Seis de cada diez personas consideran a su perro como un miembro más de la familia. Su salud y bienestar es motivo de preocupación para ellos, especialmente en la etapa en la que son más vulnerables: la de cachorro. Por este motivo Royal Canin y la Fundación ONCE ponen de manifiesto en el estudio «Mascotas y propietarios: la importancia de cuidar los primeros momentos juntos«. En este muchos cuidadores reconocen que cometieron ciertos errores cuando la mascota llegó a la familia, en concreto en todo lo relacionado con la educación de su animal de compañía, con su socialización y con su alimentación. Por eso Gemma Baciero, veterinaria de Royal Canin y Ana Jarabo, supervisora de cachorros de la Fundación ONCE del Perro Guía, han recopilado una serie de consejos para ayudar a los cuidadores a afrontar esta etapa con mayor seguridad y contribuir a la salud y bienestar del cachorro desde el primer día en que empieza a formar parte de la familia. Noticia Relacionada estandar No ¿Qué hacer si a tu mascota le da un golpe de calor? Carmen Aniorte El ascenso de las temperaturas de las últimas semanas puede ser mortal para nuestros animales domésticosNo hay que olvidar que compartir nuestra vida con una mascota es una responsabilidad y es importante ser conscientes de todo lo que el cachorro podrá necesitar y la implicación y compromiso que supondrá antes de tomar la decisión. Las mascotas no son un kleenex de usar y tirar cuando nos cansamos de él.Los diez mandamientos para la llegada del cachorro Elegir el momento de incorporación: lo ideal sería a partir de los dos meses, para que pueda pasar tiempo con su madre y hermanos y haya tenido la ocasión de aprender a comunicarse con otros iguales. Así evitaremos problemas de socialización en el futuro. Preparar su llegada: para ayudar a que se sienta en casa más rápidamente. Entre las principales cosas a preparar está su camita y su espacio para dormir, su comedero y bebedero y su espacio para comer, sus juguetes, su correa y collar. Alimentación: los cachorros necesitan de un alimento completo y equilibrado adaptado a su etapa de crecimiento y desarrollo. En una primera fase necesitarán un mayor número de tomas al día con poca cantidad de alimento y, poco a poco, se reducirán las tomas y se aumentará la dosis. En este sentido lo mejor es seguir las pautas indicadas por un profesional veterinario. Seguridad: los cachorros tienen que explorar su entorno, así que es importante retirar todo aquello que pudiera resultarles peligroso (cables, calcetines, productos de limpieza, medicamentos) o cualquier otro producto tóxico para ellos. De este modo, se ahorrarán numerosas visitas al veterinario Presentación al resto de la familia. Deberíamos hacerlo de forma natural y gradual. Dejando que el cachorro explore sin agobios y sin estimularlo en exceso. Si en casa ya hay otro animal, podemos empezar por una presentación en una zona más neutral, como por ejemplo la calle. Primeras salidas a la calle. Hay que contar con la opinión del veterinario. Podemos empezar a salir desde el segundo día de llegar a casa. Comenzaremos por trayectos cortitos, andando o en brazos (esto último si aún no tiene las vacunas). Lo importante es que el cachorro se vaya familiarizando con su nuevo entorno. Habituación: debe conocer de manera gradual, tranquila y confiada diferentes entornos, estímulos y situaciones, así el cachorro afrontará su futuro de una manera más relajada y segura. Socialización: Es muy importante en esta etapa relacionar a nuestro cachorro con sus congéneres, con personas adultas y niños. Así conseguiremos que disfrute en presencia de ellos y nos les tenga ningún temor. Educación: Entre las primeras cosas que debemos enseñarles está la evacuación de sus necesidades en la calle, siempre de forma gradual y respetando el mobiliario urbano y las aceras. También tiene que aprender a respetar objetos que no son suyos (que no los muerdan), no robar comida y otros aspectos de la convivencia en casa. A medida que crezca se podrán ir enseñando otras cuestiones de educación que nos pueden facilitar y ayudar en la convivencia (como los comandos de sienta, échate, quieto, ven aquí). Un consejo importante: Siempre debemos utilizar el refuerzo positivo para el aprendizaje Asesorarse con el veterinario: será fundamental para comprobar que el animal crece y se desarrolla adecuadamente y, también, para resolver todas las dudas que puedan ir apareciendo en el día a día.La planificación, adaptación de rutinas, alimentación e hidratación son algunas claves para llevar a nuestro cachorro en su primer paseo. Pero… ¿Qué debemos tener en cuenta si tenemos un cachorro? ¿Qué tenemos que hacer para contribuir a su bienestar durante las primeras vacaciones juntos? Sobre estas preguntas Gemma Baciero, veterinaria de Royal Canin, y Ana Jarabo, supervisora de cachorros de la Fundación ONCE del Perro Guía nos dan respuesta a estas preguntas.En las primeras vacaciones juntos Correcta identificación y control: es importante que el cachorro lleve