«Hemos establecido colaboración y un trabajo coordinado con la FIFA para que las decisiones que se adopten, para que las soluciones que se pongan sobre la mesa, se puedan hacer de una manera coordinada». Son palabras de Pilar Alegría , ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, durante su comparecencia en el Senado del pasado martes. Aseguraba entonces que cualquier decisión que adoptara la comisión directiva del Consejo Superior de Deportes iría en línea con los requerimientos de los organismos internacionales responsables.Noticia Relacionada estandar No El Gobierno no garantiza que la final del Mundial 2030 sea en España Pedro Cifuentes La ministra de Educación y Deporte respondió en el Senado a preguntas sobre la crisis de la FederaciónPues bien, apenas unas horas después de conocerse la resolución del CSD , FIFA y UEFA han emitido un comunicado conjunto que no deja en buen lugar al Gobierno. En él, ambos organismos muestran su «gran preocupación» por la situación en torno a la RFEF, y aseguran que pedirán más información al CSD sobre la llamada Comisión de Supervisión, Normalización y Representación. Quieren saber hasta qué punto «puede afectar a la obligación de la RFEF de gestionar sus asuntos de forma independiente y sin interferencias indebidas del Gobierno».Este asunto es clave, pues demuestra que cualquier actuación del CSD debe contar con el visto bueno de la FIFA. Algo que se presuponía, y que a la hora de la verdad no ha sido así. Y las consecuencias pueden ser graves. UEFA y FIFA castigan con dureza las injerencias de los estados en sus federaciones miembro, hasta el punto de prohibir la participación de su selección y de sus clubes en las competiciones internacionales. Eso incluiría, por ejemplo, la próxima Eurocopa de la selección española, o la futura edición de la Champions.En concreto, los estatutos de la FIFA hablan en su artículo 19, de la independencia de sus federaciones miembro, y en el primer punto les exigen que administren sus asuntos de forma independiente y sin la injerencia de terceros. Además, en los puntos 2 y 3 explica que las federaciones designarán a sus órganos directivos mediante elecciones internas, y que la FIFA no reconocerá a ningún órgano que haya sido elegido o nombrado de esa manera. Esa disposición es válida tambiuén para los cargos interinos.
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