Sobresueldos para cubrir plazas: «Quería ser médico rural y los 9.000 euros me ayudaron»

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Sobresueldos para cubrir plazas: «Quería ser médico rural y los 9.000 euros me ayudaron»

Tras tres años de ninguneo a la especialidad –desde 2021 habían quedado desiertas cada año decenas de plazas de Medicina Familiar en España, llegando en 2024 al récord de 559 vacantes– por primera vez, en la convocatoria de 2025, todas las plazas de Médicos Internos Residentes (MIR) de Medicina Familiar se han cubierto. El sector celebra el cambio de tendencia, dada la necesidad de médicos de familia –según datos del Ministerio de Sanidad hay un déficit de 4.500 profesionales–, y lo atribuye, en parte, a los ‘ganchos’ lanzados por los gobiernos autonómicos y central para «fidelizar» y «captar» nuevas vocaciones en esta rama médica, considerada durante años como la ‘Cenicienta’ de la Medicina y una de las más tensionadas por el aumento de la demanda asistencial. Lo cierto es que en estos últimos tres años muchas comunidades han implantado mejoras e incentivos para hacer atractiva la especialidad a nuevos residentes (contratos de tres años a los que acaban la residencia, complementos salariales a los que eligen destinos de más difícil cobertura o mejoras en el salario base para evitar fugas a otras especialidades). Cataluña fue la primera en espolear las vocaciones y en su estrategia de rescate de la especialidad, activó en 2020 una medida pionera para «hacerla más atractiva» a los médicos noveles: un incentivo económico, de entre 5.125 y 9.225 euros al año –cuanto más alejada de las grandes capitales es la plaza a cubrir más aumenta la cantidad– para aquellos MIR que elijan ser médico de cabecera. Otras comunidades como Cantabria, Murcia, Madrid o Baleares han instaurado también incentivos en estos últimos años para hacer más atractiva la especialidad (incrementos en el sueldo base o complementos específicos para los que aceptan ir a zonas rurales, así como mejoras de las condiciones laborales). Pau Roca es uno de los MIR catalanes a los que estos incentivos ayudaron a acabar de decidirse a la hora de elegir especialidad. Este joven barcelonés, de 29 años, que está en el cuarto año de residencia en la Unidad Docente del Instituto Catalán de la Salud (ICS) en la región sanitaria de la Cataluña Central, tenía claro que quería ser médico en una zona alejada de las grandes ciudades , pero reconoce que el sobresueldo de 9.000 euros anual que ofrece la Generalitat por cubrir plazas de médicos de familia en esta zona fue un factor que tuvo muy en cuenta. Pau realiza su etapa final de residencia a caballo entre el Hospital Comarcal de Manresa (Barcelona) y el CAP Les Bases de la localidad.«Tenía conocimiento del complemento de sueldo que ofrecían y no es nada desdeñable. Esa cantidad extra en el salario me permite pagarme un buen alquiler y vivir en mejores condiciones, al margen de que aquí en Manresa la vida en general es más barata que en Barcelona. Quería ser médico rural pero los 9.000 euros extra ayudaron a que tomara la decisión», explica el residente en declaraciones a este medio. La elección de su destino fue, según explica, pensada. «Conocía Manresa y también su hospital comarcal . Tenía muy buenas referencias y me apetecía ejercer en un entorno en el que pudiera tener un trato más personal y cercano con los pacientes y también con los compañeros, y eso es muy difícil en los centros de salud de las grandes ciudades», explica Roca en declaraciones a ABC. «Aquí hay menos población y hay más posibilidades de hacer un mejor seguimiento a los pacientes y eso es algo que a mi me parece muy importante», señala el residente.Reconoce, como la mayoría de sus colegas de especialidad, que la medidina de familia es «muy vocacional». «La vocación siempre está. Quien quiere ser médico de familia lo es», asegura el facultativo. Pau siempre se sintió atraído por la especialidad y durante su etapa de formación se acabo de convencer de que era sin duda su destino. «Hice prácticas antes y después del Covid y pude descubrir lo completa que es la especialidad y lo importante que son los médicos de cabecera en el sistema», dice Roca.Reclama, en este sentido, una mayor presencia de la especialidad en los años de formación académica. «Debería explicarse mejor la importancia de la especialidad », señala el facultativo y subraya la idea apuntada con una cifra: «Entre el 80 y el90% de los casos que se atienden se resuelven y no son derivados».Noticia Relacionada Medalla Castelao 2025 estandar Si Rosa Rodríguez, médico de familia: «A veces, con solo ver entrar a un paciente en la consulta, sabes que algo no va bien» Patricia Abet Después de 35 años en el mismo centro de salud de La Coruña, y de recibir la Medalla Castelao 2025, por su trayectoria, la doctora radiografía el estado de la PrimariaDestaca también el papel de la medicina familiar como filtro para evitar la saturación de las urgencias. «La gente valora cada vez más la especialidad y confía en su médico de cabecera ante cualquier problema, sobre todo las personas mayores», asegura Pau Roca. Sus primeros años de contacto con la especialidad no le han defraudado. «Para nada. Se han cumplido sobradamente las expectativas», afirma. «Quería practicar una medicina con más contacto personal, más humanística en un entorno más controlado y lo he conseguido», concluye. Desde el sindicato Médicos de Cataluña (MC) atribuyen parte del éxito de esta convocatoria al efecto de estos estímulos, pero expresan una «euforia contenida» respecto al hecho de que este año porprimera vez no hayan quedado plazas desiertas en la especialidad. «No queremos sacar conclusiones apresuradas hasta que no se compruebe si se trata de una tendencia sostenida en el tiempo», mantienen portavoces del sindicato. Además, recuerdan que, «antes de asegurar que no habrá plazas vacantes, hay que esperar a las renuncias que se puedan producir antes o una vez los nuevos residentes se incorporen a los centros».

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