Costa Brava: de refugio del Hollywood dorado al dominio del turismo de masas

Home People Costa Brava: de refugio del Hollywood dorado al dominio del turismo de masas
Costa Brava: de refugio del Hollywood dorado al dominio del turismo de masas

Calella de Palafrugell es, posiblemente, el pueblo más bonito de toda la Costa Brava. Al menos así lo creía James Stewart, el célebre protagonista de ‘La ventana indiscreta’ y ‘Qué bello es vivir’ . En 1953, cansado del bullicio de Hollywood y de la fama, viajó hasta el pequeño pueblo mediterráneo en busca de algo de tranquilidad. Una mañana se levantó temprano y decidió pasear por el puerto. A lo lejos, se percató de la presencia de unas personas cubiertas por una red enorme. Curioso por naturaleza, se acercó a ellos y les preguntó qué estaban haciendo. «Arreglando los agujeros de la red de pesca», dijeron éstos y el actor, al que nadie reconoció, se ofreció a ayudarles. «Adelante, amigo», dijeron Ésta es una de las muchas anécdotas que circulan sobre el refugio de grandes artistas del siglo XX en los pueblos de la Costa Brava. Más allá de participar en rodajes en la zona o de cumplir con largas promociones, la mayoría sólo buscaban espacios anónimos y tranquilos, en vacaciones privadas inolvidables. Stewart, que por supuesto no dominaba ni el español ni el catalán, se comunicó con ellos con un inglés rudimentario y con expresivos gestos . El caso es que acabaron por entenderse, el actor pasó horas ayudando a esas personas, y al final el protagonista de ‘Vértigo’ le regaló su sombrero de ala ancha a uno de ellos.Estos encuentros con famosos eran habituales en los años 50, cuando los pueblos de la zona todavía conservaban un aire rural y tranquilo y el turismo masificado no los había corrompido. Humphrey Bogart , queriendo huir de los grandes hoteles y lugares de gran atracción para la prensa, se instaló en un pequeño hostal familiar en L’Escala . Una noche, mientras daba una vuelta por el pueblo, se topó con un grupo animado de pescadores, campesinos y comerciantes que jugaban una partida de cartas. El protagonista de ‘Casablanca’ se acercó y les pidió si podía participar en la partida. Los vecinos de L’Escala dijeron que sí y Bogart, lejos de sus personajes intensos del cine, se mostró abierto, divertido y haciendo múltiples bromas a los presentes.Su mujer, Lauren Bacall , también fue siempre una habitual de la zona. Sus paseos por las calas secretas de Begur eran conocidas por todos los pescadores, que se maravillaban que una actriz de Hollywood tan conocida se pasease sola por la orilla de las playas absorta en su propio mundo, dejándose llevar por la belleza del paisaje. Una tarde, viendo una hoguera improvisada en la arena, se sentó junto a ella y empezó a leer un libro.Ava Gardner, con John Laurie y Nigel Patrick, en S’Agaró (Hostal de La Gavina). Abajo: James Stewart en una de sus habituales visitas a España. En la última imagen, la residencia de la Costa Brava donde Truman Capote escribió ‘A sangre fría’Truman Capote y sus 25 maletas con ‘A sangre fría’Aunque no sólo los actores estaban fascinados por la Costa Brava. En 1960, Truman Capote se sentaba todas las mañanas en la mesa de trabajo de su habitación en el Hotel Trias, en Palamós, y acababa de escribir la que a la postre sería su obra cumbre, ‘A sangre fría’ (Anagrama). Alejado de la intensa y trágica historia que documentaba, Capote podía escribir con mayor serenidad y paz. Y bien que la necesitaba. Entre 1960 y 1962 viajó a este entrañable hotel en plena Costa Brava catalana. Algo había en el aire que le inspiraba. Y cuando quería relajarse, se permitía largos paseos por el puerto y el mercado local.El escritor llegó al pueblo catalán el 26 de abril de 1960. Iba acompañado por Jack Dumphy, su pareja. No vinieron solos, por supuesto, ya que les acompañaban 25 maletas con 4.000 folios del borrador del que sería su obra maestra. «Es un hermoso pueblo de pescadores, con el agua azul como el ojo de una sirena», escribiría Capote de Palamós. Su estancia también tuvo sus problemas. El hotel, con vistas al mar, estaba demasiado cerca del casco urbano y por las mañanas el bullicio no le dejaba descansar. En sus cartas desde Palamós lamentaba que «ni Rip Van Winkle podría continuar dormido». De esta forma, en años sucesivos se mudó a una casa más apartada en la localidad vecina de Sant Antoni de Calonge , en la playa de la Catifa, y en 1962, en su último año, se mudó a una masía en la cala Sanià, hoy residencia de escritores Finestres. Allí está documentado que acabó de escribir el manuscrito final de la obra que inauguraba la novela de no ficción.Quedan pocos testimonios del paso del célebre escritor por la Costa Brava. Lo que sí recuerdan muchos vecinos, al menos los más veteranos, es la mañana del 6 de agosto de 1962 . Aquel día paseaba por Palamós cuando recibió una llamada que le dio una pésima noticia. Marilyn Monroe acababa de fallecer tras una ingesta accidental de barbitúricos. Conmocionado, el escritor agarró una botella de ginebra y empezó a andar por las calles del pueblo gritando compungido, ‘¡mi amiga ha muerto!’