En una industria que cambia de rostro cada semana, hay figuras que destacan sobre el resto y se mantienen firmes. Una de ellas es Adam Sandler, el artista que pasó de hacer reír en Saturday Night Live a construir una carrera sólida y exitosa en Hollywood, sin escándalos y sin traicionar su estilo.Hoy, con el éxito arrollador de Happy Gilmore 2 —estrenada el 25 de julio en Netflix y que incluye 74 cameos de celebridades— Sandler se ha conviertido en el fenómeno del verano. Desde estrellas del deporte como Rory McIlroy, hasta artistas como Eminem o Bad Bunny, aceptaron aparecer en su última película, no por un cheque millonario, sino con una simple llamada.te recomendamos El proyecto televisivo que une a Mar Flores y a su hijo, Carlo Costanzia: «Es un regalo» Laura G. Calleja Marieta revela todos los detalles de su boda con Suso Álvarez tras la pedida de mano Daniella Bejarano«No hubo managers. No hubo negociaciones interminables. Hubo cariño, confianza y amistad. Si Adam te llama, tú dices que sí. Punto» , comentó un miembro del elenco. Porque lo sorprendente no es solo el éxito de la película: es la manera en que Sandler ha construido un legado de respeto en una industria donde eso parece casi imposible.El actor reconoce que pedir favores le cuesta. «Me encanta Eminem. Soy amigo de Eminem, pero no quiero molestarlo. Y todo el mundo decía: ‘Amigo, Eminem sería divertidísimo en este papel’. Y yo pensaba: ‘ No quiero arruinarle la vida a este tipo. Está pasando el rato . Está en Detroit. Está haciendo su vida, grabando discos’. Y entonces empecé a pensar: ‘Pero sin duda sería divertido si lo hiciera’», relató.Sobre la participación de Bad Bunny (Benito Antonio Martínez Ocasio) declaró: «Bad Bunny demuestra un carisma y una naturalidad que traspasan la pantalla».Post Malone, Rob Schneider, Steve Buscemi, Kevin James, Guy Fieri… todos aceptaron sin dudarlo. «Adam no llama como una estrella. Llama como un hermano», confesó uno de los participantes.En el reparto también aparecen su esposa Jackie (con quien está casado desde 2003), sus hijas Sunny y Sadie e incluso su madre aparece en una escena . Porque, como él mismo dijo en una entrevista: «Si no puedo compartirlo con ellos, no tiene sentido hacerlo.»Un hombre sencilloAdam Sandler no encaja en el molde clásico del ídolo hollywoodense. No es un galán. No se deja ver en alfombras rojas con trajes de diseñador. No gana premios todos los años. Pero sí es uno de los hombres más queridos y respetados del cine estadounidense.Nacido en Brooklyn en 1966, Sandler creció en un entorno judío tradicional en Manchester, New Hampshire. Desde joven mostró inclinación por el humor, actuando en clubes de comedia mientras estudiaba en la Universidad de Nueva York.Su gran oportunidad llegó en 1990 con Saturday Night Live, donde creó personajes inolvidables, combinando canciones absurdas, voces ridículas y un humor irreverente que conectó con millones de personas.Tras dejar el programa, Sandler se consolidó como protagonista de comedias como Billy Madison, Happy Gilmore, El Aguador y Como si fuera la primera vez. Aunque muchas veces ignoradas por la crítica, sus películas han sido éxitos de taquilla y marcaron a toda una generación.Lo que pocos saben es que Sandler escribe, produce y financia gran parte de sus películas a través de su productora Happy Madison. Y, ante todo, siempre trabaja con los mismos amigos y colaboradores, muchos de ellos desde sus inicios.Cuando no está frente a las cámaras, Sandler lleva una vida sencilla. Se lo ve caminando en bermudas, jugando al básquet en parques públicos o comiendo en restaurantes de barrio. Esa naturalidad, que para muchos sería una estrategia de imagen, para él es simplemente parte de su esencia. « Nunca he intentado ser alguien más. Siempre fui este tipo que hace reír, que se pone la misma ropa, y que quiere que sus amigos trabajen con él» , dijo en 2023.

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