Ironía on. Al fin los vídeos de Real Madrid Televisión lograron su objetivo largamente perseguido y el perverso Florentino ha conseguido arrancarle al reservado Louzán, más conocido como la vieja del visillo debido a su gran discreción, dos piezas vitales que ponen en jaque al colectivo arbitral y amenazan la supervivencia del fútbol. Desde su privilegiado puesto de asesor externo de Inteligencia Artificial del CTA, el malévolo pirata informático Chema Alonso , una especie de moderno Henry Every en cuyo domicilio localizó la UCO una foto con Raúl, tendrá la misión de ponerle la Liga en bandeja al quince veces campeón de Europa. El otro movimiento estratégico, según el especialista arbitral Iturralde González, sería la permanencia de Yolanda Parga, casada con Megía Dávila, a la sazón delegado de campo del equipo merengue, al frente del arbitraje en la Liga F, esa competición que ha ganado diez veces el Barça, el Athletic otras cinco, cuatro Levante y Atlético, tres Añorga, Oroquieta y Rayo, una Español, Extremadura, Oiartzun y Málaga y ninguna el Real Madrid. Ironía off. Tal y como anuncié aquí mismo hace ya algunos meses iban a intentar conseguir a base de subterfugios, clonazepames y mucha tinta de calamar que el exvicepresidente arbitral y su hijo, protagonistas junto al Barcelona del mayor escándalo de la historia del deporte español, terminaran siendo confundidos con un grupo folk y la gente dudara de si Molondrón era un éxito de Nuevo Mester de Juglaría o de Los Negreira. Pero todos sabemos qué pasó, también lo conoce mi amigo Itu aunque ahora quiera hacerse el despistado, y lo que pasó fue exactamente que un club participante en la Liga española estuvo pagándole durante 17 años al número dos arbitral. Eso es lo que pasó, lo que va a pasar es que mientras la justicia no dirima las correspondientes responsabilidades, la nuestra seguirá siendo una competición mugrienta. Sólo un débil mental puede tragarse la canción del pirata Chema Alonso. Sólo un idiota puede argumentar en serio que el fichaje del hacker tiene una influencia decisiva pero que Enríquez Negreira era un cero a la izquierda que pasaba por allí. Sólo un imbécil puede creer que esta era la revolución pretendida por el Real Madrid. El problema es que en España, y para nuestra desgracia, hay demasiado tonto a las 3 y, lo que es aún peor, muchos no lo son por convicción sino por puro interés.

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