Mircea Spiridon nació en Rumanía hace 50 años y perdió la vida ayer, en Tres Cantos, la localidad a la que llegó hace casi dos décadas con el firme propósito de sacar adelante a su familia. Casado y con dos hijos, de 14 y 18 años, este mecánico de profesión y dueño de una empresa de portes es el único fallecido por el voraz incendio que ayer se propagó a toda velocidad por el monte madrileño. Pese a que su fallecimiento hoy llena de tristeza a toda la localidad, entre los suyos queda el orgullo de saber que murió por intentar salvar a otros: a un hombre de 83 años, propietario de la hípica arrasada por las llamas, donde Mircea ayudaba con algunas tareas; y a los caballos, cerca de una veintena, que perecieron totalmente calcinados.Fue a las 19.45 horas cuando se originó un fuego de vegetación, alimentado rápidamente por las propias circunstancias de la jornada. Lo que los profesionales suelen llamar la regla del 30: temperaturas de más de 30 grados, humedad relativa inferior al 30 por ciento y vientos superiores a los 30 kilómetros por hora. De pronto, una gran superficie de campo, aledaña a una zona residencial de nuevo cuño, quedó sumergida en un mar de llamas. «Un avance como nunca habíamos conocido», llegó a decir el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, en relación al avance de seis kilómetros de extensión en apenas 40 minutos.Y ahí, en mitad de la línea de fuego que se dibujaba desde el epicentro hasta la urbanización de Soto de Viñuelas, estaba la hípica. Cercado y sin posibilidad de pedir ayuda (las casas más próximas se encuentran a 800 metros), Mircea no lo dudó: entró a las cuadras para intentar liberar a los animales, un loable movimiento que se cobró la peor de las noticias. Ya de noche, un helicóptero de la Guardia Civil lo rescató aún con un hilo de vida. Presentaba quemaduras en el 98 por ciento de su cuerpo y apenas podía respirar a causa de la inhalación de humo.Un animal totalmente calcinado por las llamas, en el monte de Tres Cantos BELÉN DÍAZDe inmediato, fue trasladado por el Summa 112 hasta el hospital de La Paz, donde este martes no ha podido superar la gravedad de las heridas y los médicos solo han podido confirmar su óbito. «Su situación cuando fue enviado al Hospital de la Paz era difícil, y, por desgracia, tenemos que lamentar la pérdida y su fallecimiento», ha detallado esta mañana el alcalde de Tres Cantos, Jesús Moreno. Un fatal desenlace que al menos no se dio en el caso del octogenario herido, quien continúa ingresado en el mismo hospital aquejado de un traumatismo torácico.«Hasta el último momento demostró la gran persona que era y lo será siempre en nuestros corazones», subrayan desde su círculo más cercano, el mismo que ha publicado una cuenta bancaria para todos los vecinos y amigos que quieran ayudar en estos momentos a la familia de Mircea. Aquellos interesados también podrán colaborar hasta finales de agosto en un bar del municipio tricantino, ubicado a menos de dos kilómetros del lugar de la tragedia.
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