Dos muertes sacuden de nuevo la conciencia del boxeo

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Dos muertes sacuden de nuevo la conciencia del boxeo

«Mi escritura no es nada y mi boxeo lo es todo». La frase de Ernest Hemingway, que se hizo construir un ring en su casa de Key West, resume su pasión por el pugilismo, un deporte al que retrató como una metáfora de la vida, por su dureza y sus constantes retos. En estos días el boxeo no atraviesa precisamente un buen momento tras la muerte de Kotari y Urakawa , dos púgiles japoneses que combatieron en la velada del pasado 2 de agosto. En Tokio la han bautizado como «la noche más oscura».ABC ha contactado a diferentes especialistas médicos para sondear su opinión sobre el boxeo. La primera conclusión es que el deporte de las 16 cuerdas no tiene grandes defensores ni entre los neurocirujanos ni entre los neurólogos, los auténticos sabios del cerebro. El doctor Luis Mariano Rojas , neurocirujano del Hospital Ramón y Cajal señala que «aquí lo indudable hay un riesgo importante de traumatismos. El objetivo del boxeo es infligir al oponente el máximo daño a nivel de un trauma craneoencefálico hasta incapacitarlo. Se trata de buscar el ‘knock-out’. Es decir, hacerle perder la conciencia de forma brusca, lo que los neurocirujanos llamamos conmoción. Es decir, la desconexión del sistema nervioso. La verdad es que yo no estoy muy de acuerdo con este deporte«.El neurólogo Guillermo García Ribas , especializado en enfermedad de Alzheimer, indica que «el boxeo profesional somete al cuerpo humano a situaciones límite agudas y crónicas que hacen difícil relacionarlo con el concepto de deporte, que se quiere asociar a saludable. En realidad este deporte se asocia más bien a enfermedades relacionadas con los continuos golpes que un boxeador recibe a lo largo de su vida. Los púgiles presentan una mayor incidencia de sordera, alteraciones en la retina-visión y nervios de las manos».«Hace muchos años», añade García Ribas, «ya se describieron las alteraciones neurológicas como secuelas de los traumatismos craneoencefálicos repetidos, sobre todo los debidos al boxeo profesional. Aunque actualmente se la denomina ‘encefalopatía traumática crónica’ su nombre previo era el de ‘demencia pugilística’. Y curiosamente han sido otros deportes de contacto como el rugby, el fútbol americano y el fútbol los que más lo han estudiado y en los que se ha demostrado una relación directa con los traumatismos craneales». El doctor José Luis Molinuevo , otro neurólogo especializado en Alzheimer, indica que «desde hace décadas es conocido que el boxeo es una de las causas traumáticas que pueden producir demencia. En los últimos años se han definido sus características anatomopatológicas, donde la proteína ‘tau’ juega un papel primordial. Y muy recientemente se ha demostrado que los marcadores sanguíneos de neurodegeneración aumentan tras un combate de boxeo».El debate sobre una posible abolición del boxeo es una vieja historia. El 6 de diciembre de 1984 ‘The New York Times’ incluía en su portada el siguiente titular: «La Asociación Médica Americana de Boxeo, una vez evaluado el peligro, propone la prohibición del boxeo «.Noticias relacionadas estandar Si Japón toma medidas drásticas contra el boxeo tras la muerte de dos púgiles en una velada Ignacio Romo estandar Si El alzhéimer sacude al fútbol Laura MartaEl doctor Ángel Sesar , uno de los mayores expertos en Parkinson, subraya que «los traumatismos craneales, como la hipertensión arterial, las drogas, el tabaco o la diabetes son un importante factor de riesgo para padecer una enfermedad neurológica. ¿Debería prohibirse el boxeo? ¿Y la sal, los dulces o el tabaco? Porque las drogas ya están prohibidas y aun así se consumen. Cada uno debería ser responsable de su salud».Sesar, neurólogo del Hospital de Santiago, añade que «el debate sobre si este deporte debería prohibirse es ya muy antiguo. No es el único deporte violento. Quienes lo practican saben, o deberían saber, a qué se exponen. Sin llegar, por supuesto a los extremos del boxeo, probablemente no haya ningún deporte de alto nivel que no tenga alguna consecuencia negativa a largo plazo»«Aunque el boxeo no ha querido investigar mucho la encefalopatía traumática crónica», señala García Ribas, neurólogo del Hospital Ramón y Cajal, «el fútbol sí ha constatado la existencia de una relación directa entre el número de remates de cabeza y el aumento en la distorsión de la proteína ‘tau’, que mantiene la integridad de las neuronas. Esa distorsión se ha relacionado con numerosas enfermedades neurodegenerativas que van desde la enfermedad de Alzheimer a algunos parkinsonismos. Y es esta misma proteína la que encuentra alterada en cerebros de boxeadores profesionales. En la última década se ha conseguido medir esta proteína en sangre y se ha visto que se producen alteraciones significativas cuando se remata un balón de cabeza o se reciben golpes en la cabeza. El número de golpes tiene que ser elevado, aunque también depende de la intensidad de los mismos». Más medidas de protecciónLos médicos del deporte reclaman que los organismos que regulan el deporte tomen más medidas para proteger la salud de los boxeadores. Uno de ellos es el doctor Juan Manuel Alonso , que trabaja en el Hospital Aspetar de Qatar. «El rugby está haciendo mucho más por combatir de forma eficaz la conmoción cerebral y la encefalopatía traumática que el boxeo. Antes que prohibirlo, yo creo que lo que se ha de hacer es introducir más medidas preventivas y cambiar lo que sea necesario en los reglamentos para proteger mejor a los boxeadores».El doctor Xabier Leibar , médico del deporte, recuerda que «el boxeo está ligado a una fuerte tradición militar y está presente en los Juegos Olímpicos desde 1904. Desde el punto de vista fisiológico es muy exigente porque la intensidad es muy elevada en cada uno de los asaltos. He llevado la preparación nutricional y fisiológica de algún púgil porque entrar en las categorías de peso es muy complicado. Personalmente creo que, a nivel olímpico, lo que más ha preocupado del boxeo ha sido el objetivo de noquear al adversario. También hubo preocupación en el COI por la vinculación de las Federaciones Internacionales de Boxeo con las mafias de las drogas, contrabando de armas y prostitución«.José Antonio López Calbet , catedrático de Fisiología del Ejercicio en la Universidad de Las Palmas, opina que «el boxeo no se puede considerar como un deporte beneficioso por los riesgos que comporta y es una preocupación que personas de menos de 18 años lo practiquen sin conocer estos riesgos. Los traumatismos repetidos en la cabeza generan lesiones inicialmente microscópicas pero que son acumulativas y a largo plazo producen enfermedades neurodegerativas que llevan a la incapacidad«.El doctor García Ribas concluye que «en la mayoría de los deportes realizados profesionalmente, el número de horas de práctica es elevado, es decir, no cuentan sólo los golpes en un combate sino también todos los de los entrenamientos. Y no olvidemos que en el boxeo los púgiles se entrenan golpeándose unos a otros con un protector de cabeza que minimiza la dureza del impacto, pero que no la anula«.

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