.Aunque la primera celebridad que recibió la Costa Brava fue Madeleine Carroll , la estrella británica protagonista de películas como ‘Los 39 escalones’, de Alfred Hitchcock. El célebre matrimonio formado por el militar zarista Nicolai Woevodky y la británica Dorothy Webster buscan el lugar ideal para construir su residencia soñada. No fue hasta que llegaron a la Costa Brava que no encontraron el espacio ansiado. Tanto es así que construyeron el hoy célebre Castillo de Cap Roig, en cuyos jardines hoy se celebra uno de los grandes festivales musicales del verano. Se da la circunstancia que ellos nunca llegaron a vivir en el castillo, pero sí que invitaban a amigos. Uno de ellos fue Madeleine Carroll, que sólo necesito un día para saber que ella quería su propia casa.Dos años después, en 1936, inauguraba su castillo Madelaine, en la pequeña localidad de Treumal, al lado de Sant Antoni de Calonge. El estallido de la Guerra Civil y después la II Guerra Mundial limitaron el tiempo que pasó en la finca, pero en los años 50 se convirtió en su residencia definitiva, pasando todo el año en Cataluña. Allí hacía vida normal y recibía a infinidad de amigos de la industria. Se sabe que el propio John F. Kennedy tenía pasar unos días en el castillo en 1964, pero su asesinato en Dallas frustraron la idea.En 1951, la actriz alquiló la propiedad a Umberto I, legítimo rey de Italia en exilio al que nunca se le permitió gobernar. La actriz abandonó la propiedad en 1969 y desde entonces el complejo fue deteriorándose hasta que fue derruido a finales de los años 70, dejando sólo su célebre torre circular. El archivo de la actriz fue depositado en el Museo del Cine de Girona y allí se pueden contemplar múltiples fotografías de la actriz en la Costa Brava. El 2 de octubre de 1987 la actriz moría en Marbella y sus restos se trasladaron al cementerio de Sant Antoni de Calonge, como era su voluntad.Masificación a lo largo de los años Unos pescadores en Lloret de Mar, en 1954; abajo, San Feliu de Guíxols (Gerona), 1970. Rosas, en 2006Los artistas también buscaron refugio e inspiración en la Costa Brava. En los años 30, con el auge del nazismo, muchos artistas judíos encontraron en la bonita localidad de Tossa de Mar una especie de París del Mediterráneo. Marc Chagall, André Masson o Olga Sacharoff pasaron largas temporadas en el pueblo. Chagall llegaba a firmar sus cuadros con la inscripción «Tossa-Blue Paradise» y afirmaba que cuadros como su icónico ‘El violinista celestial’ nacían de la luz y el color de este pequeño trozo del Mediterráneo. Después llegarían otros artistas como Sonia Delaunay, Francis Picabia o Dora Maar.La Guerra Civil acabó con esta pequeña meca del arte que llegó a fundar el Museo Municipal de Tossa de Mar, que hasta hoy tiene obras de estos grandes artistas de las vanguardias. En algunos círculos se considera a este espacio fundado el 1 de septiembre de 1935 como el primero en todo el estado español dedicado al arte exclusivamente contemporáneo. También existe hoy día la Casa Johnstone , hoy hotel, fundado por la escritora escocesa Nancy Johnstone, que se encargó de dar refugio a muchos de estos artistas, así como a niños refugiados por la guerra. ¿Dónde están hoy los grandes artistas internacionales? La masificación y el turismo han acabado por borrar la singularidad de estos espacios, que ahora no son tan solitarios, tranquilos y hermosos como lo solían ser. Por supuesto, todavía te puedes encontrar a nombres ilustres como Eva Longoria o Kyle Minogue , sobre todo en la época de su noviazgo con Andrés Velencoso, natural de Tossa de Mar. Aún así, la mayoría de estrellas, si vienen, atrancan sus barcos lejos de las poblaciones y apenas se dejan ver. Una pena, pero siempre quedarán las viejas historias, sean verídicas al cien por cien o no.Noticia Relacionada estandar Si Lloret de Mar: sol, playa y modernismo a una hora de Barcelona JAVIER CARRIÓN Monumentos modernistas, museos y espacios naturales con calas escondidas son la clave de este bello rincón de la Costa Brava, un paraíso con una gran carga cultural alternativaEl escritor Tom Sharpe, por ejemplo, en los años 80 ya prefirió establecerse en Sitges, población al sur de Barcelona. Mientras, Roberto Bolaño acabó en los 90 por instalarse en Blanes, la llamada puerta de entrada de la Costa Brava, pero no tan masificada como sus compañeras. «Todas estas anécdotas eran previas a la auténtica masificación turística de la Costa Brava, que vino en los 60 y que supuso la destrucción de todos estos espacios, que empezaron a desvanecerse justo después del boom hollywoodiense de los años cincuenta», afirmaba Jordi Arbonès en su libro ‘1001 curiosidades de la Costa Brava’.

Leave a Reply

Your email address will not be published.