Desde este lunes a primera hora, 1.200 « influencers» y «misioneros digitales» están intercambiando impresiones sobre las dificultades y la aventura de hablar de su fe en redes sociales: cuestiones como el riesgo de la superficialidad, de la vanidad, la instrumentalización del éxito o la fama. No ha habido choque de egos. Cuando no había sesiones, en Via della Conciliazione y en los salones del Auditorium Conciliazione, se han visto muchos abrazos, presentaciones y selfies, de forma que quienes hasta ahora eran «followers» se han transformado en «compañeros» de café o de pizza. Durante las sesiones, el primero que ha tomado la palabra ha sido el cardenal Pietro Parolin, quien, mientras muchos alzaban sus móviles para grabarle y dejar constancia en redes de su presencia, los animó a proteger la «dimensión relacional» de las personas en el entorno digital, y a «asumir el ritmo de vida, las heridas, las preguntas y las búsquedas de quienes están allí», sin ceder a tres tentaciones insidiosas como «el anonimato, la superficialidad y el protagonismo». Noticia Relacionada estandar No El Papa León, «consternado» por la matanza de al menos 43 católicos en la República Democrática del Congo Javier Martínez-Brocal La mayoría fueron asesinados a tiros y machetazos este sábado mientras rezaban en una iglesiaEste lunes han escuchado también dos meditaciones de los jesuitas David McCallum y Antonio Spadaro, han escuchado explicaciones sobre la aportación del foro digital al Sínodo sobre la Sinodalidad, y han trabajado en grupos sobre los «desafíos y oportunidades de la misión digital» y «la llamada a la santidad en tiempos de red». Este martes tendrá lugar el momento que desatará más likes, pues por primera vez un Papa se reunirá con ellos. Por la tarde les espera una gymkana, una excursión a los jardines vaticanos y un «Festival de los influencers católicos» en una plaza del centro de Roma, «una noche de música y testimonios para celebrar juntos la misión de llevar esperanza al mundo digital desde distintas voces, países y culturas», según explican los organizadores. El balance de este primer encuentro es que en la galaxia de los «influencers» católicos hay muchas estrellas. Es difícil elegir entre los 1.200 participantes al encuentro en el Vaticano cuáles brillan con más luz. Esta selección es sólo un botón de muestra de quiénes son ellos, y sobre todo de lo que los católicos buscan en redes sociales.Fabio de Melo, el segundo influencer más seguido tras el Papa Triunfa con su música, su voz y sus consejos de dirección espiritualEl rey de los followers católicos, después del Papa Francisco que tenía 50 millones de seguidores en redes, es el sacerdote brasileño Fábio de Melo, que cuenta con casi 26.000.000 de admiradores en Instagram. Se presenta como «sacerdote, escritor, cantante, compositor, dos veces nominado al Grammy Latino, presentador del programa Dirección Espiritual en la televisión Cançao Nova», un canal católico de corte carismático que triunfa en el país carioca. El padre Fábio triunfa con su música, su voz y sus consejos de dirección espiritual. Roberto Celestri, un joven apasionado por el arte religioso El arte cristiano llevado a la pantallaEn las redes de Italia tiene gran éxito Roberto Celestri, pues presenta un programa de televisión sobre divulgación de arte. Quienes trabajan en ese medio juegan con ventaja y por eso reúne sin problemas 620 mil seguidores en Instagram, donde se presenta como un «apasionado del arte». Lo cierto es que aporta muy buenos contenidos y presenta la fuerza de la belleza y la cultura, que en Italia se identifica a menudo con obras de arte sacra. Heriberto García Arias, el méxicano que perdió la vergüenza El sacerdote que tenía pánico a hablar en público, convertido a influencerEn el primer festival de «influencers» católicos, en la JMJ Lisboa 2023, fue recibido con más aplausos y gritos por parte de sus fans que Justin Bieber. El sacerdote mexicano Heriberto García Arias tiene en Instagram 286 mil seguidores, 239.000 en Facebook y 87.000 en YouTube. Y eso que antes de «convertirse» era disléxico y tenía pánico a hablar en público. No canta ni habla de arte. Se presenta como «sacerdote católico», y dice que en su canal «encontrarás reflexiones y respuestas para