Prepárese, póngase cómodo y disfrute de este viaje en tren . Porque aquí, la atención al cliente es exclusiva. No tendrá que preocuparse de nada. Y si hay algo que necesite, pídaselo a la tripulación. Mientras tanto, déjese llevar, esté tranquilo y deléitese con los paisajes. Estamos a bordo del tren turístico de lujo Al Ándalus de Renfe que, con motivo de la celebración de su 40º aniversario , inicia una nueva etapa con la incorporación de Madrid, entre otras nuevas paradas, en su itinerario a partir de la temporada 2026. Por primera vez, la capital será punto de salida o llegada del viaje.Noticia Relacionada estandar No Lujo sobre raíles: el tren turístico que atraviesa el norte de España«Cuarenta años son muchos, sí», reflexiona José Antonio Rodríguez , jefe de ventas de trenes turísticos, con ABC mientras mantiene la mirada baja y reflexiva, tomando consciencia de su trayectoria. Él lleva más de treinta años al frente y conoce a la perfección cómo se ha ido renovando este tren.«El servicio ha ido cambiando muchísimo», rememora echando la vista atrás. «Hoy, la atención al cliente está muy personalizada . Recibe un servicio muy exclusivo -continua-. Al principio, no era así, no se conocía bien al cliente, no se sabía muy bien cómo actuar… Por entonces, sólo había un tren de lujo, el Transcantábrico . Después, nació el Al Ándalus». Hoy, Renfe cuenta con dos trenes de lujo más: el Costa Verde Express y el Expreso de la Robla .Nuevos destinos en 7 díasRememorando lo que hacían aquellos viajeros que cogieron el Al Ándalus hace 15 o 20 años, Rodríguez recuerda que « se hacía todo fuera del tren. Ni siquiera se comía en él ». La clave de los viajes de entonces era que los pasajeros «estuvieran mucho tiempo fuera, haciendo visitas, y vinieran al tren sólo para dormir. Entonces, los viajes eran más cortos, de tres o cuatro días».Hoy, el viaje a bordo del Al Ándalus dura 7 días y 6 noches , algo que permanecerá igual en 2026. Lo único que cambian son los destinos pues se amplía para incluir paradas en Extremadura, Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid, además de las tradicionales etapas andaluzas.Todas las habitaciones cuentan con baño RenfeEn concreto, la propuesta para el próximo año combinará patrimonio, gastronomía y paisajes del sur y del interior peninsular, con paradas en ciudades y municipios de gran interés cultural y turístico como Madrid, Aranjuez, Toledo, Cáceres, Mérida, Córdoba, Jerez, Cádiz y Sevilla . Los precios para el año que viene oscilarán entre los 6.000 y 7.000 euros por persona.Enclave a enclave, los viajeros podrán disfrutar de visitas únicas como el Palacio Real de Aranjuez , los molinos de viento de Campo de Criptana , las ruinas romanas de Mérida , la Mezquita-Catedral de Córdoba o el espectáculo ecuestre de Jerez.El tren Al Ándalus forma parte del catálogo de Trenes Turísticos de Lujo de Renfe . Con cuatro décadas de historia, representa un viaje en el tiempo a bordo de coches históricos que formaron parte de los grandes desplazamientos a principios del siglo XX. Estos vehículos, restaurados con especial cuidado, ofrecen altas prestaciones en confort y servicios.No falta detalle«Al igual que ha ido cambiando el cliente, lo han hecho los trenes», subraya Rodríguez. «Antes, viajábamos en coches cama con literas que no tenían ducha en la habitación . Tan sólo había un vagón con 20 duchas al que tenías que ir con tu albornoz por la mañana a primera hora a ducharte. ¡Era otra época!», rememora entre risas.Hoy, este tren cuenta con dos tipos de alojamiento: Suite Deluxe (20 habitaciones) o Habitación Gran Clase (12), ambas con cuarto de baño completo. Cada una de las estancias tiene teléfono para poder contactar con recepción en cualquier momento, armario ropero, minibar, maletero, hilo musical y sofás y camas, entre otros. La clave está en una orquestada organización por parte de la tripulación: de día, la habitación es acomodada por el servicio en modo sala de estar, con los sofás. A la noche, se despliegan las camas mientras los asientos desaparecen como por arte de magia. Todo ello sin que el cliente se de cuenta, pues en sólo unos minutos, la tripulación se encarga de ello mientras cenan o desayunan. Antes Después La Suite Deluxe en modo día y noche, con la cama desplegada Renfe«Aunque realmente en la habitación se pasa muy poco tiempo», apostilla. «Cuando uno viaja el tren, le gusta estar en los salones (el tren tiene cuatro vagones salón de los años 1928 y 1930), disfrutar de las vistas, acudir a los espectáculos, tomarse algo… y relacionarse. Se hacen grupos de gente más afín , se hacen amigos y comparten mucho tiempo juntos», explica.Antes Después La Habitación Gran Clase dispone de dos camas que se sacan a la noche mientras que por el día están recogidas RENFE«La calidad del servicio a bordo, las visitas turísticas… Todo ha cambiado», rememora el responsable. Y es que los viajeros del Al Ándalus, que son, en su mayoría, internacionales (sobre todo europeos, seguidos de Latinoamérica o EE.UU.), cuentan hoy con un autobús de lujo para facilitar los desplazamientos durante las excursiones y un guía multilingüe (español, inglés, francés y alemán) que viaja con ellos para atender sus propuestas y explicarles cada detalle, aunque luego cuentan con guías locales en cada destino. Asimismo, el viaje incluye las entradas para todas las visitas programadas entre otros muchos servicios y actividades a bordo. «Estamos muy pendientes del cliente desde el que se levanta hasta que se acuesta. La tripulación se desvive por cada viajero. Si quieren algo de madrugada, se les sirve. Da igual la hora. El tren está abierto las 24 horas del día para ellos. Queremos que estén como en sus casas», insiste Rodríguez.Coche restaurante del tren (arriba); uno de los salones, donde los viajeros pueden estar siempre que quieran (abajo izquierda); y el Tren Al Ándalus cuenta con una alta gastronomía (abajo derecha). RENFEEl viaje en el Tren Al Ándalus es también un recorrido por la mejor gastronomía, con productos de fama mundial como el aceite de oliva, el vino de Jerez o el jamón ibérico de Jabugo. Todos los desayunos, comidas y cenas están incluidos , tanto a bordo del tren como en restaurantes de reconocido prestigio. «El chef Ramón Celorio dirige la cocina», subraya, orgulloso de seguir viendo cómo aquel tren que vio nacer no deja de crecer y de adaptarse a los nuevos tiempos.

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