La literatura económica refleja el grave problema de envejecimiento de la población que sacude a toda Europa y del que España no se libra, con lo que esto supone para el dinamismo del mercado de trabajo y para sostener los sistemas de protección tal y como están configurados, entre ellos el de las pensiones, muy presionado por la llegada de los ‘boomers’. Pero hablar del envejecimiento de las plantillas no es sólo hacerlo de malas noticias; las buenas llegan de la mano de factores como la productividad , que en el caso de los mayores es superior a la de generaciones más jóvenes para algunos de los analistas laborales. Servicios de estudios, organismos nacionales e internacionales como la OCDE o el Banco de España han dado la voz de alarma sobre un problema que en un horizonte cercano amenaza con entorpecer los procesos de reciclaje profesional que ya han puesto en marcha muchas empresas por las transiciones digital y ecológica . La organización con sede en París ya advirtió de que la población en edad de trabajar se reducirá en España un 30% en 2060.Este jueves han sido los datos de la EPA del segundo trimestre los que han vuelto a poner sobre la mesa esta realidad, en un momento en el empleo mantiene su velocidad de crucero. Entre abril y junio se sumaron medio millón de trabajadores al mercado de trabajo, con lo que el número de ocupados superó por primera vez los 22 millones, un récord que ha sido posible por el buen comportamiento del sector servicios y, sobre todo, por la hostelería. El empleo se comportó mejor que en el mismo periodo del año pasado, en el que se crearon 434.700 frente a los 503.300 de este año, pero peor es el escenario si se compara con el mismo periodo de 2023, cuando la generación fue de 624.200 ocupados. Sin embargo, es el segundo mejor registro de al menos la última década.Los datos de Estadística también constatan cómo el proceso de envejecimiento se ha agudizado en los últimos años. Mientras que en 2008 el 38% de los ocupados estaban por debajo de los 34 años , actualmente sólo el 25%. Por el contrario, el 22% supera los 55 años, mientras que en 2008 solamente eran el 12%, según refleja un análisis de Infojobs. En los últimos años también ha cambiado la composición de este grupo de población en función de su nacionalidad . En 2008 el 85% de los ocupados eran de nacionalidad española, porcentaje que ha caído seis puntos desde entonces y hoy está en el 79%.Varios son los factores que están detrás de este escenario de envejecimiento que acompaña a España en las últimas décadas, en el que la inmigración puede jugar un papel clave. La menor presencia de los jóvenes puede achacarse, por un lado, a la prolongación de su etapa formativa , pero también a la elevada tasa de paro juvenil en España, que se mantiene a la cabeza de Europa con un 25%, o el descenso de la natalidad. Crece el subempleoLas plantillas están más envejecidas y también crece el subempleo en España, los ocupados que trabajan menos horas de las que desean y están disponibles para trabajar más. El alza de este colectivo ha sido del 5% desde 2008, mientras que los ocupados lo ha hecho en un 8%. La representatividad de los subempleados sobre el conjunto de los ocupados es la misma en ambos años, del 8%. En términos absolutos, hay 1.701.200 personas que trabajan menos horas de las que les gustaría, frente a los 1.617.900 de 2008. Pese a ello, estas cifras están alejadas de los peores registros de los últimos 17 años. Fue en el segundo trimestre de 2013 cuando el subempleo alcanzó su máximo, con más de 2,6 millones de personas.

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