«Donde Giorgia Meloni está conduciendo Europa». Este es el titular de portada del nuevo número de la revista estadounidense ‘Time’, dedicado a la primera ministra italiana . Escrito por Massimo Calabresi, jefe de la oficina en Washington del histórico semanario, el amplio retrato-entrevista de Meloni, redactado tras una conversación con la primera ministra el 4 de julio en el Palacio Chigi , sede de la presidencia del Gobierno, reconstruye la trayectoria política de la líder de Hermanos de Italia cuando se acaban de cumplir 1.000 días de su llegada al poder, siendo su Ejecutivo el cuarto de más duración entre los 68 que ha tenido la República italiana, desde 1946. Para la revista, Giorgia Meloni, de 48 años, se ha convertido en una de las figuras más interesantes de Europa. Según ‘Time’, Meloni ha sorprendido a muchos de sus oponentes: en el ámbito nacional, ha moderado algunas de sus posturas más radicales, mientras que en el escenario internacional, escribe ‘Time’, Meloni se ha comportado menos como una revolucionaria de derechas que como una conservadora pragmática. Meloni ha apoyado a la Unión Europea, la OTAN y Ucrania, ha trabajado para aislar a China y ha actuado hábilmente para reconciliar la tensa relación entre Estados Unidos y Europa al inicio del segundo mandato del presidente Donald Trump. En el camino, ha conquistado a líderes de todo el espectro ideológico, desde Biden hasta la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , y el vicepresidente J. D. Vance.Tras casi tres años de mandato, Meloni es descrita por ‘Time’ como una de las figuras más convincentes de Europa , cuyo estilo de liderazgo podría tener un impacto significativo mucho más allá de las fronteras italianas. Precisamente en la red social X, ‘Time’ explica que «su liderazgo podría cambiar el mundo».Noticia Relacionada estandar Si Duros sistemas de selección para los altos funcionarios en Italia y Alemania Ángel Gómez Fuentes Con la reforma propuesta por el Gobierno, España se desmarca de sus vecinos europeos y opta por otorgar la formación antes de obtener la plazaEl artículo de ‘Time’ presenta a Meloni como una líder capaz de romper con la retórica neofascista y convertirse en un referente para la nueva derecha europea, combinando con éxito el apoyo a la OTAN, la UE y Ucrania , sin dejar de evocar un nacionalismo identitario. Precisamente, al preguntarle ‘Time’ qué tipo de nacionalismo apoya, Meloni responde que el suyo es «principalmente una forma de defendernos de una globalización que no ha funcionado». Afirma que su intención es «reconstruir nuestra identidad, reconstruir nuestro orgullo, el orgullo de ser quienes somos, cueste lo que cueste».Meloni, continúa el artículo, está construyendo un nuevo tipo de nacionalismo: populista, nacionalista y prooccidental, comprometido con las alianzas europeas y atlánticas. «Ante todo, debemos defender lo que somos, nuestra cultura, nuestra identidad, nuestra civilización», afirma. Meloni, según ‘Time’, apoya un modelo democrático que «también pueda incluir a los partidos de extrema derecha, en lugar de excluirlos a priori».La portada de ‘Time’ ‘Time’ ‘Time’ se detiene a explicar la habilidad de Meloni, que quedó patente en su última reunión en la Casa Blanca con Donald Trump . La primera ministra italiana la preparó con un montón de fichas que detallaban su posición sobre todos los temas que podían tratarse, y superó la prueba pública con serenidad, enfatiza el articulista. «Soy capricornio», dice Meloni: «Digamos que estoy obsesionada con ciertas cosas». El autor relata a continuación que, una vez que la prensa abandonó el Despacho Oval, cuando la reunión con Trump se centró en Ucrania, Meloni defendió con vehemencia a Zelenski y la necesidad de apoyar a Ucrania hasta el final. Trump escuchó y respondió: «Él es un luchador, y yo soy un luchador».’Time’ analiza también las críticas a las políticas de Meloni en Italia. «Me han acusado de todo lo imaginable, desde la guerra en Ucrania hasta la muerte de personas en el Mediterráneo. Es simplemente porque no tienen argumentos», comenta la primera ministra: «No soy racista. No soy homófoba. No soy todas las cosas que dicen que dicen de mí».

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