Noelia Núñez , hasta hoy diputada y dirigente del PP, es el último caso de la ‘titulitis’ entre la clase política. Pero no es el único. Antes que ella, que ha presentado su dimisión de todos los cargos que ocupaba este mismo miércoles por la tarde, presidentes del Gobierno, ministros y altos cargos, han maquillado su formación académica para sacar provecho a nivel orgánico y en las urnas.Lejos quedan aquellos años en los que parlamentarios como Marcelino Camacho , diputado del Partido Comunista por la circunscripción de Madrid, alardeaban únicamente de su oficio en la documentación oficial del Congreso, hoy disponible en la página web de la Cámara tras la digitalización de las Cortes.Camacho, que fue diputado durante dos legislaturas, la Constituyente y la I -cargo que compaginó con el de ser primer secretario general de las Comisiones Obreras (CCOO)- presumía de tener estudios primario s para ingresar a continuación en ferrocarriles y haber sido fresador. Como él, Carmen García Bloise (PSOE), declaraba únicamente ser técnica comercial.Ahora, cuatro décadas después, la competitividad para figurar en un puesto más alto en las listas cerradas que elaboran los partidos políticos ha empujado a muchos de los candidatos a maquillar su formación académica para destacar frente al resto de aspirantes. En los hemiciclos del Congreso y del Senado, hoy, ya quedan pocos sin declarar ningún tipo de estudio superior.Bernabé, Gil, Puente, Sánchez…La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y número cuatro del PSOE, Pilar Bernabé , fue la última dirigente política en verse obligada a rectificar su currículum antes de Noelia Núñez. Tras su nombramiento como Secretaria Federal de Igualdad del PSOE , la web del partido la presentaba como «licenciada en Filología Hispánica y Comunicación Audiovisual en la Universidad de Valencia». Días más tarde, sin dar explicaciones ni asumir responsabilidades , pasó de ser licenciada a haber iniciado estudios, como la dimitida Núñez.Algo parecido ocurrió con Alfonso Gil , portavoz adjunto del PSOE en el Senado, que se presentó durante años como licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto. Tal como destapó ABC en su momento y reconoció el propio Gil, empezó la carrera pero no la llegó a terminar «por distintas circunstancias». Él mismo, aseguró a este periódico, que pidió corregir esos datos falsos en la web del Ayuntamiento de Bilbao del que llegó a ser segundo teniente de alcalde en 2007. Quince años después, cuando dejó el consistorio para ir a la Cámara Alta, seguía luciendo como licenciado .Noticia Relacionada estandar Si Feijóo abre la puerta a la expulsión de inmigrantes legales si cometen determinados delitos Emilio V. Escudero El presidente del PP alerta sobre las conductas de Zapatero tanto con el régimen de Maduro como con el gobierno chino y la empresa HuaweiPatxi López , portavoz del PSOE en el Congreso y ex Lehendakari ,también aseguraba que era ingeniero pero no superó el primer curso de la carrera . Como José Manuel Franco, ex líder del PSM, ex senador y ex presidente del Consejo Superior de Deportes, que presumió durante años de ser licenciado en Matemáticas en sus currículos oficiales, aunque no terminó la carrera.También el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente , presume todavía hoy en la web oficial del Gobierno de ostentar un máster en Dirección Política por la Fundación Jaime Vera . Sin embargo, cuando aún era alcalde de Valladolid y portavoz del PSOE, la entonces Secretaria Federal de Igualdad, Carmen Calvo, aseguró que «la Fundación Jaime Vera no es una universidad y por tanto no da títulos» . Por lo que ese supuesto máster no pasaba de ser un curso impartido por un «instrumento» del partido para hacer su formación interna.Además de todos estos altos cargos, la mayoría de ellos en activo a día de hoy, el primer escándalo sobre maquillaje en la formación académica lo protagonizó al inicio de su mandato el actual presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez . ABC reveló que su tesis doctoral que le hizo doctor en Económicas contenía decenas de corta-pegas de otros autores . Sánchez anunció varias demandas contra este periódico para defender su honor que nunca se llegaron a materializar.

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