un collar con una identificación para evitar pérdidas, además del microchip que será implantado por el veterinario. También hay que mantener al cachorro en un entorno seguro y vigilado para prevenir accidentes. Preparar su kit de viaje: este es uno de los puntos que tendemos a dejar para el final y, cuando llegamos al destino, nos damos cuenta de que nos hemos olvidado algo. De ello ya hablamos hace unas semanas. Por eso es importante dedicar unos minutos, unos días antes del viaje, a preparar su cartilla de vacunación, su historial clínico y todo lo que pueda necesitar en el destino: alimento habitual, bebedero o comedero, bolsas para sus deposiciones, camita y juguetes. Es importante revisar con el veterinario el estado de las vacunas y valorar si pudiera hacer falta alguna más o algún tipo de desparasitación en función del destino. Protégele del calor: las altas temperaturas pueden tener distintos efectos en los cachorros, desde leves, como un nivel menor de actividad, hasta más severos, como deshidratación o incluso un golpe de calor. Por eso siempre tienen que tener a su disposición agua fresca para beber (incluso durante la noche), un rincón a la sombra donde poder refugiarse y nunca dejarlos en espacios cerrados con altas temperaturas, como por ejemplo el coche (ni siquiera con las ventanillas abiertas). También es importante adaptar la rutina de los paseos, evitando salir en las horas centrales y más calurosas del día, llevando agua y buscando siempre la sombra. Si va a la playa no lo tenga todo el día allí, es mejor que se quede en casita en un lugar fresco y con agua a su disposición. Cuida su alimentación: es posible que las altas temperaturas hagan que el cachorro tenga menos apetito pero, en principio, esto puede ser algo normal. Siempre podemos consultar con su veterinario y, al menos que él nos lo indique, no tenemos por qué cambiar su alimentación. Una opción puede ser mezclar o combinar su alimento seco con otro húmedo igualmente equilibrado, que tiene una gran palatabilidad y aumentará además la ingesta de agua. Evita siempre los cambios bruscos en su alimento y, si viajas a un destino vacacional, lo ideal es llevar siempre su alimento habitual y adaptar la ración a la actividad que tendrá la mascota. Vigila su hidratación: siempre deben tener agua fresca a su disposición, ya sea durante el día, la noche o durante los paseos y momentos de juego. Los cachorros son más sensibles a la deshidratación y pueden ser más propensos a «olvidarse de beber», por lo que con ellos hay que estar más vigilantes. La hidratación también es muy importante si pensamos hacer trayectos en coche con ellos durante el verano, pero es mejor evitar dar agua durante las horas previas del viaje para evitar mareos y ofrecer mejor pequeñas cantidades durante las paradas. Adapta sus rutinas: evita los paseos durante las horas de más calor y busca mejor la primera y última hora, dejando las horas centrales únicamente para una salida rápida para hacer sus necesidades. Y siempre buscando la sombra y con agua disponible. También podemos adaptar el nivel de actividad en función del momento del día y del destino en el que estemos durante el verano. Cuida su piel: el pelo tiene una función protectora de la piel y si se rasura en exceso, podemos lograr el efecto contrario al deseado ya que puede sufrir quemaduras solares. Consulta siempre con un experto antes de cortarle el perlo. También podemos mojarlos para refrescarlos, pero es mejor no dejar que esté mojado durante mucho tiempo, ya que la piel puede acabar dañada por el exceso de humedad. Y también debemos cuidar sus almohadillas evitando los paseos en las horas de más calor, ya que podrían quemarse. Cuidado con las visitas a la playa: es importante prestar atención a las corrientes y evitar que beban agua de mar (directamente o al nadar), ya que podría provocar trastornos digestivos o incluso intoxicaciones severas. Después del baño hay que aclararle con agua dulce, ya que la sal del mar puede irritar su piel. Prepara el trayecto en coche: evita un posible malestar de tu mascota en el coche haciendo una adaptación progresiva antes del viaje tanto al coche como al sistema de retención. Puedes hacerlo en trayectos cortos, con cierta frecuencia, para que se pueda ir habituando de forma progresiva y, cuando llegue el momento de realizar un viaje más largo, vaya tranquilo y relajado. – Asegurarse de contar con un buen sistema de retención: elegir un sistema de retención adecuado al peso y tamaño de tu mascota. Existen diferentes sistemas que podrás elegir en función de las necesidades de tu gato o perro como arneses de sujeción de doble anclaje (con un sistema de unión corto y estable), trasportines o separadores del habitáculo. Asegurarse siempre de que son firmes y están bien anclados para evitar desplazamientosEstas fechas -en las que el calor no perdona – es a pesar de ello el momento ideal para disfrutar también de la compañía de nuestro cachorro
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