tu fe». Tiene 37 años y estudia en Roma, donde puede vivir con cierto anonimato. Ofrece contenido, siempre con una sonrisa y una mirada sincera de la que sabe sacar partido. Patricia Trigo, la artista Divulgar religión a través del arteLa artista Patricia Trigo no está en el Jubileo de los Influencers pero tiene un puesto reservado en la memoria de los móviles de millones de católicos. En su cuenta publica ilustraciones sobre la vida de Jesús y los santos en las que con cuatro trazos, ojos grandes y sonrisas, transmite ideas con más fuerza que muchas homilías. «Soy patité, ¡la de los dibujos!», se presenta a sus 178.000 seguidores. «La belleza está en los ojos del que mira», asegura.Xiskya Valladares, la misionera que comparte vida Misionera digital, profesora y artesana del cueroLa hermana Xiskya Valladares es una monja pequeñita pero con la fuerza de un roble. «Soy misionera digital, profe en la uni, y en mis tiempos libres artesana del cuero. Aquí solo comparto vida», escribe en su perfil de Instagram, que tiene 57.600 «follower». Cuenta su día a día, responde a preguntas de fe y rompe el paso con bromas. «No tengo enemigos sino fans confundidos», publicó hace unos meses.Hakuna, la banda que tocará en la basílica de San Pedro Pop cristiano que llena estadiosLa banda Hakuna no necesita presentación y seguramente arrancará tantas lágrimas y aplausos en el encuentro del sábado por la noche en Tor Vergata, como lo hace con sus canciones en Spotify e Instagram. Con pleno derecho acuden al encuentro del Vaticano, pues presumen de 118.000 seguidores. El lunes cantarán incluso en la basílica de San Pedro. «No somos de piedra, algo se está moviendo», escriben en uno de sus últimos post.Rafael Capo, el sacerdote que ayuda a cuidar el alma y el cuerpo El cura que combina fe y fitnessEl cura Rafael Capo, que cuenta con 111 mil seguidores es el principal exponente del curioso sector «Faith and fitness», fe y deporte, que atrae a miles de católicos y no católicos. Es un sacerdote que ayuda a cuidar el alma y el cuerpo, con consejos espirituales y deportivos. Para presentarse, cita nada menos que a san Pablo, «Fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder». «No se trata sólo de levantar pesas, sino de mantenerse firme, arraigado en la fe, blindado en la verdad e impulsado por un propósito», escribe. «Cada repetición me recuerda: no sólo estoy entrenando los músculos, me estoy entrenando para la misión. Estoy en forma para el Reino de Dios. Fuerte en cuerpo, mente y espíritu».José Juan Borre, el sacerdote «soñador» La oración de los solterosJosé Juan Borre no es como el cura musculoso de Miami, sino como el párroco medio que encontramos en nuestras ciudades, sonriente, calvo, con barba, normal y corriente. «Soy un sacerdote soñador, increíblemente feliz. Mi aventura de seguir a Jesús te la cuento aquí». Ofrece contenido para católicos y una de sus últimas publicaciones es una curiosa «oración de los solteros». Lo leen en Instagram 92.000 seguidores. Bernardo Ross, el sacerdote Legionario de Cristo que invita a rezar más ¿Que pasaría si por un día sustituimos el móvil por Jesús?El hermano Bernardo es un sacerdote Legionario de Cristo que publica en Instagram vídeos breves muy divertidos con su día a día y consejos de fe. «Vamos a hacer que la santidad sea algo normal», propone en su perfil a sus 90.000 seguidores. En sus últimos vídeos, presenta al perro más católico de Roma, y explica cómo cambiaría la vida «si sustituyes tu móvil por Jesús, durante un día». Consigue hacer reír y rezar.Abel de Jesús, el divulgador español de teología El divulgador canario loco por JesúsEl segundo de los españoles católicos que pisa más fuerte en las redes sociales es el profesor de religión, Abel de Jesús, con más de 81.000 seguidores. «Divulgador de teología en Youtube. Escribo, doy clase y hago arte. Loco por/a causa de Jesús», se presenta. Sus vídeos son inteligentes, muy originales y su autor tiene éxito porque es un gran provocador. «Cuando los cristianos perdemos la fe, convertimos la liturgia en fiesta, la pastoral en entretenimiento, la dirección espiritual en psicoterapia, la santidad en ética y la oración en consumo de experiencias sentimentales», denunciaba en uno de los más recientes.

Leave a Reply