El incendio más grave de las últimas décadas, en Francia, en el departamental del Aude, ha devastado más de 16.000 hectáreas , se ha cobrado una muerta, varios heridos graves y un desaparecido . También ha dejado al descubierto la falta de aviones contraincendios, víctimas del retraso tecnológico, las deudas y déficits del Estado, el incumplimiento de las promesas de Emmanuel Macron.Sobre la marcha apocalíptica del incendio, que comenzó a propagarse hace tres días, en el departamento del Aude, en las montañas de Corbiéres, entre Perpignan y Narbonne, en la autopista que conduce a España , el coronel Christophe Magny, portavoz de los bomberos de la región, declaró la mañana del jueves: «Haremos lo imposible para fijar o contener la propagación del incendio. Esperamos conseguirlo. 2.000 bomberos llegados de toda Francia trabajan incansablemente. Un helicópteros bombardero de agua y dos nuevos Canadairs van sumarse a los equipos que ya luchan contra las llamas, que siguen propagándose en zonas que todavía son inaccesibles…».Noticia Relacionada Nueve heridos estandar No Una mujer muerta y un desaparecido en el sur de Francia: ya se han quemado 13.000 hectáreas El fuego se propagó rápidamente y obligó a cerrar la autopista A9, que bordea el Mediterráneo y conecta a Francia con España, entre las ciudades sureñas de Perpiñán y NarboLa prudencia comprensible del portavoz de los bomberos en pie de guerra contra el incendio contrasta con las informaciones escuetas e implacables, recordando el retraso inquietante de Francia en materia de aviones de lucha contra los incendios, víctima de la crisis de inmenso calado de las finanzas del Estado.Según las informaciones comparadas y no desmentidas del matutino conservador «Le Figaro», la flota de aviones contraincendios de Francia es más pequeña, más modesta, que las flotas de Italia y España. Esa falta de recursos ya era conocida hace tres años. Y el presidente Emmanuel Macron prometió inversiones «masivas» para remediar esa carencia amenazante. En vano. Ningún gobierno ha sido capaz de cumplir lo prometido.El verano del 2022, Francia fue víctima de incendios calificados, en su día, de «incendios del siglo». Entre julio y septiembre de aquel año fueron devastadas más de 30.000 hectáreas de terreno . Y fueron desplazadas más de 50.000 personas. Ante esa realidad, Macron hizo esta promesa: «Vamos a invertir 250 millones de euros para renovar y aumentar nuestra flota de aviones contraincendios».Tres años más tarde, no se han cumplido las promesas . Y Francia es víctima de la modestia y antigüedad de una flota de doce Canadair contraincendios, ocho aviones Dash 8 y diez helicópteros. Esos aviones y helicópteros tienen una edad media de treinta años y nunca están disponibles al 100 por 100.La «renovación» anunciada por Macron, hace tres años, nunca ha podido realizarse, por razones presupuestarias, capitales, e industriales, nada desdeñables. A los pocos meses de conocerse las promesas del jefe del Estado, Jean.Pierre Vogel, senador conservador, publicó un informe oficial llegando a esta conclusión, patética: «Es una evidencia que que no habrá aviones nuevos en el 2027. Como máximo se conseguirán dos o tres aviones contraincendios para el 2030».Los presupuestos de protección civil han sido víctimas de recortes de varias decenas de millones de euros. Y las negociaciones entre el Estado y los constructores de aviones contraincendios se han retrasado, víctimas del problema de fondo: los ministerios responsables de los «pedidos» son víctimas de recortes o penuria presupuestaria. Ante el no entendimiento con otros constructores, el gobierno francés llegó a un acuerdo de principio con el consorcio Airbus, el mes de febrero pasado. Pero los aviones prometidos no estarán disponibles antes del 2030 – 21. «Los aviones contraincendios prometidos por Macron tardan en llegar» titula a toda página «Le Figaro».

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