En los últimos años, con las regulaciones establecidas por muchas regiones para dosificar las visitas de viajeros durante el verano, hemos visto cómo el turismo ha ido cambiando radicalmente en algunos lugares. Una situación que ha ayudado a muchos de los residentes locales de los destinos más vacacionales , pero que también ha afectado por completo a los negocios . En muchos de ellos, la facturación ha caído radicalmente respecto a hace un tiempo, hasta el punto de temer por su futuro.Así ha sucedido, por ejemplo, en el País Vasco francés , donde algunos de sus municipios más pintorescos han visto cómo la afluencia turística se reducía durante el mes de julio. Es el caso del llamado San Juan de Luz (Saint-Jean-de-Luz, en francés), uno de los pueblos costeros más de moda de la costa vasca , donde este verano han notado una gran caída de los turistas que habitualmente visitaban los locales de restauración de la zona.Lo relatan algunos de los hosteleros al diario francés Sud Ouest , donde han mostrado su preocupación por la llegada de un nuevo turismo que ha dejado lo que muchos califican como un «verano normalito» . Y es que, según explican a este medio, el poder adquisitivo de los clientes ha cambiado mucho en los últimos años. Algo que ha afectado por completo a la forma en la que operan sus negocios y les ha obligado a renovarse para adaptarse.Noticias relacionadas estandar No Mario Picazo pone fecha al final de la ola de calor en España: «Vamos a tener que esperar a…» Patricia Marcos estandar No La Aemet avisa de la llegada de tormentas fuertes a España en las próximas horas: estas son las zonas afectadas Patricia MarcosLos hosteleros del País Vasco francés, alarmados por la llegada del nuevo turismoAunque los viajeros siguen llenando de sombrillas la conocida como Grand Plage, los restaurantes de la zona han visto cómo muchas de sus terrazas pierden la afluencia de otros años. Uno de los afectados es Alban, que se encuentra al frente del bar Chistera, donde califican este y el anterior verano como poco fructíferos . «El año pasado pensábamos que era por culpa de los Juegos Olímpicos o de las Fiestas de Bayona, que coincidieron con las de Pamplona, pero este año pasa lo mismo», ha explicado al citado medio.Las peticiones gastronómicas y el gasto que hacen los clientes que pasan ahora por el local han cambiado mucho. Por ello, este hostelero ha tenido que ingeniárselas para idear un nuevo menú , mucho más económico, para tratar de atraer a los clientes: «Antes hacíamos una parrillada de langostas a 100 euros; ahora hacemos entrecots con salsa de queso azul por tres veces menos. Es menos gastronómico, menos elaborado».Este local no es el único que ha notado esta caída radical en la clientela . La Taverne Basque, otro de los locales situados cerca del paseo marítimo, también ha sentido un cambio en la afluencia de turistas y en los hábitos de los que se instalan en San Juan de Luz durante el verano. « ¡Nunca había visto tanta gente haciendo picnic en la playa! », asegura su gerente, Sébastien Méric, al diario Sud Ouest.Según relata este hostelero, los cambios en la normativa sobre Airbnb han condicionado a muchos de los viajeros que llegan a la costa francesa del País Vasco . « Beneficia a los locales pero ahuyenta a los turistas », considera Méric, justificando así el descenso en los clientes del local, aludiendo a esta normativa que limita drásticamente el alquiler de segundas residencias en la Costa Vasca. Todo ello ha obligado a que muchos de los visitantes cambien esta opción más económica por hoteles, donde el precio es visiblemente más alto (en torno a 170 euros la noche en temporada alta).Aún así, los hoteles siguen llenándose durante las vacaciones, aunque aquellos que cuentan con restaurante en sus instalaciones no han logrado atraer a los clientes hacia su opción gastronómica. Le ha sucedido en el Bizipoz, donde su responsable de operaciones, Hélène Meunier, recuerda que tiene lleno absoluto en habitaciones , pero no en el bar ni en la zona de restauración: «Damos la impresión de que siempre está lleno porque la gente se instala fácilmente en las terrazas, pero consumen cada vez menos ».«La gente se instala fácilmente en las terrazas, pero consumen cada vez menos»La afluencia de viajeros ha menguado considerablemente, según revela el barómetro de julio de 2025: por ejemplo, Saint-Jean-de-Luz perdió alrededor de 55.000 visitantes respecto a los 903.000 contabilizados ese mes. No sólo hay menos franceses entre los turistas que visitan la región, sino también europeos: se contabilizan 600 neerlandeses, 1.130 españoles y 1.600 alemanes menos que en el mismo mes del pasado año.A ojos del ayuntamiento del municipio costero, las cifras no son, por el momento, alarmantes . Según ellos, varios factores han condicionado que los turistas viajen menos a la costa vasca en estas últimas semanas. « El clima ha sido caprichoso desde las Fiestas de Bayona y las playas se han cerrado por la presencia de fisalias. Es mejor esperar al final del verano antes de sacar conclusiones precipitadas», reconoce al citado medio Éric Soreau, quinto teniente de alcalde delegado de turismo y comercio.Los campings, una de las opciones más atractivas para el nuevo turismoAunque algunos negocios sí lo han notado, hay otros tantos que sí mejoran sus números respecto a años anteriores en San Juan de Luz. Es el caso de los campings , que se han convertido en una de las opciones más atractivas (y económicas) para muchos de los turistas que visitan la zona durante estas vacaciones. Uno de ellos es el camping Itsas Mendi, que ha conseguido completar reservas hasta septiembre gracias a sus económicos precios. De hecho, incluso en su restaurante, Egunsentia, que mantiene el negocio a flote desde el pasado mes de junio, algo que contrasta con la situación que se vive en las terrazas de los grandes locales de la costa.Esto ha hecho que muchos de los gerentes de hoteles de la zona comiencen a pensar en diversificar el negocio de cara a próximos años. «Si el año que viene es igual, pensaremos seriamente en establecer una colaboración con los campings que todavía no tienen restaurante», asegura una de las hosteleras afectadas por este cambio en el turismo.

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