«Acabo de regresar de Madrid. Un viaje que me ha brindado, una vez más, la oportunidad de observar de cerca un modelo turístico que funciona. No era mi primera vez en España, pero Madrid ha sacado a la luz una idea cada vez más clara: España es hoy uno de los modelos turísticos más eficaces del mundo. Y no solo por la belleza de sus ciudades o la cálida hospitalidad que la distingue, sino por un conjunto de decisiones estratégicas, culturales y de infraestructura que hacen de su turismo una máquina sólida y moderna». Este es el reciente comentario que ha escrito Ruben Santopietro , experto en turismo y fundador de la plataforma cultural independiente ‘Visititaly’, en un post en Facebook. Un texto titulado ‘Lo que deberíamos aprender de España’ y que ha recibido casi 700 comentarios; buena parte de ellos, de italianos que han visitado España y que se deshacen en elogios hacia nuestro país. No es sorprendente. En las últimas décadas, uno de los destinos favoritos de los italianos es España. Y no sólo por proximidad, precios más bajos , ocio, playas libres y la ‘movida’, sino también por una suerte de afinidad emocional con el país que, a ojos de muchos itálicos, conserva el mito de la gente abierta y acogedora. Aunque la lengua también ayuda. «No es sólo que se parezca, es que todo el mundo hace un esfuerzo por entenderte. En Francia, eso no pasa», suelen comentar los italianos que visitan España. Noticia Relacionada estandar No ¿Qué tiene Ibiza que todos los famosos quieren ir? Marina Ortiz Cortés Aunque Grecia o Italia compiten, estos son los sitios que no se pierden las estrellasMuchos, sobre todo los jóvenes, viajan a nuestro país con el deseo de vivir la ‘dolce vita’ a la española: cena a las 10, copas hasta las 2 y discoteca hasta el amanecer. Un ejemplo de la calidad de vida que perciben los turistas italianos lo encontramos en el testimonio de Luca Castelnovo, economista y auditor de cuentas, que compartió en Facebook su visión sobre España como destino turístico: «Tiene muchas ventajas sobre Italia: un clima mejor y más seco, las Islas Canarias, que acogen el turismo de invierno, aeropuertos bien organizados y playas gratuitas y equipadas que Italia no tiene. España ofrece calidad y eficiencia».Abanico de visitantesSegún Tourespaña, en 2024 nos visitaron 5,4 millones de italianos, lo que situó al país transalpino en el cuarto puesto como mercado emisor de turistas hacia España. La principal motivación de los itálicos que arribaron el pasado año fue el ocio (84,5% del total), seguido de los viajes de trabajo y negocios (8%). Sus destinos favoritos fueron Cataluña (28%), Andalucía (15%) y Baleares (15%). Predominaron los visitantes con estudios superiores (81%), de clase media (73%) y los que viajaron en pareja (28%), seguidos de aquellos que lo hicieron con amigos (25%). Detrás de las cifras hay historias como la de la profesora Gigliola Pradarelli, que contó en Facebook su experiencia: «Durante 32 años consecutivos fuimos de vacaciones a España en coche. Siempre lo pasamos genial. Las ciudades están limpias y muy bien cuidadas, la gente es hospitalaria y amable, muchas playas son gratuitas y las limpian los ayuntamientos. Hay respeto por las personas. Debemos aprender». Sus comentarios resaltan el respeto por el entorno y la hospitalidad que halló, una visión que refuerza la imagen positiva que se tiene en Italia de la vida en nuestro país.Veraneantes se bañan en la Cala Mascarat en Altea, ubicada en Alicante ABC¿A dónde van los italianos? Si bien la idea del sol y playa sigue siendo un imán poderoso, el abanico de destinos que eligen en España se ha diversificado enormemente. Las familias buscan la comodidad de las infraestructuras turísticas bien desarrolladas, la seguridad y las actividades para los más pequeños. Las parejas y adultos, con o sin hijos, suelen tener un interés más marcado por la cultura, la gastronomía y las ciudades, y su origen puede ser tan diverso como la oferta turística española . Finalmente, los viajeros de la tercera edad, a menudo organizados en grupos, se decantan por un turismo más pausado, enfocado en el vasto patrimonio cultural y la gastronomía, valorando la facilidad de moverse y la riqueza histórica. La imagen que tienen de España suele estar teñida de clichés: el flamenco apasionado, los