El expresidente brasileño Jair Bolsonaro se encuentra oficialmente preso por burlar las órdenes de la Corte Suprema de su país. El juez Alexandre de Moraes decretó el lunes arresto domiciliario del líder de la ultraderecha internacional por incumplir de manera flagrante las restricciones cautelares que le habían sido impuestas hace diez días. El domingo, Bolsonaro usó las redes sociales de sus aliados para difundir mensajes de apoyo e incitación a ataques contra las instituciones brasileñas durante las protestas que se realizaron ese día en su apoyo.En su decisión, Moraes afirmó que Bolsonaro utilizó las cuentas en redes sociales de sus hijos, los parlamentarios Flávio y Eduardo Bolsonaro, para publicar mensajes que, según el ministro, contienen un «claro contenido de incentivo e instigación a ataques a la Corte Suprema y apoyo ostensivo a la intervención extranjera en el Poder Judicial brasileño». Una de estas publicaciones, que motivó la decisión de Moraes, fue un video subido a la cuenta de Instagram del senador Flávio Bolsonaro, en el que el expresidente enviaba un mensaje a sus seguidores en una manifestación en Río de Janeiro.Las manifestaciones del domingo, realizadas en las principales ciudades brasileñas, reunieron millares de seguidores de Bolsonaro, que, vestidos con camisas de la selección de fútbol, levantaron banderas brasileñas, pero también de Estados Unidos, además de imágenes del presidente de ese país, Donald Trump, pidiendo la prisión del juez Moraes , el «fin del comunismo» y el derecho a la libertad de expresión.Noticia Relacionada estandar Si El Supremo de Brasil obliga a Bolsonaro a llevar tobillera y le prohíbe usar las redes Verónica Goyzueta La Policía registra el domicilio y la sede del partido del expresidente, acusado de planear un golpe de Estado para impedir que Lula da Silva asumiera el cargo en 2023Bolsonaro aprovechó esas protestas y el clima hostil para dar señales de la fuerza que tendría una candidatura suya, pese a ser inelegible y haber sido acusado por la Fiscalía por un intento de golpe de Estado, en una trama que incluiría un supuesto plan para asesinar a Moraes, al presidente Luiz Inácio Lula da Silva y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin.Moraes consideró que la actuación de Bolsonaro durante las manifestaciones, pese a no usar sus propios perfiles, fue una maniobra para eludir deliberadamente las restricciones que le habían sido impuestas. Las medidas cautelares originales, dictadas el pasado 18 de julio, incluían el uso de una tobillera electrónica y la prohibición de salir de casa por las noches y los fines de semana, así como la prohibición de publicar contenido en redes sociales o utilizar las de terceros con ese fin. Según Moraes, las últimas acciones de Bolsonaro mostraron «la necesidad y adecuación de medidas más graves para evitar la continua reiteración delictiva del reo», quien ya había sido advertido de las consecuencias de su desobediencia.La decisión de arresto domiciliario prohíbe las visitas al exmandatario, salvo las de familiares cercanos y abogados, y ordena la confiscación de todos los teléfonos móviles disponibles en la residencia. El ministro destacó que Bolsonaro produjo material para ser publicado por terceros, para evadir la censura directa y mantener una «influencia activa» en el debate político digital.La semana pasada, después de que se le impusieran las primeras medidas cautelares, Bolsonaro ya había sido advertido por Moraes al presentarse en un acto político con aliados en el Congreso y mostrarle a la prensa la tobillera electrónica que está siendo obligado a usar. La acción se volvió viral en las redes de sus seguidores, lo que llevó a Moraes a advertirle que cualquier desobediencia resultaría en su arresto.Bolsonaro, que debe ser juzgado en septiembre, está contando con el apoyo de sus hijos dentro y fuera de Brasil para evitar su condenación. Otro de sus hijos, el diputado licenciado Eduardo Bolsonaro se mudó a Estados Unidos en marzo, desde donde ha conseguido el apoyo de Trump para coordinar la aplicación de sanciones contra el juez Moraes y una imposición del 50 % en aranceles sobre productos brasileños. El juez Moraes, que perdió el visado a Estados Unidos y ha sido punido con una ley de restricciones financieras en negocios con Estados Unidos, calificó la estrategia como una «extorsión institucional», mientras Lula y otras autoridades han llamado la atención sobre el ataque a «la soberanía« brasileña.Las acciones de la familia Bolsonaro y del propio líder lo han ido acorralando. La Fiscalía apuntó el riesgo de fuga del expresidente, lo que llevó a Moraes a imponer medidas cautelares, como el uso de tobillera , que ahora han evolucionado al arresto domiciliario ante las reiteradas violaciones.

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