¿Te has dado cuenta que tras el verano, en torno a septiembre, se suceden numerosas rupturas? Ocurre exactamente lo mismo en enero y no es en absoluto casualidad. En ambos casos venimos de disfrutar de unas vacaciones y ese es el punto a tener en cuenta si durante el resto del año no compartimos muchas horas con nuestra pareja .El verano es una época en la que surgen muchos amores, pero también finalizan. Al menos es lo que reflejan las estadísticas: aumentan las rupturas en las fechas estivales y los motivos son variados. Tal como indica Sebastián Girona, psicólogo experto en relaciones de pareja, la mayoría de las parejas esperan a las vacaciones deseando compartir más tiempo juntos e intentar disfrutarlo. Y algunos descubren lo que temen. Noticias relacionadas estandar Si Tres meditaciones para conectar con tu entorno y disfrutar de los encuentros este verano Belén Colomina estandar Si Infidelidad sexual y emocional: cuál duele más y cómo se superan Melissa González«La rutina del día a día les ha alejado tanto como pareja que ya no saben comunicarse ni disfrutar juntos . Esa falta de tiempo que les roba el trabajo, unido al resto de las ocupaciones, ha creado un abismo entre ellos que ambos intuían», expone el experto. Por tanto, las obligaciones han ayudado a evitar que confronten esa lejanía que en el verano se hace más evidente.Del mismo modo, Silvia Sanz, psicóloga, sexóloga y autora de ‘Sexamor: todas las respuestas para la vida sexual y amorosa’, señala que, de alguna manera, la pareja viene acumulando ciertos problemas y tensiones durante el año regular, y esas tensiones pueden aparecer por la sobreexposición que implica estar juntos durante las vacaciones: «Todo lo que veníamos barriendo debajo de la alfombra aparece al lado del mar, por decirlo de alguna forma. Esto genera conflicto y tensión».¿Qué pasa en verano?En verano es cuando disfrutamos del mayor número de días de vacaciones y si tenemos pareja lo normal es coger esos mismos días para así gozar de más tiempo juntos, ya sea en casa o en otra ciudad. Pero, ¿qué ocurre? Que, como contaban los expertos, pueden aparecer tiranteces que en el día a día no.«Durante la época estival se enfrentan a pasar más horas desocupados y ocupados en estar el uno con el otro, y es ahí cuando descubren todo lo que les aleja y las dificultades que tienen: la falta de sentimientos, los rencores acumulados, la necesidad de sentirse entendidos y la frustración que les produce no lograrlo, la falta de aficiones comunes, puntos de vista diferentes, la pérdida de conexión física y emocional», comenta Sebastián Girona. Al parecer, se llega incluso a olvidar los modos de acercarse al otro físicamente hasta no tener ningún encuentro sexual y llega la duda: ¿quiero estar con mi pareja? ¿Soy feliz ?Para el experto, no es el tiempo que compartes con tu pareja lo que desgasta, es la falta de calidad del mismo que no se ha logrado lo suficiente el resto del año. «Las relaciones hay que cuidarlas cada día, como una planta, con pequeños gestos, detalles, con respeto y cariño. Y, sobre todo, sin dar todo por sentado, el hecho de estar juntos no os garantiza el amor para toda la vida. Hay que saber querer y querer amar», comenta.Cómo se genera el conflictoEn palabras de Silvia Sanz, esto ocurre porque se vienen postergando ciertos temas importantes de los que es importante hablar: «Durante el año tenemos muchas instancias para tomar distancia u ‘oxigenar’ el vínculo: el trabajo, las actividades, los amigos… Pero durante las vacaciones estamos 24/7 con nuestra pareja , y esa sobreexposición puede ser muy negativa si la relación no está bien». Este sería el principal motivo por el que se generan los conflictos».Silvia Sanz señala que puede que logremos transitar las vacaciones, porque estamos más relajados, «pero al volver a la rutina con el estrés que eso conlleva, si las vacaciones no han sido positivas , la pareja puede entrar en una crisis decidida». La psicóloga revela que el motivo de fondo suele ser que la pareja no dialoga cuando debe hacerlo. «Se acumulan cosas y cuando finalmente hay más tiempo (en vacaciones) todo estalla. Muchas parejas van descartando una herramienta fundamental: el diálogo. Muchas veces, especialmente las mujeres, sienten que hablar ya no sirve. Dicen: ‘¿Para qué le voy a decir esto otra vez si ya se lo dije diez veces y no cambia nada?’