Cinco periodistas de Al Yazira fueron eliminados por el ejército israelí este domingo mientras se encontraban en frente del Hospital Al Shifa en Gaza . El fotoperiodista palestino Mohammad Al Khaldi , que se encontraba con ellos, murió el lunes a causa de las heridas. Israel reconoció el ataque y afirmó haber matado al periodista Anas al Sharif , a quien el Estado judío acusa de ser «el líder de una célula terrorista dentro de la organización terrorista Hamás y responsable de planificar ataques con cohetes contra civiles».Con él murieron también los miembros de su equipo: el corresponsal Mohammed Qreiqeh y los camarógrafos Ibrahim Zaher , Mohammed Noufal y Moamen Aliwa . La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) pidió «medidas enérgicas de la comunidad internacional para detener» a Israel. La neutralización de periodistas sospechosos de pertenecer a determinadas organizaciones no es nuevo en Israel. Sin embargo, es más raro que se sacrifique a varias personas para eliminar a una sola, a menos que se piense que el ejército israelí pretendía, en este caso específico, enviar también un mensaje al canal qatarí, a cuyos periodistas acusa regularmente de ser afiliados a Hamás. En términos más generales, Tel Aviv acusa a Qatar (Al YAzira tiene su sede en Doha) de apoyar al movimiento islamista.Noticia Relacionada Palestinos en España estandar Si «Los gazatíes resistirán allí hasta la última gota de vida» Andrés Gerlotti Slusnys La eliminación selectiva de periodistas no se limitan a Gaza. El pasado viernes se produjo una escena similar en el Líbano. El coche del periodista libanés Mohammad Chehadé fue atacado por un dron israelí en el distrito de Nabatiyeh, en el sur del Líbano. El periodista dirigía el sitio de noticias en línea ‘Hawana Loubnan’ y era miembro de Hizbolá, según la milicia chií que anunció que la víctima había sido neutralizada «en el camino a Jerusalén», una expresión utilizada desde octubre de 2023 para referirse a sus combatientes muertos en ataques israelíes.La eliminación de Chehadé fue condenado al día siguiente por el presidente de la Asociación de Editores de Prensa Libanesa, Joseph Kosseifi, quien recordó que, desde el 13 de octubre de 2023 —fecha en que murió el fotoperiodista de Reuters Issam Abdallah en un ataque israelí en el sur del Líbano— una veintena de periodistas han sido víctimas de ataques israelíes en el país.Aunque la pertenencia de Chehadé a Hizbolá está probada, Kosseifi subrayó: «El periodista, independientemente de su afiliación, es ante todo un profesional que cumple con su deber. Las cartas, costumbres y resoluciones de la ONU, que Tel Aviv intenta constantemente violar, prohíben atacarlos tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz». El peligro de informarUna opinión compartida por Sara Qudah, directora regional del Comité para la Protección de los Periodistas, quien declaró: «Los periodistas son civiles y nunca deben ser objetivo de ataques. Los responsables de estos asesinatos deben rendir cuentas». Sobre la muerte de los periodistas de Al Yazira en Gaza, añadió: «La práctica de Israel de etiquetar a los periodistas como militantes sin pruebas plantea serias dudas sobre sus intenciones y su respeto por la libertad de prensa».Tanto Gaza como el sur del Líbano son actualmente escenarios extremadamente peligrosos para los periodistas. En circunstancias normales, un chaleco antibalas y un casco con la palabra «prensa», o viajar en un vehículo identificado como tal, ofrecen cierta protección. Aquí sucede lo contrario: no son raros los casos en que se les ataca precisamente por ser periodistas . En un momento en que Israel realiza maniobras en la frontera con Gaza y podría abrirse un nuevo frente, existen motivos de preocupación, pese a las declaraciones de Netanyahu en su rueda de prensa del domingo asegurando que un gran número de periodistas internacionales podría trabajar en Gaza. En efecto, a parte de la matanza de los periodistas, desde el comienzo del conflicto, solo unos pocos medios seleccionados han podido entrar en Gaza. Han tenido que hacerlo acompañados por el ejército israelí , y su información ha estado sujeta a una estricta censura militar.La situación ha llegado a tal punto que, el pasado mayo, 130 ONG y organizaciones de medios pidieron acceso y protección para los periodistas: «Durante 20 meses, las autoridades israelíes han negado a los periodistas de fuera de Gaza el acceso independiente al territorio palestino, una situación sin precedentes en la historia contemporánea de los conflictos armados. Los periodistas locales, quienes mejor pueden informar sobre la realidad, se enfrentan al exilio y al hambre. Hasta ahora, casi 200 periodistas —hoy más de 200, de los cuales al menos 46 en el ejercicio de su profesión, según RSF— han sido eliminados por el ejército israelí. Muchos otros han resultado heridos y afrontan constantes amenazas de muerte por ejercer su labor: informar. Esto constituye un ataque directo a la libertad de prensa y al derecho a la información».

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