El juez que investiga a Íñigo Errejón por un presunto delito de agresión sexual que se habría producido en octubre de 2021, según denunció Elisa Mouliáa, ha acordado este jueves que no pedirá deducir testimonio para investigar a la actriz por obstrucción a la justicia . Responde así negativamente a la petición de la defensa del exdiputado que solicitó que se investigara por ese delito Mouliaá, a la que acusaba de tener una «conducta coactiva e intimidatoria» con Soraya, una de las organizadoras de la fiesta en la que presuntamente el exdirigente la agredió sexualmente.En su escrito, la defensa de Errejón hacía alusión a las conversaciones aportadas a la causa en las que Mouliaá se comunicaba con la testigo solicitando que «secundara su declaración judicial y su denuncia».Noticia Relacionada estandar Si La Audiencia Provincial da la razón a Errejón y no tendrá que entregar el contenido de su móvil Javier Lillo Anula la decisión del juez que acordó que la Policía analizará los terminales del político y de MouliáaEn esos mensajes, recogidos en un oficio de la Policía Nacional, Soraya pidió a la actriz en una conversación privada que dejase de «inventar», y Mouliaá le advirtió de cara a su declaración como testigo: «Si luego vas y dices que yo estaba ‘superhappy’, me jodes viva».Amistad «intima»Ahora, el juez Adolfo Carretero indica que fue la testigo la que inició las conversaciones «con la que hasta la fecha de los hechos tenía una amistad íntima, llamándole posteriormente la Sra Mouliáa, resultando natural que dos amigas íntimas puedan comentar lo sucedido ya que no eran extrañas «. Además, explica que tras estudiar las conversaciones, entiende que las mismas no contienen «ninguna amenaza expresa ni intimidación vertida por Mouliáa, (…) sino una confrontación de pareceres, en ocasiones fuerte, en relación con los hechos denunciados, no pidiendo a la testigo que mintiese o dijese su versión, sino que no le perjudicase o que dijese que no vio nada si es que fuese así, ya que los hechos sucedieron en la intimidad». Apunta el juez que hablar con un testigo amigo antes de la declaración «no constituye una amenaza o intimidación máxime cuando la testigo declaró lo que tuvo por conveniente» y no parece que fuera «muy influida por la Sra Mouliáa, si no más bien lo contrario».Carretero suma a esto que tampoco procede ampliar denuncia por ese mismo delito contra Errejón, pues fue el testigo «el que se puso en contacto con él» y no consta que «le amenazase e intimidase ni le dijese expresamente lo que tenía que testificar».

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