El incendio que ha devorado más de 3.200 hectáreas , incluidas algunas viviendas, en las provincias de Toledo y Madrid pudo haber sido provocado. Eso es lo que están barajando los investigadores, habida cuenta de que el foco inicial se encuentra en una finca de pasto seco y junto al arcén de una carretera secundaria de Castilla-La Mancha. Concretamente, está a solo 4 kilómetros de la Comunidad de Madrid. La hipótesis es que el ocupante de algún vehículo que circuló por la zona lanzó una colilla mal apagada por la ventana y eso prendió la llama. La falta de desbroce de esa vegetación empeoró las cosas.De cualquier modo, los trabajos, al cierre de esta edición, se centraban en controlar el fuego, una vez perimetrado y estabilizado ayer por la tarde. En Madrid, se había rebajado el nivel de emergencia del plan regional contra incendios forestales a la situación operativa 1, la menor de todas las contempladas. La zona más afectada está en Calypo Fado , una pequeña urbanización en su mayoría dentro del municipio toledano de Casarrubios del Monte y, el resto, en el madrileño Navalcarnero. Allí, el miedo gritaba y azotaba las vidas de sus lugareños. Medio centenar de personas tuvieron que dejar sus domicilios sin saber si volverían.Noticia Relacionada Incendio en Méntrida estandar No Los vecinos de Calypo Fado: «La gente venía agobiada porque su casa se había quemado» Alba García Más de 3.000 hectáreas se han visto calcinadas por el fuego originado en Méntrida (Toledo)Marius y Alexandra salieron corriendo hacia su casa en Calypo Fado desde Gandía (Valencia). Era jueves, sobre las cinco y media de la tarde, y lo que estaban viendo a través del móvil, conectado a las cámaras de su casa, no era normal. El fuego estaba entonces demasiado cerca. Cuando llegaron, después de cuatro horas de incertidumbre, los servicios de Emergencias no les dejaron poner un pie en la urbanización. Y su lógico nerviosismo se incrementó. Cuando a eso de la medianoche, por fin, pudieron acceder, vieron cómo su casa había sido pasto de las llamas.La parte izquierda del chalé, la que da directamente al campo, está negra, quemada al cien por cien. En el patio, junto a la piscina, aparece el esqueleto de lo que era un quad. Y de la planta baja, que utilizaban como garaje, tampoco ha quedado nada a salvo. Mientras, el piso de arriba, donde realmente hacían vida, ha corrido algo de mejor suerte pese a las ventanas calcinadas. Un perito comprobaba ayer ‘in situ’ cómo el hogar que esta pareja de rumanos compró hace seis años ya es sólo un recuerdo.La casa de Marius y Alexandra, ubicada en la calle Cáceres, es la primera de Calypo Fado si se traza una línea recta hasta Eurofiestas, «el mayor complejo de fiestas y eventos de la Comunidad de Madrid y Toledo». Los vecinos explican que por allí vino el fuego de un incendio que se originó a kilómetros, en la carretera que une Méntrida con Valmojado, ambas poblaciones de Toledo, y que el viento convirtió en un infierno en cuestión de minutos. Incluso en Madrid capital se pudo ver la enorme columna de humo que se generó y desde Atocha olían a quemado.«Nos llegó un mensaje al móvil para que nos confináramos en casa, pero enseguida vino la Guardia Civil y nos dijo que de inmediato saliéramos de la urbanización. Nos evacuaron porque había mucho humo; en una ráfaga de aire y en cero coma vi cómo el cielo pasaba de azul a castaño oscuro, daba mucho miedo», relata Ana Isabel Sobrino, vecina de la calle Almería, dos más arriba de Cáceres y cuya vivienda de enfrente también se ha quemado por completo. Por fortuna, se trata de una casa abandonada en la que no reside nadie desde hace años. Lo curioso es que la casa de Ana Isabel y las del resto de la calle están intactas. «Los bomberos terminaron sobre las cuatro de la madrugada. He pasado la noche en blanco, pero, gracias a Dios, bien», añade. El Ayuntamiento de Navalcarnero habilitó su polideportivo para atender a quienes lo necesitarán. «Acogimos a 15 personas, 12 de ellas eran de Casarrubios del Monte; y 3 de la zona madrileña de Calypo», explica a ABC José Luis Adell, alcalde del municipio del sur madrileño. Por otro lado, Ignacio, párroco de Navalcarnero, ofreció los salones de la iglesia y los víveres de Cáritas por si eran necesarios para las familias evacuadas. Un gesto sencillo, pero profundamente humano.Desde la farmacia local de Calypo Fado, relataban a este periódico que a las 18.30 horas del jueves, se quedaron sin luz. «Huimos corriendo ante la cercanía de las llamas. A lo largo de la mañana, varias personas se han acercado agobiadas para contarme qué se había quemado su casa», cuenta la boticaria. Sobre el balance de los daños materiales de la parte de la urbanización de Madrid, por fortuna no hay que lamentar grandes desperfectos, solo una casa quedó destruida. En lo que respecta al mobiliario urbano, se han dañado kilómetros de cableado, farolas y calzadas. El puesto de mando madrileño fue reuniéndose de manera regular para baremar el nivel de alerta y el comportamiento del viento. Hasta el cierre de esta edición, se han desplegado más de 40 medios materiales y 148 efectivos desde la Comunidad.

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