Abascal aprovecha la baza electoral de la inmigración: «Esto no es Al Ándalus»

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Abascal aprovecha la baza electoral de la inmigración: «Esto no es Al Ándalus»

La historia se repite un año después. La inmigración vuelve a abrir un cisma en la derecha. Vox, que el 11 de julio de 2024 consumó su órdago -lanzado a cuenta del reparto voluntario de menores inmigrantes no acompañados a las comunidades autónomas- y rompió los cinco gobiernos regionales que tenía con el Partido Popular, amagando incluso con extender el divorcio a los ayuntamientos, marca de nuevo perfil en esta materia. Ahora, a las puertas del traslado desde Canarias a la península que comienza el lunes de ocho del millar de niños solicitantes de asilo para cumplir con la orden del Tribunal Supremo que, el pasado mes de marzo, dio diez días al Ejecutivo central para que se hiciera cargo de ellos, la formación derechista exprime el discurso migratorio para disputar el voto a los de Alberto Núñez Feijóo, a quien, sin embargo, ha prestado en más de una ocasión su apoyo para presentar una moción de censura contra Pedro Sánchez. Y todo ello en el ecuador de una legislatura que lleva tiempo desprendiendo cada vez mayor aroma preelectoral, en gran parte, debido a los casos de corrupción que durante estos últimos meses han salpicado al jefe del Ejecutivo y su entorno.Por cuarto día consecutivo, ayer volvieron a saltar chispas en la arena política a cuenta del episodio de Jumilla. En el centro de la escena, Santiago Abascal. El presidente de Vox se despachó a fondo con el veto de este consistorio murciano a ritos islámicos como la Fiesta del Cordero o el fin del Ramadán en espacios públicos como polideportivos municipales. Lo hizo celebrando la polémica iniciativa -promovida por su propia formación y apoyada, aunque enmendada, por el Partido Popular- y arremetiendo contra la religión islámica, una ideología, a su juicio, «extremista» y que constituye una «amenaza real» en nuestro país. Noticia Relacionada estandar Si El PP se escuda en que la moción de Jumilla no señala religiones ni ritos y acusa a PSOE y Vox de «polarizar» al país Patricia Romero  «¡Sí! Hay que proteger a los españoles», defendió a través de un extenso comunicado en redes sociales el líder de la formación derechista, que hasta ahora no se había pronunciado sobre el tema. Sí había hecho lo propio el secretario general del partido, Ignacio Garriga, quien sentenció que «el que quiera celebrar la Fiesta del Cordero en instalaciones municipales que le pida permiso y espacio al Rey de Marruecos». Un tono que Abascal no dudó en elevar al día siguiente, arremetiendo contra los «cómplices de la invasión» y contra los «cobardes» que «bajo la excusa de la libertad religiosa, amparan, promueven y subvencionan» el Islam. Una religión, dijo, «nociva para los derechos y las libertades de los europeos», cuyas leyes «son incompatibles con nuestra cultura y forma de vida, con los derechos de las mujeres y con la aconfesionalidad del Estado».Se refiere Abascal, por un lado, al Ejecutivo de Pedro Sánchez, que tildó ayer de «bochornosa» la actuación de PP y Vox en Jumilla y advierte que estará muy vigilante ante futuros discursos xenófobos y de odio. Por otro, arremetió Abascal contra los populares, que llevan días tratando de rebajar el acuerdo al que llegaron con los derechistas en este consistorio de Murcia, escudándose en que el acuerdo alcanzado no señala religiones ni ritos, al tiempo que acusa a Vox por «polarizar» a la sociedad española, que, según, los populares, no tiene ningún problema con la población inmigrante. También tachando la propuesta original de Vox de «inconstitucional» por querer imponer un veto generalizado a los festejos musulmanes y no sólo en los espacios deportivos municipales, que es lo que finalmente recoge el texto enmendado por el PP. La polémica por el Islam en Jumilla se desata al año del divorcio autonómico entre PP y Vox a cuenta del reparto de menoresUna iniciativa, cabe recordar, que salió adelante apenas unos días antes de que el partido de Feijóo haya logrado sacar adelante los presupuestos municipales, cabe decir, con la abstención de Vox. «El PP es capaz de pactar unos presupuestos aunque eso pisotee los derechos de la ciudadanía», criticó al respecto la ministra de Inclusión y Migraciones, la socialista Elma Saiz. Para aseverar todo lo anterior, se acogió Abascal a las 81 personas detenidas por terrorismo yihadista en España el pasado año, según cifras oficiales del Ministerio del Interior. «Este año vamos a batir récord», se atrevió a pronosticar el presidente de Vox, quien no cree que esto sea una casualidad porque, a su juicio, «allí donde el islamismo avanza, retroceden las libertades, se denigra a la mujer, se persigue a los homosexuales y se violenta a los niños». Y añadió, atizando una vez más a los dos principales partidos de España: «Por mucho que quieran ocultarlo, en nuestro país se están multiplicando las prácticas islamistas mientras populares y socialistas miran para otro lado». En concreto, puso Abascal el grito en el cielo por el matrimonio forzoso infantil o la ablación. «Hay más de 3000 niñas en riesgo de mutilación genital femenina y 72 nuevos casos detectados en Canarias en un solo año», denunció, recurriendo a datos del Ministerio de Igualdad y la Delegación del Gobierno.Vox trata de sacar rédito político en un momento en que el partido sale disparado en las encuestas, sobre todo, entre los jóvenesEn cualquier caso, recapituló el líder derechista, «España no es Al-Ándalus […] En Vox queremos que España siga siendo España, que nuestras calles sigan pareciendo España», sentencia el líder de Vox, quien, reclama que no se cedan espacios públicos para la celebración de fiestas «que promueven el islamismo», pero también provecha para pedir el veto al velo islámico en instalaciones públicas «por ser un símbolo de sumisión de la mujer». A continuación, deja claro que «cualquier persona que resida en España tiene derecho a profesar su religión siempre y cuando renuncie expresamente a imponerla o a defender prácticas incompatibles con nuestras leyes».«Es de sentido común»Por último, quisó adelantarse a todas a esas críticas a su comunicado venideras y defenderse, alegando que «decir todo esto es únicamente sentido común». «Quienes pretendan demonizarnos por ello se encontrarán frente a frente con millones de españoles que ya se han hartado de pagar con sus impuestos la invasión que promueven el PP y el PSOE», zanjó.Pronunció Abascal su discurso de ayer a sabiendas de qué baza explotar y de cuál es el momento perfecto para hacerlo como es el caso de la inmigración, de la que aspira poder sacar rédito político. Y es que según el último barómetro del CIS del mes de julio, el porcentaje de españoles que votarían a Vox en caso de que mañana se celebraran elecciones generales en España se dispara y supera ya el 15 por ciento. La cifra de votos aumenta considerablemente entre los jóvenes: alcanza un 25 por ciento entre aquellos que tienen entre 18 y 24 años y un 20 por ciento entre los de 25 a 34. Se trata aproximadamente, del doble de apoyo que en las estimaciones de hace dos años, las del 23-J.

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