La nostalgia está invadiendo todas las artes. La moda, el cine, la música… aunque si la última es por una buena causa (poder ver a Amaral en concierto) merece la pena ese regreso a los 2000. El dúo zaragozano vive su mejor momento y verles en directo se siente como un viaje a la infancia escuchando sus temas en el coche familiar. Con casi 30 años de carrera a sus espaldas, la banda está inmersa en la gira ‘ Dolce Vita ‘ -comparte nombre con su nuevo álbum- y, en su última parada, rinden a sus pies el Madrid Arena.Casi dos horas de un concierto que no reniega de su pasado, que combina clásicos como ‘Sin ti no soy nada’ y ‘Resurrección’ con los 15 temas de su nuevo trabajo. Fue precisamente la canción que da título al disco la que abrió el espectáculo, vibrando junto a un público entregado y emocionado. Un viaje sensorial por la discografía de la banda que no tardó en llegar al primer recuerdo: ‘Toda la noche en la calle’, que puso a bailar a los madrileños.No hay que olvidar que esta gira está pensada para presentar su noveno álbum. Un trabajo que se mueve entre preciosas canciones como ‘ Libre ‘ -que cuenta con un bellísimo inicio gracias a la guitarra española, el tabor y uno de los teclados-, ‘ Eso que te vuela la cabeza ‘ -momento en el que lanzaron confeti amarillo y azul creando una sensación mágica en el ambiente- y ‘ Tal y como soy ‘ -divertido tema que se canta con unas buenas gafas de sol puestas-. Uno de los instantes más bellos fue cuando rindieron homenaja Víctor Jara , referente en la música chilena y mundial frente a las injusticias, proyectando un video de él cantando ‘Te recuerdo Amanda’. Instantes después, Amaral interpretó ‘ Podría haber sido yo ‘ y mandaron un mensaje contra aquellas personas que «siguen matando gente indefensa en guerras a lo largo del mundo, como pasa en Gaza».Noticia Relacionada estandar No Amaral emociona y Estopa estalla: pop, rock, rumba y rave Pablo Baamonde Termina la tercera y última jornada de conciertos en el Monte do Gozo. De nuevo se ha mantenido la fiesta encendida hasta la madrugada, esta vez a cargo de The Prodigy y Steve AokiEva Amaral y Juan Aguirre no se encontraban solos sobre el escenario en esta gira que está llegando a su ecuador. Guitarras, bajo, batería, teclados, acordeón, saxo, flauta, chelo y percusión, una combinación de instrumentos que generan un ambiente único. El saxo y el tambor destacaron en ‘ Rompehielos ‘, tema feminista del último trabajo de la banda, y la flauta travesera se lució en ‘El universo sobre mi’. No faltó la cantante mostrando su habilidad con la armónica en ‘Marta, Sebas, Guille y los demás’. La capital se vino arriba con estos temas inolvidables : ‘Moriría por vos’, ‘Días de verano’, ‘Cómo hablar’, ‘Revolución’ y las ya citadas ‘Toda la noche en la calle’ y ‘Sin ti no soy nada’. Sus años en Madrid Los protagonistas de la noche confesaron que vivieron muchos años en Madrid y agradecieron a aquellos madrileños que les han acompañado desde salas pequeñas como la Sol o la Galileo . Recordaron también aquella vez que cantaron bajo el viaducto de la calle Segovia para presentar ‘Tarde’ ante un reducidísimo público, que interpretaron después para un Madrid Arena lleno, solo con la voz de Aguirre, su guitarra y el habitual mar de luces de los móviles acompañándolo. En algunos momentos, el sonido no era todo lo bueno que se cabría esperar y algunos espectadores se lo hicieron saber al grupo. Un tanto incrédula, Eva Amaral preguntó si se oía y muchos gritaron que no. El momento generó cierta tensión y nerviosismo en la cantante, que acabó con los gritos del público coreando un tranquilizador «sí se oye». Un instante que queda opacado por los aplausos constantes de los más de 16.000 asistentes. Entre las idas y venidas, los siguientes temas siguieron causando furor. Mientras tanto, la cantante se fue cambiando de vestuario. Comenzó el concierto con una capa ligera, cual bruja aplaudida por su aquelarre, y se puso después un vestido rojo en ‘En el centro del tornado’, que la elevó desde el escenario con unos cables. A todo esto hay que añadir una escenografía muy trabajada que combinó videos de paisajes con momentos psicodélicos del concierto. Durante ‘La suerte’ aparecieron sombras de Eva cambiando de color mientras corren y bailan; y en ‘ Salir corriendo ‘, que escribieron para apoyar a una amiga que sufría violencia machista, se proyectó un video de la maratoniana olímpica Ester Navarrete.’Viernes santo’, ‘Los demonios del fuego’ y ‘No lo entiendo’ derrocharon energía en un grupo que parece estar más en forma que nunca. Con buen sabor de boca el dúo dio por concluida la gala con ‘ Ahí estás ‘, esa emotiva balada que cuenta con más de tres millones de reproducciones en Spotify. Eva Amaral acabó arrodillada ante su público en una muestra de agradecimiento por la última ovación.

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