Los peligros de la obsesión por estar morenos: lo que sí y lo que no deberías hacer para acelerar el bronceado

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Los peligros de la obsesión por estar morenos: lo que sí y lo que no deberías hacer para acelerar el bronceado

Una quemadura solar grave durante la infancia duplica el riesgo de melanoma en la edad adulta y cinco quemaduras con ampollas en esa etapa pueden aumentar el riesgo de este tipo de cáncer de piel en un 80%, según algunos estudios. Y no solo se trata de una enfermedad, que muchos ven lejana. Tomar el sol en exceso y sin protección es el mayor factor de envejecimiento . Aquellos que quieren estar morenos para sentirse guapos están comprando al mismo tiempo papeletas para arrugas, manchas y flacidez. Echarse aceite de bebé o de oliva, refresco de cola, crema hidratante mezclada con mercromina … son algunas de las locuras sin fundamento que durante años se han puesto en práctica para broncearse más rápido. «Utilizar aceites para acelerar el moreno exponiéndonos al sol favorece el daño a nuestra piel y las quemaduras. Cada quemadura es un daño tremendo a la piel que debemos evitar. El bronceado no debería ser un objetivo », advierte la doctora Marta Andreu, jefa del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Vithas Madrid La Milagrosa. La experta también desmiente que aplicarse un refresco de cola potencie el moreno. Lo que es real es que no protege frente al sol y que «el azúcar del refresco combinado con el resto de sus ingredientes (ácido fosfórico, cafeína, colorantes…) sobre la piel pueden irritar, obstruir poros y favorecer infecciones». Y con respecto a mezclar crema hidrante con mercromina, además de que tampoco vamos a conseguir nada más allá del tono que da el producto que es rojo, la doctora alerta de que la mercromina da alergias de contacto. «Es un antiséptico que no utilizamos en medicina porque daba muchos problemas de alergia. Además, si se utiliza en una superficie extensa puede provocar toxicidad por mercurio», afirma. La última para conseguir el deseado moreno son los sprays nasales bronceadores , de los que esta primavera alertó el Instituto Colegiado de Normas Comerciales (CTSI) de Reino Unido. En mayo, emitió una severa advertencia a los consumidores sobre «los peligrosos y no regulados» aerosoles nasales bronceadores que se comercializan en redes sociales. Estos productos pueden causar náuseas, vómitos, hipertensión e incluso cambios en la forma y el tamaño de los lunares. Aún se desconocen sus efectos a largo plazo en la salud, pero hay estudios que apuntan a una posible relación con el melanoma. Los sprays nasales bronceadores llevan ya algunos años en el mercado, pero el CTSI alerta de una nueva tendencia emergente: los aerosoles con sabores como melocotón, chicle, uva, fresa y lima, que son publicitados por vendedores en redes sociales. Estos mismos vendedores comercializan gotas y gominolas bronceadoras diseñadas para ser ingeridas. Algunos de estos productos contienen ingredientes peligrosos, incluyendo melanotan 2 , una hormona sintética que puede acelerar el bronceado, pero que no está aprobada por las autoridades sanitarias. Además, la inhalación de aerosoles puede irritar las vías respiratorias, con posibles síntomas como tos, estornudos y congestión nasal. La exposición repetida, según alerta el CTSI, podría provocar problemas respiratorios crónicos.«Estos sprays nasales bronceadores están prohibidos porque contienen un fármaco ilegal, el melanotan 2, un análogo sintético de la melanocortina, que estimula la producción de melanina. No está permitido su uso. Hay gente que lo utiliza ilegalmente porque como estimula los melanocitos te pones moreno, pero podría tener efectos secundarios nocivos », advierte la doctora Paloma Borregón, dermatóloga del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica de la AEDV (GEDET) y directora de la Clínica Kalosia. Las cabinas de rayos UVA tampoco son una alternativa. «Esos rayos son cancerígenos, producen envejecimiento cutáneo y lesiones en la piel», señala la doctora Marta Andreu. Ni el famoso ‘ callo solar ‘ que pregonan algunos influencers es una alternativa más sana que echarse fotoprotector. Los que viralizan esta peligrosa información proponen tomar el sol sin aplicar ningún tipo de crema solar, de manera progresiva hasta, supuestamente, conseguir que la piel haga una especie de callo, que genere resistencia al sol. La teoría de estos influencers es que, si se exponen reiteradamente a la radiación ultravioleta, conseguirán crear tolerancia y tener una piel más resistente. «El callo solar existe pero vamos a ver si nos interesa tenerlo», ironiza la doctora Paloma Borregón. «Con la exposición al sol la melanina se va estimulando y te quemas menos al final del verano que al principio, pero eso no quiere decir que no te haga daño el sol. Aunque tú no te quemes porque te vas curtiendo, sigues recibiendo daño, tus células siguen mutando y el riesgo de cáncer y envejecimiento será mayor», asegura. Pasa lo mismo con las cremas con un bajo índice de protección solar. Un FPS 2 es como no ponerse nada. «Siempre recomendamos un FPS 50 porque nunca nos aplicamos cantidad suficiente. Si partimos de esa base, al menos que tenga la mayor protección posible», recomienda la doctora Andreu. Arrugas, manchas y flacidezLa doctora Borregón afirma que en consulta ve como cada vez más gente incorpora el fotoprotector a su rutina diaria. «Ahora se valora una piel luminosa y más clara. El sol no solo produce cáncer de piel sino que es el máximo responsable del fotoenvejecimiento, que se traduce en arrugas, manchas y flacidez», apunta. Aunque advierte de que la gente se protege mucho la cara, pero no tanto el cuerpo. «Ahora sabemos que el estímulo de la melanina se eleva para todo el cuerpo no solo para la zona expuesta. Esto quiere decir que, aunque te tapes la cara, si te pones morena de cuerpo, te salen más manchas en la cara », señala la dermatóloga del GEDET. Además, la acumulación de daño solar eleva el riesgo de sufrir cáncer de piel y el melanoma es el más peligroso. «La lesión precancerígena más frecuente del mundo se llama queratosis actínica y es un precursor del cáncer de piel. Y el tumor más frecuente es el carcinoma basocelular . El melanoma es menos frecuente y más agresivo. Hace rápido metástasis», explica la doctora Borregón. Por eso, además de la protección solar, las dermatólogas recomiendan una revisión anual de los lunares. El riesgo con las quemaduras es mayor en los primeros años de vida. «Cuenta más un año de sol en la infancia que en el adulto. Esos años son los que determinan el cáncer de piel en el futuro», advierte Paloma Borregón. No se trata de esconderse del sol, pero sí de tomarlo con cabeza: evitar las horas centrales del día (entre las 12 y las 17h), aplicar fotoprotección de 50 para arriba en suficiente cantidad (para la cara, dos dedos de crema) cuando estemos al sol y reponerla cada dos horas. Y usar gorro o sombrero. «Si queremos hacer vitamina D , no más de 15 minutos de exposición de las extremidades sin protección por la mañana o a la tarde», añade. Si queremos lucir nuestra piel con un tono más oscuro, pero de forma segura, ambas dermatólogas consideran las cremas autobronceadoras como la mejor alternativa. Producen una tinción en las capas superficiales de la piel sin ningún efecto perjudicial.

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