Esperaban pacientemente a que la tripulación de los vuelos tomara sus largos viajes para llevar a cabo su delictivo plan: robar sus coches en los aparcamientos cercanos al aeropuerto de Barajas . Fue el 31 de julio cuando la Policía Nacional desarticuló un grupo especializado en el robo de vehículos de gama media, los cuales eran desguazados y posteriormente vendidos por piezas en el mercado negro. Esta operación, que tuvo lugar en Madrid y Guadalajara, culminó con la detención de nueve personas, entre ellas dos hermanos que lideraban la organización. La investigación, dirigida por la Comisaría General de Policía Judicial, comenzó a principios de julio a raíz de la denuncia por la sustracción de un coche en la zona del aeropuerto. Lo que parecía ser un robo aislado pronto se convirtió en una compleja red criminal, cuyos miembros eran capaces de robar entre seis y diez vehículos semanalmente. Los delincuentes seleccionaban principalmente aparcamientos públicos que eran utilizados por los trabajadores del aeropuerto, aprovechando la ausencia prolongada de los propietarios debido a sus viajes.Una vez que los turismos eran sustraídos, la organización se encargaba de trasladarlos a una nave situada en una zona residencial de la provincia de Guadalajara, donde permanecían ocultos durante varios días. «Este período de enfriamiento tenía como objetivo comprobar si el vehículo había sido localizado por sistemas de geolocalización o si las autoridades ya estaban al tanto de su robo», explicó a ABC el inspector de la UDYCO Central Víctor Pardilla.Noticia Relacionada estandar No De forjarse en el 11-M y el incendio del Windsor a bajar el cuadro de la Virgen de La Paloma E. G. El bombero Manuel Cerrillo realizará la bajada del lienzo medio siglo después de que lo hiciera su padreLa localización de la nave, sin embargo, no fue tarea fácil. Requirió un intenso trabajo de inteligencia y vigilancia. Los agentes realizaron un seguimiento constante, empleando dispositivos de rastreo y realizando múltiples rondas de inspección para acotar la zona. La nave estaba ubicada en una carretera comarcal alejada de núcleos urbanos, lo que dificultaba aún más su localización y ser detectados con facilidad.Pero el alcance de la red criminal no se limitaba al robo y desguace de vehículos en España. «Las piezas sustraídas eran enviadas en camiones al puerto de Algeciras, donde se embarcaban en contenedores con destino a Marruecos», contó el inspector. En este país, las piezas robadas eran revendidas a talleres de reparación, lo que generaba grandes sumas de dinero para los miembros de la organización.Estructura jerárquicaLa estructura de la organización era jerárquica, con dos hermanos al frente, quienes coordinaban todos los aspectos de las operaciones: desde el robo de los vehículos, hasta la logística del traslado y la supervisión del despiece de los coches. Además, contaban con varios colaboradores que se encargaban de tareas específicas, como transportar los vehículos robados hasta la nave y gestionar el envío de las piezas al extranjero. También fue detenido un tercer miembro de la familia, aunque su papel dentro de la jerarquía criminal era de menor relevancia. Los nueve arrestados, todos de nacionalidad marroquí y con edades comprendidas entre los 30 y los 40 años, fueron puestos a disposición judicial por delitos de robo de vehículos y pertenencia a grupo criminal.Durante el registro de la nave en Guadalajara, los agentes hallaron piezas de más de 50 vehículos, que, según estimaciones, alcanzaban un valor aproximado de 1.250.000 euros. La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones en las próximas semanas. Aunque las piezas de 52 vehículos ya han sido identificadas, los investigadores sospechan que el número de robos podría ser incluso mayor. Al cierre de esta edición, se continuaba con el análisis de las piezas recuperadas, en busca de nuevas pistas que ayuden a esclarecer la magnitud de esta red criminal.

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