. Esa sensación de inutilidad lleva a abandonar la conversación , y así se llega al verano con el vínculo desgastado o incendiado».Pero no hay que confundir llegar a las vacaciones y que salgan mal con que no sea bueno pasar tiempo con la pareja. Tal como asegura Silvia Sanz, en muchas ocasiones pasar mucho tiempo juntos puede desgastar la relación pero en otras muchas no. «Depende del grado de compañerismo. Si el compañerismo (que es una de las columnas maestras de la pareja) funciona bien, si existe un alto nivel de amistad (sin ser solamente amigos), entonces compartir mucho tiempo juntos puede ser incluso una oportunidad para fortalecer ese vínculo», señala.Ahora bien, si la pareja no tiene ese compañerismo (algo que, muchas veces, es una debilidad especialmente presente en los hombres), esa sobreexposición puede generar conflictos. «Lo que va a pasar es que se va a sentir con más fuerza esa ausencia de verdadera camaradería», dice.Cómo superar una rupturaUna ruptura es un duelo , y es complicado tanto para el que decide finalizar como para el que recibe la decisión de finalizar. Ambos sufren la pérdida de lo que fue: unos por no tenerlo y seguir anhelándolo y otros por sentir una mezcla de emociones como; culpa, miedo o rencor al tomar la decisión.Las claves para superar una ruptura no son mágicas, pero una de las primeras claves es aceptar es que se necesita tiempo y que es un proceso cambiante: unos días parece que te vas a encontrar mejor y otros vuelves al punto inicial, como una montaña rusa. Hay diferentes fases que van transicionando de una a otra: negación, rabia , aceptación y superación.«Una vez que entendemos nuestras emociones podemos pasar a la acción. Y con ello me refiero a dedicar tiempo para sentir la perdida, el dolor, la tristeza, pero también para cuidarnos», insta Sebastián Girona.- Rodearnos de figuras de apoyo : amigos, familia… que os ofrezcan escucha, cariño, acompañamiento. – Realizar actividades que antes eran gratificantes y cuidarnos físicamente: descansar lo suficiente, comer bien, caminar o hacer deporte… – Cambiar el enfoque para no agudizar el dolor . Es frecuente recordar solo lo positivo de la relación una vez que se finaliza, idealizamos a la pareja de un modo que dificulta el duelo. En otras ocasiones, la rabia se apodera del recuerdo de toda la relación y se demoniza al otro.Por ello es importante intentar enfocar el recuerdo de la relación de un modo objetivo, poniendo en la balanza lo positivo y lo negativo, recordando los aspectos que no compensaban y que nos ayudan a seguir nuestro camino para poder aprender de los errores que hemos podido cometer. «Haciendo hincapié en que nadie tiene la culpa, recuerda que una relación es de dos y ambos sois responsables de la pareja, de cuidarla o mantenerla lo mejor que cada uno sabía o podía», dice el psicólogo Girona.«Va a ser un duelo y como todo proceso va a implicar ciertas etapas: a veces vamos a estar tristes, otras enfadados, a ratos en negación, en otros momentos aceptaremos la situación… Y esas emociones pueden aparecer en un mismo día o cambiar de una semana a otra. Hasta que poco a poco, vamos notando que nos pasan otras cosas, que sentimos distinto. Y es ahí cuando empezamos a entender que ese duelo se está empezando a superar», concluye Silvia Sanz.

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