«Cuando ves las llamas tan cerca, sientes tristeza. Solo se te pasa por la cabeza todo lo que tienes dentro y lo rápido que puede desaparecer», cuenta Marcos, vecino de Soto de Viñuelas, tras salir corriendo de su casa la tarde de este lunes, cuando un incendio de gran magnitud se desató en Tres Cantos.Todo ocurrió en menos de tres horas. A las 19:45, en la zona de ampliación conocida como la tercera fase, una de las pocas áreas sin construir del municipio, comenzó un fuego cuyo origen aún se desconoce. El verano pasado ya hubo un incendio en ese mismo lugar y parecía un terreno fácil de controlar: monte bajo, maleza y restos de vegetación. Sin embargo, esa misma vegetación se convirtió en el combustible perfecto para que las llamas se desbocaran.En cuestión de minutos, el viento avivó el fuego y lo empujó a toda velocidad. Dos horas después, cientos de familias de urbanización Soto de Viñuelas eran evacuadas a gritos por la Guardia Civil . «¡Fuera todo el mundo!», se escuchaba desde los altavoces de los vehículos. Muchos vecinos ya estaban preparados para lo peor. «Sentíamos las llamas en las ventanas. No podíamos respirar ni hablar. Era una mezcla de agobio, frustración y miedo. Salí de mi casa corriendo, con el miedo de no volver nunca más. Lo peor era no saber si tu casa iba a estar en pie cuando volvieras… si conseguías volver», confiesa Marcos.Noticia Relacionada estandar No Muere en el hospital el hombre con quemaduras en el 98% de su cuerpo por el incendio de Tres Cantos Alba García«Cerca de las 19.30 horas, llegabamos a casa de la piscina. Quince minutos después, en el descansillo de nuestro piso se escucharon gritos sobre que debíamos abandonar el edificio», cuenta Manuel, vecino de la zona norte de Tres Cantos a ABC. Desde su ventana, solo conseguía ver una parte del incendio y del humo. Pero cuando abandonó el edificio, se dió cuenta que todas las llamas estaba detrás suya. «Cogimos al gato y salimos con el coche por el garaje. Estuvimos dando vueltas por la zona porque tengo el hombro roto y no podía moverme más», explicó Manuel. Las llamas cerca de la casa de Manuel ABCEl cielo, gris y espeso, parecía anunciar tormenta, pero ni una gota cayó. Las llamas teñían de rojo el horizonte y podían verse desde cualquier punto del municipio. El aire cambiaba de dirección constantemente, creando nuevos frentes, según confirmó después el consejero de Interior y Medioambiente, Carlos Novillo. En su avance, el fuego alcanzó La Hípica, un restaurante junto a un centro ecuestre, y también el prestigioso Kings College, que sufrió daños parciales. Burrolandia, una protectora dedicada a evitar la extinción del burro, también resultó afectada; se desconoce el estado de sus animales, aunque vecinos grabaron cómo decenas de ovejas eran devoradas por las llamas.En San Sebastián de los Reyes, el humo asustaba a sus vecinos «Parecía que el incendio estaba en la puerta de mi casa», relata Roberto, vecino de la zona. Las autoridades recomendaron cerrar ventanas y evitar el uso de aires acondicionados que tomaran aire exterior. Incluso en el centro comercial The Style Outlet, los trabajadores tuvieron que abandonar sus puestos por la densidad del humo. «Era imposible estar allí dentro… sin conexión con el exterior y sin saber qué pasaba fuera. Esperábamos lo peor», recuerda Sheila, empleada de una de las tiendas.La noche del incendio en Tres Cantos EPCon el fuego acercándose peligrosamente al casco urbano, la Comunidad de Madrid instaló el puesto de mando en el recinto ferial de Tres Cantos y pidió la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se sumó a 23 camiones de bomberos de la Comunidad y 11 del Ayuntamiento de MadridCasi a las dos de la madrugada, las llamas alcanzaron una fábrica química, provocando varias explosiones que avivaron aún más el incendio. «No solo teníamos que ver cómo el fuego lo consumía todo, sino que llegaron las explosiones. En ese momento pensamos que no había forma de detenerlo», explica Sara, vecina de Tres Cantos.Evolución favorableDe madrugada, los Bomberos informaron de que la evolución era favorable. A primera hora del martes, Emergencias de la Comunidad de Madrid confirmó que el incendio, aunque no controlado, ya estaba perimetrado. Hasta ese momento, habían sido evacuadas 180 personas principalmente de la urbanización Soto de Viñuelas, pero también, manteniendo dispositivos de vigilancia por su cercanía, en las urbanizaciones de Fuente El Fresno y Ciudalcampo. Cien de ellas fueron realojadas en polideportivos habilitados por el Ayuntamiento de Tres Cantos.«La solidaridad de la gente ha sido increíble. Han traído comida, ropa y enseres para los evacuados. Incluso veterinarios se han ofrecido a atender a los animales heridos», cuenta Silvia Lucena, portavoz del PSOE en Tres Cantos.Hoy, aunque el peligro no ha pasado del todo, ya se empieza a pensar en lo más esperado: apagar definitivamente el incendio.
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