Benidorm abre el ‘carril de peatones’ en la playa: fin a la guerra de las sombrillas

Home People Benidorm abre el ‘carril de peatones’ en la playa: fin a la guerra de las sombrillas
Benidorm abre el ‘carril de peatones’ en la playa: fin a la guerra de las sombrillas

La idea de reservar una especie de ‘carril de peatones’ en la primera línea de playa en Benidorm surgió como precaución para la distancia de seguridad frente al coronavirus, pero ahora que ya nadie se acuerda de la pandemia ha cuajado como tregua en la ‘guerra de las sombrillas’. No era un mal mortal ni comparable, desde luego, pero generaba no pocas tensiones.«Me parece muy bien, así dejan tránsito para que la gente pase», opina Juan, un valenciano instalado en su hamaca y bajo su sombrilla un metro y medio por detrás de la cuerda fina de color azul que marca el límite de esa franja de arena intocable, salvo para el paseo. «La Policía patrulla en quads y a algunos les tienen que decir que quiten sus cosas y se pongan detrás, también que no se pueden hacer agujeros en la arena, aunque eso ya es más difícil que se cumpla», añade, como observador veterano.Medida aplaudidaEn su grupo de ‘vecinos’ junto al Rincón de Loix, coincide con turistas venidos de otras partes de España que aplauden la medida del Ayuntamiento. «Lo que pasa es que hay algunos que vienen a las once y media de la mañana, ven el espacio libre delante, en primera fila, y se ponen, cuando otros llevamos aquí desde las siete , a primera hora», se queja Puri, de Navarra, molesta con que los espabilados que no madrugan quieran colarse, cuando ellos están a primera hora para coger una buena posición.«Además, hay mucha gente mayor y cuando hay una emergencia pueden salir rápidamente sin problemas, sin encontrarse todo lleno de personas», añade Juan, de Albacete, poniendo el foco en que cuando hay urgencia, el tiempo se convierte en crucial.Quien hace la ley…Una pareja de benidormenses que ha asistido a la evolución del turismo desde hace décadas, aprecia la diferencia. «Antes se liaban unas guerras por venir pronto para plantar las sombrillas en primera fila y ahora están más tranquilos», aseguran, al tiempo que apuntan otros problemas acuciantes en la playa. « Están los bares pagando una fortuna y ahora se ve a otros clandestinos vendiendo bebidas con bandejas sobre la arena», describen, pocos minutos de que incluso dos de estos ‘piratas’ de las bandejas se hayan cruzado mientras ofrecían a gritos mojitos y otros cócteles de elaboración casera. Por decirlo de alguna manera, porque al prepararlos en cualquier sitio, las medidas básicas de higiene brillan por su ausencia, tal como denuncia este matrimonio de vecinos de Benidorm.Aunque no todos le ven ventajas. La madrileña Marga, por ejemplo, mira con recelo cuando alguien se acerca, porque disfruta en su tumbona sola, pero sabe que está dentro de la zona ‘prohibida’ en teoría, sin nadie alrededor en un radio de una decena de metros. « Creía que veníais a decirme que tenía que irme de aquí », confiesa tras justificarse a medias: «Me gusta tomar el sol aquí, cerca del agua, sé que no está permitido ahora, pero quien hace la ley, hace la trampa, un poco lo hacemos todos». Consciente de que en cualquier momento puede acabarse su ‘invasión’, ya asume lo que le espera: «Cuando pasen y me digan que no puedo estar aquí, me iré».MÁS INFORMACIÓN noticia No Adolfo Borrero: «Hay cámaras inteligentes que transmiten datos sintéticos y no imágenes de los objetos que ve el turista»Otras bañistas comparten este rechazo a esa franja libre, aunque no la usurpen. «Estoy en contra, creo que soy libre de disfrutar de la playa donde quiera y no me parece bien que pongan limitaciones», explica María, alcoyana asidua a Benidorm, porque allí tienen apartamento sus abuelos.Los socorristas no entran en esta vigilancia exclusiva de la Policía. «No podemos encararnos con la gente, porque dejaríamos desatendida la playa y nuestra misión es la seguridad», comenta Izan desde su silla elevada, que proporciona a estos vigilantes las mejores vistas de los posibles infractores de esta norma no escrita.Un vacío legal«Esa línea de playa no está sujeta a ninguna normativa u ordenanza, se tuvo que habilitar con la premura de la pandemia y no se puede establecer una infracción, se trata de una especie de canales de entrada y salida para evacuación», precisan fuentes municipales acerca del vacío legal de la medida.«Se ha conseguido concienciación, hay gente que lo respeta y gente que no, que esperan a que pase la patrulla de la Policía Local con el quad para quitarse, más que nada es una vía de paso», señalan.Imagen de un vendedor ambulante en la playa de Levante de Benidorm JUAN CARLOS SOLERLa filosofía apunta a «disuadir» de ese uso esta parte privilegiada del litoral y con la «inercia» de varios veranos de experiencia «la gente lo ve», aunque no hay ni siquiera carteles para informar, hay que deducirlo de la cuerda azul y las advertencias de los agentes que patrullan. «Apelamos a la buena voluntad de la gente», apostillan.Al fin y al cabo, impera el sentido común y se tolera que los niños hagan sus castillos de arena, ya que la única arena mojada está en esa franja junto al agua. También, que en la zona de mayor densidad de la playa –el Rincón de Loix– la distancia de seis metros se reduzca drásticamente a la mitad.

Leave a Reply

Your email address will not be published.