los socialistas ya han abierto las puertas de las instituciones. De esta forma, y a la espera de que el caso Cerdán escale o no, al mismo tiempo que presionan a Sánchez diciendo que el «reloj corre», hacen ver que todavía «queda tiempo para que se pueda cumplir con lo pactado».
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