Virginia Barbancho, la responsable técnica del proyecto de Tragsatec al que estaba adscrita Jésica Rodríguez -expareja de José Luis Ábalos- no ha estado ni una hora ante el juez de la Audiencia Nacional, pero le ha bastado para reiterar lo que ya sostuvo en mayo en el Senado: que Rodríguez no fichaba teletrabajando, que advirtió de esa irregularidad a Adif -su cliente- y que el responsable, Ignacio Zaldivar, le transmitió que era la sobrina del ministro y que desde la Presidencia de Adif -en ese momento Isabel Pardo de Vera- se ordenaba que «se la dejara en paz».Esto ocurrió en marzo-abril de 2021, y puesto que Jésica Rodríguez ya no solo no fichaba sino que tampoco rellenaba los partes horarios, con la contestación de Adif, la responsable se fue a sus jefes en Tragsatec, el gerente y el subdirector. Ante el juez, y siempre según fuentes jurídicas presentes en la declaración, Barbancho, a preguntas fundamentalmente del fiscal Anticorrupción Luis Pastor, ha recordado que, a la semana, ambos le transmitieron lo mismo, que la dejara en paz y que la dejara de «acosar».Cabe recordar que en el marco del caso Koldo, en la Audiencia Nacional se investigan no sólo las presuntas comisiones por contratos para la compra de mascarillas en plena pandemia sino también posibles irregularidades en colocaciones públicas de personas como la expareja del ministro Ábalos.No conoce a KoldoEn esa ramificación del caso es donde se encuadraba la declaración de este jueves, en la que Barbancho ha explicado que tras la conversación con sus jefes directos en Tragsatec decidió olvidarse del asunto Jésica Rodríguez porque además en una semana acababa su cometido en ese proyecto y arrancaba en otra área distinta. Por otro lado, la responsable, que sigue trabajando en esa empresa pública, ha negado conocer o haber tenido contacto con el exasesor ministerial Koldo García, y que Joseba García -hermano de éste- jamás trabajó en Tragsatec.En resumen, este jueves Barbancho ha reiterado lo que ya sostuvo ante los senadores, a los que admitió que desde la Presidencia de Adif, en ese momento dirigida por Isabel Pardo de Vera, le advirtieron varias veces, verbalmente y por escrito, que «dejara en paz a Jésica» cuando detectó que no fichaba. «Estaba bastante indignada con la situación», dijo entonces Barbancho, y «mosqueada» con las excusas de la «sobrina de Ábalos», que cobraba sin ir a trabajar, y las presiones de sus superiores para que hiciera la «vista gorda».

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