El Deportivo de La Coruña inauguró la temporada con un auténtico golazo que quedará en la memoria de los aficionados. El equipo de Antonio Hidalgo arrancó su camino con paso firme en un feudo complicado como Los Cármenes, donde firmó un fútbol vistoso y dominador . La obra maestra llegó en el minuto 43, en una jugada coral que recordó al mejor Brasil del «jogo bonito» .Todo nació en el corazón de la zaga , con un Arnau Comas sereno y preciso en la salida de balón. El central filtró un pase entre líneas que encontró a Villares, siempre atento para dar continuidad al juego. Sin apenas pensarlo, el mediocentro combinó rápido con Yeremay Hernández, que descargó hacia la banda derecha, el territorio que durante todo el encuentro había hecho suyo Luismi Cruz .El lateral avanzó con una conducción firme, dejando rivales atrás, y filtró un pase milimétrico hacia la frontal del área. Allí, como si la jugada estuviera ensayada, volvió a aparecer Yeremay . Con un toque de fantasía, sirvió de tacón para Zakaria Eddahchouri. El nueve, completamente de espaldas a la portería y rodeado de defensores, improvisó un segundo taconazo tan inesperado como brillante. El balón quedó muerto en el área pequeña, justo a los pies de Mario Soriano , que no se puso nervioso y definió con calma, mandando el balón al fondo de la red.Un golazo de equipo, trabajado desde atrás y culminado con la frescura del talento. Una acción que resumió a la perfección la ambición y el estilo que tiene este Depor .

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