Madrid se enfrenta a un verano marcado por el fuego, donde el calor no solo quema la tierra, sino también la esperanza de sus bosques y campos. Entre el humo y las cenizas , las sombras de quienes prendieron estas llamas intencionadas se hacen visibles. En medio de esta devastación, la Guardia Civil ha logrado identificar a cuatro personas implicadas en varios incendios que han dejado cicatrices profundas en el paisaje y en la comunidad.El 28 de julio, mientras el termómetro superaba los 40 grados y el viento barría los montes de la Sierra Oeste de Madrid, tres incendios estallaban casi al mismo tiempo en Fresnedillas de la Oliva, El Escorial y Valdemorillo. Las llamas avanzaban sin control, obligando a cortar carreteras y dejando sin luz varias zonas. El caos tenía una sola causa: no fue un accidente, fue provocado. La Guardia Civil ha logrado identificar al autor de este ataque al entorno natural, un varón español de 33 años que ya había sido investigado por hechos similares el verano anterior. Gracias al trabajo minucioso de la Unidad de Protección de la Naturaleza (Uprona), se ha esclarecido que los tres focos fueron provocados de forma intencionada, afectando a más de 27 hectáreas de terreno forestal y activando el nivel I del Plan de Protección Civil contra incendios forestales en la Comunidad de Madrid (Infoma). Noticia Relacionada estandar No Un aparatoso incendio en una casa de apuestas en Ventas deja dos heridos Amina Ould El humo, generado tras arder el aislante y afectar al cableado eléctrico, se propagó por todo el edificioLas investigaciones comenzaron horas después de que se lograran controlar las llamas, cuando los técnicos forestales y los agentes del Seprona comenzaron a rastrear los puntos de origen. Lo que parecía una coincidencia pronto reveló un patrón: los tres incendios habían comenzado casi al unísono, en lugares estratégicos, con claras señales de haber sido iniciados manualmente. Según fuentes del Ayuntamiento de Fresnedilla de la Oliva, algunos vecinos vieron salir un vehículo de la zona del incendio, lo que ha ayudado, también, a la localización del pirómano, el cual vive en la zona. Verano y riesgo extremoPero no fue el único caso grave durante un mes negro para la Comunidad de Madrid en materia de incendios. El 21 de julio, otro foco, esta vez no forestal, calcinaba una parte importante del jardín botánico de San Martín de Valdeiglesias. El fuego afectó a 1,5 hectáreas, incluyendo árboles centenarios, plantas de colección y especies en recuperación. También arrasó varias parcelas agrícolas y 280 cepas de viñedo de una variedad protegida.El autor, un varón de 42 años, ha sido imputado por un delito de incendio agrícola no forestal y tres delitos de daños. Se investiga si este incendio también fue provocado con intencionalidad o por negligencia grave. La colaboración vecinal ha sido un elemento clave para dar con la persona que ha generado estos hechos. Por último, el municipio de Ciempozuelos vivió una oleada de fuego durante julio. En apenas semanas, se registraron 14 incendios no forestales, algunos en zonas cercanas a viviendas. La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local, crearon una unidad específica de vigilancia y de esta forma, se logró detener a dos hombres relacionados con estos hechos, cuyas motivaciones aún están siendo analizadas por los investigadores. La Policía Local ayudó aportando las descripciones de las personas y haciendo el visionado de cámaras. Mientras tanto, agentes de la Guardia Civil se vestían de paisanos para hacer una vigilancia más terrenal y poder detener a los implicados. A uno de ellos, se le imputan 14 delitos de incendio; al otro individuo, 12 a otro y uno más por inducción para que el primero cometa los delitos.Consejos de la Guardia CivilLas autoridades advierten que la situación puede empeorar. Las altas temperaturas, la sequedad del terreno y el viento crean un cóctel perfecto para la propagación del fuego. Cada chispa, puede convertirse en una tragedia. Por ello, la Guardia Civil insiste en una serie de recomendaciones clave para la ciudadanía: cumplir estrictamente las normas autonómicas sobre el uso de maquinaria agrícola y quemas; no arrojar colillas, cerillas ni residuos combustibles al suelo; no abandonar basura, latas o botellas de vidrio en el campo; acampar solo en zonas autorizadas y seguras; avisar inmediatamente al 112 si se detecta humo o fuego; evitar transitar por zonas forestales en caso de incendio.

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