Jaime de los Santos (Madrid, 1978) se presenta como un perfil «políticamente incorrecto» dentro del PP, a pesar de emplear el lenguaje inclusivo cuando la frase se lo permite. Fue consejero de Cultura con Cristina Cifuentes, además de su mano derecha, y lleva dos años ocupando su escaño en el Congreso de los Diputados. Feijóo acaba de nombrar a este historiador que ha coqueteado con la novela vicesecretario de Educación y de Igualdad del partido. Gay y católico, es la cara LGTBI de los populares y se declara firme defensor de la cultura del esfuerzo. La universidad, dice, más que un ascensor social, debería ser una escalera. «No es justo subir sólo pulsando un botón, ¿no?». —El PSOE y sus socios les suelen ubicar en el mismo espacio político que Vox en materia de Igualdad. ¿Cuáles son sus líneas rojas?—Desde la izquierda y desde la derecha que representa Vox, miran las políticas de Igualdad del PP con la misma displicencia. Eso nos reconoce nuestro espacio de centralidad. El PP siempre va a tener como línea roja en cualquier la defensa de los derechos de cualquier individuo y en especial de las mujeres. Y es que desgraciadamente, tenemos una cifra escalofriante de 22 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o sus exparejas este año. —Y todos los años recuerdan que el PP recurrió al Constitucional la ley del matrimonio igualitario…—Hace 20 de años. Y luego Rajoy ganó las elecciones y no se alteró ni una coma. Cuando llegó el PP decían: «¡Que vienen los ultras, que vienen los malos!». Yo invito a que cualquiera de estos ciudadanos y ciudadanas se paseen por las diferentes comunidades que gobierna el PP y comprueben la realidad. En Madrid quitando a Carmena y Leguina, siempre hubo alcaldes y presidentes del Partido Popular. No lo haremos tan mal, no seremos tan peligrosos y oiga, si algo no soy yo es el LGBTfóbico y hasta donde sé Alberto Núñez Feijóo me acaba de nombrar vicesecretario. ¿Por ser gay? No, porque él no mira a sus colaboradores por lo que hagan en su vida íntima. —El PP registró su propia ley contra la trata, mientras el Gobierno prepara una ley abolicionista de la prostitución.—A la ministra de Igualdad le recomendaría que si se quiere volver a presentar en unas listas electorales lo haga como independiente. Hablan de abolicionismo cuando lo más repugnante del PSOE es que son responsables de mordidas de dinero y también de mordidas a la dignidad de las mujeres. Su situación no es que no dé para una ley abolicionista, es que da para una refundación del partido. —¿El PP pedirá al PSOE recuperar la tercería locativa?—En las últimas reuniones que Carmen Calvo y Cuca Gamarra tuvieron en 2022, la tercería locativa era uno de los puntos más claros en aquel proyecto de ley y quien la descuelga del texto es el PSOE, 24 horas después de que algunas de sus diputadas hubieran, incluso, sacado pecho. Además, los socios del PSOE son regulacionistas de la prostitución, y necesitan al PP si de verdad quieren sacar adelante esa ley abolicionista. Y de momento no se han puesto en contacto con nosotros. —Torre Pacheco desató un debate sobre eventuales tensiones sociales donde hay elevada población musulmana. ¿Comparte el PP esa preocupación?—No podemos convertir la excepción en regla, allí se juntaron los violentos con otros que venían de fuera a calentar. Pero del mismo modo que el alcalde de Torre Pacheco llamaba a la calma, también los imanes pedían a su comunidad que, por favor, respetaran la convivencia y las leyes. Que nadie nos convenza de que somos un país xenófobo, porque no lo somos; y que nadie pretenda convertir a España en un lugar de conflicto, porque no lo es. Pero esto no quiere decir que todo valga. La política exterior es imprescindible para cualquier país, pero más para España, por su cercanía con países emisores, y llevamos 7 años sin política exterior, sin política migratoria y con permanentes bandazos por parte del gobierno de Pedro Sánchez.«Lo de las leyes educativas es el camarote de los hermanos Marx. La próxima debe durarnos, al menos, 50 años»—Cambiando de tercio. Como responsable de Educación del PP, si el decreto del Gobierno que limita la creación de universidades privadas sale adelante, ¿cuál será su reacción?