Este 2025, Damián Castaño está viendo la cara y la cruz de la Fiesta. Tras destacar la pasada temporada, las empresas empiezan a contar con él en plazas de la importancia de Las Ventas, Pamplona , Santander, Bilbao, o su encerrona con seis toros de Dolores Aguirre, siendo el primer torero en hacer ese gesto. Sin embargo, también está pagando la dureza de esta profesión: a principios de temporada sufrió un percance en la Monumental madrileña con una corrida de Adolfo Martín, y este viernes ha vuelto a resultar herido en Mont de Marsan.La cogida llegó con la espada, cuando fue herido en el gemelo derecho, y trasladado inmediatamente a la enfermería, con un sangrando abundante. Tras operarle en el hospital, ABC ha podido saber que la cornada ha sido limpia, no ha tocado el músculo del gemelo -«lo ha traspasado»-, ni tiene orificio de salida. Recorre unos diez centímetros, y afecta a alguna arteria, pero sin gravedad. Todavía no se saben plazos de recuperación, pero se supone que el lunes le darán el alta, y podrá irse por su propio pie. Instantes de la cogida Emilio MéndezSe lidiaba una corrida de José Escolar, de serias hechuras y variado comportamiento. El lote de Damián estuvo compuesto con un segundo sin humillación y con peligro, y un quinto noble, pero de nulas opciones que bajó la persiana demasiado pronto. Muy por encima estuvo el salmantino, sacando lo que no tenía el toro de la divisa abulense. Noticia Relacionada estandar Si Rafaelillo, con ocho costillas rotas tras su brutal cogida: «Sentí el crac-crac y supe que el toro me las había partido» Rosario PérezTuvo que descabellar a ese Cobrador Fernando Robleño, protagonista de la tarde, al cortar el único trofeo de la misma. Era la despedida del madrileño de una plaza tan importante en su carrera. Al finalizar el paseíllo, la afición francesa brindó una fuerte ovación a Robleño, mientras el alcalde de la localidad le otorgó un premio por su trayectoria en la Feria de la Madeleine. Cerraba el cartel Juan de Castilla, que al igual que Robleño, venía de lidiar la corrida de Escolar en Pamplona, a la que han premiado como mejor corrida de la Feria del Toro. En aquella ocasión, el colombiano cortó un trofeo a un buen toro, haciendo un derroche de poder y valor. Además, volvió a nacer tras ser prendido por el chaleco en la suerte suprema. No se dio a conocer el parte, pero alguna costilla rota lleva. Aunque, como a Rafaelillo el cuarto toro le rompió ocho, tampoco se le miró mucho. En Mont de Marsan, el de Medellín realizó en primer lugar una labor destacable ante un tercero reservón, y una gran faena al sexto, un animal repetidor y con humillación al que hubiera desorejado sin lugar a dudas de haber estado acertado con el acero, su talón de Aquiles toda la tarde. Templado, con series largas y profundas con la diestra, cuajó al bravo toro, antes de pincharlo en varias ocasiones, y dejar el premio en una ovación.

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