Un verano de opa, UCO y Greco

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Un verano de opa, UCO y Greco

BBVA completará la opa sobre el Sabadell, caiga quien caiga y cueste lo que cueste. Los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) seguirán cayendo sobre las empresas partícipes del trajín de la corrupción, y las instituciones europeas seguirán sacando los colores al Gobierno español por su capacidad para quemar la reputación propia y ajena con tal de aferrarse al poder. Todo ello sucederá entre lo que queda de julio y el conjunto de agosto, en un tórrido verano que le helará la sangre a más de uno.Vayamos por partes, que diría Jack ‘el Destripador’. La opa de la entidad de Carlos Torres sobre la de Josep Oliu parece que se torna imparable, como lo son las condiciones impuestas arbitrariamente por el Consejo de Ministros. Bruselas acaba de abrir un expediente sancionador a España por una operación que debería abochornar a más de uno. En el pecado llevan la penitencia, y al final el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, es el principal damnificado de una política obstructiva y prevaricadora, que atenta contra la normativa de Competencia comunitaria. Le valió el ridículo en su candidatura al Eurogrupo y ahora le cierra las puertas del Edén burócrata en el que chapotean colegas como su antecesora Nadia Calviño, hoy al frente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), o Teresa Ribera, vicepresidenta en la CE.Por eso Cuerpo es ahora el primer interesado en que el BBVA se zampe al Sabadell, para decirle a sus colegas europeos que las condiciones no eran tan malas. Da en hueso, porque le han fichado, como también lo han hecho con la dupla Sánchez-ZP , y ahora no hay un político de peso que quiera hacerse una foto con ellos. No hablemos ya de la presidenta europea, Ursula von der Leyen, que huele la sangre a kilómetros. La oficina de García Bosch trabaja a toda máquina en La Vela para completar una integración bancaria estival que no ha podido ser más perversa por la intromisión fatal del Gobierno. Una más. Y lo que queda por ver, porque la batalla del posicionamiento público estratégico no es precisamente ahora mismo el fuerte del BBVA.Seguimos. Los informes de la investigación policial no han hecho más que empezar, y por mucho que se vayan produciendo despidos fulminantes con sordina – el penúltimo el del número dos de Isabel Pardo de Vera en Adif–, falta por caer la pedrea de nombres, apellidos y mordidas en varias empresas cotizadas, que no hay corruptor sin corrupto que se precie. Todo ello en una nebulosa de casos y tiempos que se remontan a años atrás, con distintos gobiernos. Cambia la legislatura y la escandalera permanece. Interesante la vía abierta en torno al exministro de Hacienda de la era Rajoy, Cristóbal Montoro -destapado por ABC en 2017- justo cuando su delfín Alberto Nadal se proclama jefe de Economía del PP . La pareja de Nadal, Eva Valle, se ha largado del Banco de España entre no pocas voces que consideran que le ha hecho el caldo gordo a su buen amigo José Luis Escrivá, quien al fin y el cabo es una creación de los hermanos Nadal. No menos jugosos son algunos nombres que acompañan a la supuesta trama de Montoro para ayudar a compañías gasistas siendo responsable de Hacienda y utilizando un despacho con su propio hermano en nómina. Miguel Ferré y Alberto García Valera aparecen como conseguidores, ambos con un pasado coincidente en la ‘big four’ EY, consultora a la que el juez también dedica amplia atención. Curioso que Ferre sea ahora el director de reputación en Kreab España, empresa desde donde se pilotan los intereses públicos de STC, uno de los accionistas de referencia de Telefónica y por donde Moncloa metió la cuña para asaltar la operadora vía SEPI. Entrañable cruce de intereses entre el pasado y el presente, entre el PP de Montoro y el PSOE de De la Rocha.Luego está el informe del Grupo de Estados contra la Corrupción (Greco), que el Gobierno ha decidido desvelar el 1 de agosto sin duda para que los españoles no se aburran durante la operación salida y mantengan fresco el relato sobre la mangancia en el chiringuito playero. ¿Nadie les dice que se les ve el plumero? Quizás sí, pero les da igual, porque estamos en la fase del descaro. Ya veo al ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños : agárrame el cubata que voy a presentar los incumplimientos de España en materia de decencia y, de paso, la norma que permitirá a la Mesa del Congreso decidir quién es periodista y quién no y como tal quién puede acceder a la casa de la soberanía nacional. Ahí está la presidenta de la APM, María Rey, calladita no vaya a ser que alguien se dé cuenta de que a la vez presenta un programa en la muy ‘ayusista’ Telemadrid. ¿Hay alguien con sangre en las venas en las asociaciones profesionales de Prensa? Se ve que no.Y así avanzamos, como botes contra la corriente, en esta España de singularidades generalizables, como singular y general es el pavor que hay en órganos reguladores a un próximo cambio de Gobierno que acabe con sus poltronas y ponga en marcha un procedimiento de revisión judicial para saber, por ejemplo, por qué no se actúa cuando dimiten consejeros independientes –atentos este verano a los consejos de compañías cotizadas asaltadas– o cuando se juguetea públicamente con operaciones corporativas ficticias para inflar artificialmente el precio de la acción. Me da que este verano va a ser de mantita, brasero y mesa camilla para algunos. Estar a la sombra, aunque sea el temor, es lo que tiene.

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