—Una vez más, las presiones de los partidos minoritarios están haciendo que este decreto no termine de clarificarse y que en algunos de sus aspectos quienes lo hayan dictado sean precisamente estos grupos con necesidades muy claras y ambiciones territoriales que nada tienen que ver con el bien común. Las comunidades del PP se plantearán como poco llevar al Constitucional un decreto que va directamente en contra de las competencias legítimas que tiene cada comunidad. La pregunta es recurrente: ¿por qué en el Gobierno de Pedro Sánchez todos los actos en materia educativa se hacen sin consenso? ¿Por qué la Lomloe se aprobó en plena pandemia cuando todavía estábamos con mascarillas y sin aproximarse a la comunidad educativa para construir una ley que fuera lo más aceptada por todos y por todas? Pues porque no están gobernando, están sobreviviendo. Volviendo al decreto, de lo único que deberíamos preocuparnos es de ofrecer las mejores formaciones y los mejores campus, y en lo que el gobierno está centrado es en limitar la posibilidad de cualquiera a crear una universidad. ¿Por qué tienen tanto miedo a la excelencia? Lo verdaderamente importante es que lo público esté acorde con las necesidades de los estudiantes y en permanente conexión con el mercado laboral.Noticia Relacionada estandar Si Sánchez podrá vetar las fusiones entre universidades privadas Beatriz L. Echazarreta Las adquisiciones entre campus ya existentes necesitarán el visto bueno de un órgano controlado por el ministerio de Diana Morant—Si Feijóo llega a gobernar, ¿se sacará otra ley educativa o se modificarán aspectos de la Lomloe?—Lo de las leyes de Educación en este país es como vivir en el camarote de los hermanos Marx de forma permanente. Si la ley orgánica era mala, la modificamos, la hacemos peor, no consultamos con nadie e intentamos acabar con la educación especial sin hablar con los padres y con las madres que la necesitan. ¿Para qué? A veces creo que para tener a ciudadanos y a ciudadanas cada vez más dóciles. El PP lo que defiende es un pacto de Estado por la Educación. Una ley que dure, por lo menos, 50 años. Que recupere la cultura del esfuerzo, la calidad y que devuelva al profesor sus prerrogativas, su autoridad.—La Selectividad común ha sido una de las medidas estrellas del PP en materia educativa en los últimos tiempos. ¿Propondrán una mayor homogeneidad curricular en todo el país para seguir avanzando?Se ha dado un gran paso, puesto que todos los presidentes de comunidades autónomas del Partido Popular firmaron un acuerdo para una EVAU común. Pero, efectivamente, hay muchísimos componentes que hay que seguir implementando y, sí, trabajaremos para que existan unos mínimos que además aseguren otra cuestión que es constitucional: la movilidad territorial. Las competencias educativas están transferidas y las comunidades autónomas son las responsables, pero desde el Estado hay que velar por una armonización y sobre todo por la calidad educativa. No puede ser que la Historia de España, por ejemplo, no solamente se estudie desde diferentes perspectivas, sino incluso dando importancia a períodos muy distintos. Hay que recuperar la enseñanza lineal de la historia. Soy historiador, yo no sería capaz de entender el siglo XX o incluso la Guerra Civil sin haber conocido la España finisecular o la de los primeros años del siglo. ¿Por qué tanto miedo al conocimiento? ¿Por qué la Lomloe, entre otras grandes barbaridades, ha minimizado el conocimiento?—En autonomías con lengua cooficial en las que ya gobierna el PP, como Baleares, algunos padres no pueden elegir en qué idioma estudian sus hijos.—Tenemos la suerte de vivir en un país que hace de la cooficialidad una riqueza cultural que ya quisieran otros estados. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña es el que marcó el mínimo de un 25% de castellano en lo vehicular que nadie ha cumplido. El señor Pere Aragonès dijo que jamás cumpliría y desde el socialismo se le señalaba como que era cosa de ‘aquel señor de Esquerra Republicana’, pero es que Illa ahora está haciendo lo mismo que hacía Aragonès. Alberto Núñez Feijóo en el Congreso del Partido Popular avanzó que cuando llegue a la presidencia del Gobierno trabajará por un 50% de uso del castellano reconociendo el derecho de los padres y las madres y por supuesto de los alumnos y de las alumnas a poder estudiar en castellano. En cuanto al gobierno de las Islas Baleares, me va a permitir que le diga, que no ha habido en 46 años de democracia mejor presidenta autonómica que doña Marga Prohens; y que allí, con ella al frente, a ningún padre que quiera que su hijo estudie en castellano se le va a quitar ese derecho. Cuando Feijóo hablaba de garantizar un 50% de castellano, por supuesto, no lo hizo de espaldas a la presidenta de las Islas Baleares.

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