Un soltero se lleva las manos a la cabeza en cuanto ve a su cita: «¡Virgen Santa! ¡No me digas que eres tú!»

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Un soltero se lleva las manos a la cabeza en cuanto ve a su cita: «¡Virgen Santa! ¡No me digas que eres tú!»

‘First Dates’ sigue su andadura en Telecinco . Este jueves 17 de julio, el famoso ‘dating show’ finalizó su estancia en la cadena principal de Mediase t, aunque el ‘resort’ estival de lujo se mantendrá abierto el resto del verano en la parrilla de Cuatro . Una de las privilegiadas que pudo probar las nuevas instalaciones del restaurante fue la ‘sirenita’ María Corazón (71), una empresaria filipina residente en Benalmádena que participó en el programa en 2022. Desde entonces, la mujer ha tenido «unos cuantos amantes», pues como ella misma se encargó de recalcar a lo largo de toda la velada, es una mujer muy fogosa. «Yo con uno no tengo bastante. Por un polvo no me bajo las bragas. El sexo es muy importante, hay que hacer el amor muchas veces», comentó entre risas ante un Carlos Sobera que se quedó sin saber reaccionar. «Qué miedo me das», exclamó el presentador. Ya se barruntaba la cita indescriptible que protagonizaría la comensal. A petición de Sobera , María Corazón recordó sin pelos en la lengua que le gustan los hombres «que sean marchosos, simpáticos y que me hagan buen ‘squirting’».Noticia Relacionada First Dates estandar No Una cita está a punto de saltar por los aires por un reprochable gesto de uno de los solteros: «Una falta de respeto» María Robert Carmen se sintió bastante molesta con Javi por responder una llamada de teléfono en mitad de la veladaLa empresaria tuvo una cita con Rambito (60), apodado así porque toda su vida a practicado deporte. De hecho, el empresario nacido en Benidorm y afincado en Fuentealbilla (Albacete) luce tatuaje de los anillos olímpicos, ha competido muchos años y batió en los años 90 el récord del mundo de abdominales. «Hice 3.400», reveló este soltero que se declaró muy dado a la broma y al cachondeo. En el amor, al contrario que en el deporte, no ha sido un Sylvester Stallone de la vida porque no ha creído mucho en la pareja. «Vengo a encontrarla esta noche, a ver si puede ser», manifestó ante las cámaras. Acto seguido entraba por la puerta del restaurante María Corazón … Y Rambito se echaba las manos a la cabeza «¡Virgen Santa! ¡No me digas que eres tú! ¿Te acuerdas de mi?», examinó el valenciano. Ella, por si acaso, dejaba claro que no lo ía de nada. «No me lo he follado», afirmó. El soltero revelaba que se trataba broma y se focalizó primero en averiguar si María Corazón sabía bailar merengue. «Bailo de todo», subrayó la empresaria, quien a primera vista quedó encantada con su cita. «Físicamente está muy bien. El pelo así raro, pero no está mal».La pareja cata el jacuzzi Y así fue como María Corazón conoció a un hombre dicharachero y guasón como para dejarla sin palabras. El empresario puso las cartas sobre la mesa desde el comienzo de la cena, comentando que buscaba a su media naranja. Y no descartó que pudiera ser ella. La juguetona soltera no supo reaccionar. «No te pongas nerviosa, si te pones nerviosa puedo desnudarme», bromeó Rambito . «Dice cada cosa que no veas… De tímido no tiene nada», apuntaba en los totales la filipina. Sin embargo, tardó un asalto en coger confianza y ser capaz de sacar a pasear su faceta más picante. El comensal le habló a su cita sobre su pasión por viajar en autocaravana. Ella, que nunca había probado a tener sexo en una, aceptó la invitación de acompañarlo en alguna ocasión. Por eso no creyó a Rambito cuando le contó que lleva años solo y que no se considera par nada una persona promiscua. María Corazón tenía la teoría de que «es muy mentiroso porque en las caravanas se van ahí todo a chingar». Igual que no se tragó que no usara nunca aplicaciones para ligar. «Que no me he caído de un árbol, ese chinga más que yo», aseveraba ante el equipo de ‘First Dates’ .Sea como fuere, no le importó. Ni se esperaron a la decisión final para adelantar sus intenciones de seguir conociéndose. Y es que al ir a sacar la cartera para pagar la cena, a Rambito se le cayó un preservativo que había llevado, no sabía muy bien para qué. «Dejémonos los teléfonos y todo se andará», aprovechaba para pedirle a su cita. Con el tiempo y una caña, el soltero no descartaba pescar algo. La velada acababa en el jacuzzi con un masaje. Y aunque María Corazón hubiera querido que fuese con final feliz, porque «me pone cachonda su perfume de macho», se conformaron, por el momento, con un baile. En el momento de la decisión final, y tras comprometerse a enseñarle a Rambito a practicar el ‘squirting’, la pareja se marchó de ‘First Dates’ con la intención de «continuar nuestro amor hasta el fondo del mar».

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