toros, la siesta, la paella y la eterna fiesta. Sin embargo, una vez aquí, descubren una realidad mucho más compleja y matizada que supera sus expectativas iniciales y les invita a regresar en varias ocasiones.Mapa de destinosEl mapa de los destinos españoles preferidos por los italianos dibuja una curiosa radiografía sociológica. En las Baleares, especialmente en Ibiza y Formentera, encuentran su paraíso los milaneses y turineses de clase alta. No son un destino solo para jóvenes, sino también para familias que alquilan villas en busca de lujo a un precio sustancialmente inferior al de Cerdeña. Las Canarias ejercen otro tipo de magnetismo. El archipiélago atrae a italianos del norte industrial que huyen, sobre todo en invierno, de la niebla. Los complejos turísticos del sur de Gran Canaria y los hoteles de Lanzarote se han llenado en los últimos años de italianos que aprecian el clima benigno y la infraestructura turística. Entre las ciudades más atractivas para los italianos, sobre todo los romanos, está Barcelona. Y lo es por su cercanía: desde Roma , se llega en avión en apenas una hora y diez minutos, un trayecto más corto que un viaje en tren a Florencia. Los milaneses ven en la capital catalana una versión mediterránea de su ciudad: cosmopolita, pero con más sol y menos prisas. Se ven atraídos en especial por la arquitectura audaz de Gaudí, la cercanía del mar, la vida nocturna y cultural…Madrid cautiva a un perfil muy específico de italiano: el viajero cultural con la meta de visitar sus museos, sabiendo que El Prado es la única pinacoteca del mundo que puede competir con los Uffizi de Florencia. Pero la capital también les conquista por su vida nocturna. Los bares de Chamberí o Malasaña se llenan de turistas itálicos que descubren con asombro que, en esta gran ciudad de España, la fiesta empieza cuando en su país ya estarían durmiendo. También Valencia y Alicante han entrado con fuerza en los circuitos turísticos, al igual que la trilogía mágica de Andalucía -Sevilla, Granada y Córdoba- ejerce una fascinación particular. El legado árabe, la pasión del flamenco y la riqueza de sus tradiciones atraen a un público que busca sumergirse en la historia y la cultura andaluza. Incluso ciudades del norte, como Bilbao con su Museo Guggenheim y San Sebastián con su gastronomía, están ganando terreno entre un público más interesado en experiencias culturales diferentes y únicas.Vuelta a casaEn general, al regresar a casa, los italianos suelen hablar positivamente de su viaje y a menudo muestran su sorpresa ante una España que supera los tópicos. Lo descubrió Sonia Vivona , tecnóloga en el Consejo Nacional de Investigaciones, después de una experiencia laboral en nuestro país: «Acabo de regresar de España tras una estancia de 40 días por trabajo. Ciudades limpias y animadas, bajos costes de servicios, numerosos eventos culturales, espacios verdes públicos bien cuidados, buena comida, seguridad y tranquilidad… Todo para vivir bien como turistas, pero también por trabajo».La playa de grava de la Granadella, situada en Alicante ABCSonia resalta la combinación de lo laboral con lo turístico, una característica que refleja el alto grado de satisfacción de muchos italianos que buscan en España una opción viable tanto para el ocio como para el trabajo.A pesar de las profundas similitudes entre italianos y españoles, la experiencia de viaje no está exenta de pequeños choques culturales; o, más bien, deliciosas sorpresas. La extroversión y sociabilidad inherentes a ambas culturas hacen que la interacción sea fácil y fluida, lo que contribuye a que el italiano se sienta como en casa. Sin embargo, hay matices. Los horarios de las comidas, por ejemplo, suelen ser un punto de asombro, aunque el turista transalpino se adapta rápidamente a nuestra cena tardía y la convierte en una extensión de la jornada de ocio. El concepto de tapas también genera curiosidad.En definitiva, cada verano, la llegada de los guiris italianos no es solo una cuestión de cifras turísticas, sino la confirmación de un lazo cultural indestructible que se renueva año tras año. La sociología de estos viajeros revela un mosaico de intereses, orígenes y expectativas que España, con su diversidad y encanto, sabe satisfacer con creces.

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