Con la llegada de las vacaciones escolares, muchas familias aprovechan el tiempo libre y el buen clima para disfrutar de actividades al aire libre. Entre ellas, enseñar a los más pequeños a montar en bicicleta se consolida como una de las experiencias más significativas del verano, no solo por el componente lúdico, sino también por su impacto positivo en el desarrollo infantil.Montar en bici representa un hito en la infancia. Esta actividad mejora la coordinación, estimula la autonomía y refuerza la autoestima de los niños. Según datos de Cleverea, especializada en seguros de bicicleta, nueve de cada diez españoles saben montar en bicicleta y tres de cada diez la utilizan semanalmente como medio de transporte para trabajar o estudiar. Estas cifras demuestran que aprender a pedalear no es solo un juego de verano, sino una habilidad para toda la vida.El momento ideal para iniciarse está entre los 3 y los 6 años. En esas edades, los niños ya han desarrollado cierto control motor y capacidad para seguir instrucciones. Lo más recomendable es comenzar con bicicletas de equilibrio, sin pedales, que permiten a los más pequeños adquirir estabilidad sin necesidad de ruedas de apoyo. Noticia Relacionada estandar No Las ventas de motos se disparan por encima del 22% en julio Patxi Fernández La industria de la moto y los vehículos ligeros matriculó 31.261 unidades el pasado mes, impulsada por la fuerte demanda de escúteres y motocicletas de carreteraCuando han ganado confianza, pueden pasar a una bicicleta con pedales, muchas veces sin necesidad de ayuda extra. Aun así, cada niño tiene su propio ritmo, y los expertos insisten en evitar la presión para no generar rechazo.Una de las claves del proceso es contar con un equipo de protección adecuado. El casco es obligatorio, debe ajustarse bien y estar homologado, mientras que rodilleras, coderas y guantes pueden evitar lesiones leves que arruinen la experiencia. La elección de la bicicleta también influye notablemente. Debe ser del tamaño adecuado, permitiendo que el niño toque el suelo con los pies al estar sentado, lo que incrementa su sensación de seguridad.El entorno donde se practica también marca la diferencia. Lo ideal es una explanada amplia, lisa y libre de tráfico, sin obstáculos ni pendientes. Antes de comenzar a pedalear, es importante que el niño aprenda a usar los frenos con suavidad, para evitar caídas innecesarias. En los primeros intentos, los padres deben acompañarlos físicamente, sujetando el sillín —no el manillar— y corriendo a su lado, sin soltarlos bruscamente y siempre avisándoles cuando ya pedalean por sí solos.La práctica debe ser constante pero relajada. Enseñar a frenar con control, a detenerse correctamente y a colocar los pedales en la posición inicial ayuda a generar confianza. Una vez dominadas estas bases, se pueden introducir trayectos más largos o con suaves giros, e incluso convertir el aprendizaje en un juego, con pequeños retos y recorridos. En paralelo, conviene empezar a enseñar normas básicas de circulación, como mirar antes de cruzar o respetar las señales.MÁS INFORMACIÓN noticia No 6 chaquetas moteras de verano: protección, diseño y frescura frente al calor en moto noticia No Las ventas de turismos crecen un 17% en julio acercándose a las 100.000 unidades noticia No Diccionario de ADAS: así nos ayudan a conducir«Verles montar solos, con una sonrisa de orgullo, es uno de esos momentos que no se olvidan», afirma Javier Bosch, consejero delegado de Cleverea.

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