Por muchas veces que se hable de esfuerzo, pocas veces se le pone rostro. No todos los logros caben en una libreta de notas. Hay veces en que aprobar el curso escolar, simplemente, significa mucho más. Significa constancia. El pasado junio, en la sala Palenque del Parque de Atracciones de Madrid, 74 niños y adolescentes que viven en los centros de protección de la Comunidad de Madrid fueron premiados por su esfuerzo durante el curso 2024/2025. Hubo diplomas, tarjetas regalos, entradas para el parque de atracciones. Pero, sobre todo, hubo reconocimiento. Juan fue uno de los premiados tras obtener un 9 de media. Tiene 15 años, vive en la CEMU y estudia en un instituto de Carabanchel. Tarda más de una hora en llegar a clase por las mañanas. «Mi día es sencillo: me levanto, voy al instituto, vuelvo a almorzar y estudió un par de horas por la tarde», cuenta. Su rutina de estudio no le resulta muy pesada. Es más, disfruta de estar estudiando. Aunque, cuando hubo periodo electoral en la CEMU, si es cierto, que fue « difícil compaginar las dos cosas», expresa. Noticia Relacionada estandar No Patios y bibliotecas de colegios públicos de Madrid abrirán por las tardes desde septiembre para ayudar a conciliar Sara Medialdea Ayuso aumentará desde 2026 las retribuciones a médicos y enfermeras por guardias, noches, fines de semana o festivosNo solo fue premiado. También fue elegido por sus compañeros para dar el discurso en nombre de todos sus compañeros. «Me emocioné mucho. Hablar delante de todos, en un sitio tan grande y amplio, fue muy emocionante», cuenta Juan a ABC. El acto, organizado por la Comunidad de Madrid, forma parte del Certamen de Premios al Rendimiento y Esfuerzo Académico , que se celebra desde 2013. Reconoce a estudiantes de todas las etapas: Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional e incluso Educación Especial. Pero también premia otra cosa: la actitud, la constancia, las ganas de superarse. Maia Ordoñez, directora de la CEMU, lo deja claro: «No se trata solo de calificaciones. Nosotros proponemos a alumnos que sacan muy buenas notas, pero también a quienes, aunque les cueste, lo dan todo. A veces el mayor esfuerzo no se ve en el boletín, pero sí en cómo luchan cada día. Hay que tener en cuenta que no es el final, sino el principio de todo lo que les queda por delante». Además, durante el acto también se entregaron becas para 13 jóvenes que ya han salido —o están a punto de salir— de los centros. Becas que les permitirán seguir estudiando Formación Profesional o ir a la universidad. Juan lo tiene claro. El curso que viene empezará un grado medio de Comunicación e Informática. «Tengo claro que mi futuro está dedicándome a la tecnología», concluye. Al final, estos premios son mucho más que un reconocimiento académico. Porque cuando se reconoce el esfuerzo, se siembra la confianza. Estos premios celebran los caminos recorridos, tropiezos superados, metas que parecían lejanas. Detrás de cada diploma hay una lucha, un esfuerzo y unos sueños que comienza a tomar forma en la realidad.

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