París, entre santuarios de la chanson, mercadillos de vinilo y tumbas de leyendas

Home People París, entre santuarios de la chanson, mercadillos de vinilo y tumbas de leyendas
París, entre santuarios de la chanson, mercadillos de vinilo y tumbas de leyendas

En las ciudades entregadas en cuerpo y alma al arte y la cultura, las rutas musicales apuntan en todas direcciones y llevan a lugares increíbles impregnados de historia y belleza. Pero sólo París tiene una ciudad dentro de la propia ciudad, que está exclusivamente dedicada a la música. Es la Cité de la Musique , epicentro inexcusable de este viaje a la capital francesa que recibe a los melómanos en la puerta de Pantin del barrio del Puente de Flandes.Este excepcional complejo arquitectónico de 30.000 metros cuadrados es un polo cultural único en el mundo que alberga varias salas de conciertos, un anfiteatro, un auditorio modular, una mediateca, espacios educativos y una sala de exposiciones que ha tenido protagonistas de todo tipo, desde Richard Wagner o Frédéric Chopin a Pink Floyd , John Lennon, Serge Gainsbourg o Miles Davis. Pero su atractivo principal es su espectacular Musée de la Musique , que contiene una abrumadora colección de instrumentos clásicos fabricados entre los siglos XV y XX, incluyendo violines de Antonio Stradivari, de la familia Guarneri, de Nicol o de Amati; pianos de Erard o Ignaz Pleyel; y saxofones de Adolph Sax.Noticias relacionadas estandar Si Pink Floyd no vuelve pero Roger Waters y David Gilmour siempre vuelven a encontrarse J. V. estandar No El exclusivo festival Wagner en Bayreuth no vende todas sus entradas por primera vez Rosalía SánchezLos coleccionistas de vinilos deben ir bien preparados para aflojar el bolsillo y con una maleta extra, porque en el Mercado Dauphine está el mayor espacio de venta de discos de segunda mano de Europa, donde se pueden encontrar preciados singles de Alain Delon, Gainsbourg o Johnny Hallyday , grabaciones antiguas de Edith Piaf y joyas de todos los géneros imaginables, con especial atención al rockabilly, el hip hop, el funk y la música latina y africana.Crocodisc, toda una institución en la ciudad ABCAdemás de este centro neurálgico de la pasión por el formato físico, París tiene varias tiendas desperdigadas por su mapa que son auténticos santuarios. No hay que dejar de visitar Crocodisc (42 rue des Écoles, 5th arr), toda una institución en la ciudad que tiene casi medio siglo de historia, y en el distrito 5 está París Jazz Córner (5 rue de Navarre, 5th arr), un precioso rinconcito que alberga más de 12.000 vinilos de jazz, blues, R&B, soul, latin y gospel. Los estudiosos del post-punk no pueden perderse Walrus Disquaire Café (34 rue de Dunquerque, 10th arr), los del rock sesentero, el punk y el garaje deben presentarse en el Vinyl Office (9 rue Trousseau, 11th arr), y a los del reggae y todo lo derivado de la cultura jamaicana se les caerá la baba en Patate (57 rue de Charonne, 11th arr).Aunque suene a topicazo, irse de París sin adentrarse en el Moulin Rouge es delito. Sus más de 130 años multiplican la emoción de disfrutar de sus espectáculos musicales (dos por noche, todos los días del año), y también hay visitas guiadas para descubrir (casi) todos sus secretos. A menos de media hora andando se puede hacer otra parada nocturna en el New Morning , un templo del jazz fundado en 1981 por el que han pasado mitos como Chet Baker, Stan Getz, Elvin Jones, Max Roach, McCoy Tyner, Dexter Gordon o Dizzy Gillespie.Al otro lado del Sena hay otro punto clave para los aficionados al jazz, la sala Caveau de la Huchette , una de las más antiguas de la ciudad. El local es fascinante: data de 1550, primero fue lugar de reunión de templarios y en 1772 se transformó en una logia secreta francmasónica, y desde su apertura como club de jazz en 1946 ha recibido a leyendas como Sidney Bechet, Lionel Hampton, Art Blakey o Memphis Slim, e incluso inspiró a Alan Sytner, estudiante en París en aquella época, para fundar el famosísimo The Cavern en Liverpool, clave en la etapa iniciática de los Beatles.Fachada del mítico Olympia de París ABCSi apetece un concierto más a lo grande, hay que intentar ver algo, lo que sea, en el auditorio Olympia , que ofrece una de las mejores acústicas del mundo y además de ser un lugar sagrado de la chanson también lo es para el devenir del pop, el folk y el rock. Sus tablas encumbraron a Georges Brassens o Jacques Brel, han recibido a Amália Rodrigues, Atahualpa Yupanqui, Paul Anka, Chavela Vargas, Nina Simone, Bob Dylan, Serrat, Sabina, Hendrix, Luz Casal, Leonard Cohen o Frank Sinatra, y en 1964, los Beatles y los Rolling Stones dieron allí, uno detrás de otro, sus primeros conciertos importantes fuera de Inglaterra.Para los amantes de la ópera, asistir a una actuación en el Théâtre du Châtelet (donde se entregan cada año los premios César) es un festival para los sentidos. Inaugurado en 1862, se erige como un tesoro estético e histórico que acogió estrenos legendarios como el ‘Petrushka’ de Ígor Stravinski en 1911 o el ballet ‘Parade’ de Erik Satie y Jean Cocteau en 1917, y en su escenario han tocado maestros con mayúsculas como Chaikovski, Gustav Mahler o Richard Strauss. Más reciente y austera (se inauguró en 1927 con la presencia de Stravinsky, Ravel, Paul Dukas, Reynaldo Hahn y André Messager), pero igualmente emblemática en este caso para los conciertos sinfónicos, es la Sala Pleyel , que junto al Teatro de los Campos Elíseos, la Sala Gaveau o el Teatro Nacional de la Opéra-Comique conforma la extensa red de auditorios de música de cámara de la ciudad.Tumba de Jim Morrison en el cementerio de Père Lachaise ABCAntes de terminar el viaje hay otro topicazo musiquero parisino, esta vez estrictamente roquero, que tampoco hay que dejar pasar porque uno nunca sabe cuándo volverá, o si volverá: la visita a la tumba de Jim Morrison en el cementerio de Père Lachaise , un lugar que dependiendo del cómo y del con quién, puede ser más emocionante de lo que parece.

Leave a Reply

Your email address will not be published.