Kamala Harris no quiere preguntas incómodas: así evita a la prensa

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Kamala Harris no quiere preguntas incómodas: así evita a la prensa

Setenta segundos en la pista de aterrizaje de un aeropuerto. Esa ha sido toda la exposición que ha tenido Kamala Harris a la prensa desde que se convirtió, hace casi tres semanas, en la elegida por Joe Biden para sustituirle como candidata a la presidencia de EE.UU.Harris no ha dado ninguna entrevista ni se ha sometido a preguntas de los periodistas en rueda de prensa. Ese encuentro fugaz con los medios fue este jueves en el aeropuerto de Detroit (Michigan) y la vicepresidenta apenas dijo que sí participará en un debate con Donald Trump el 10 de septiembre . Sobre la posibilidad de una entrevista de verdad, Harris se limitó a decir que concederá una «antes de que acabe el mes». La excusa aparente es la celebración de la Convención del Partido Demócrata, que se celebra entre el 19 y el 22 de agosto en Chicago. La lógica es cuestionable, porque los delegados ya han votado a Harris como nominada, y el cónclave será solo una sucesión de discursos elogiosos para impulsar a la candidata.La realidad es que Harris quiere evitar pinchazos en una campaña que va viento en popa. El relevo de candidatos ha disparado el entusiasmo entre los demócratas sobre una posible victoria en noviembre, después de meses de preocupación sobre la capacidad de Biden de imponerse a Trump. Harris y su candidato a la vicepresidencia, Tim Walz , están llenando recintos deportivos y la campaña rebosa en donaciones y voluntarios.Noticia Relacionada estandar Si J.D. Vance critica a Walz por retirarse del Ejército para no combatir en la guerra de Irak Javier Ansorena | Corresponsal en WashingtonHarris y Walz son todo sonrisas, energía y buen rollo. Su exposición pública está cuidada al detalle: discursos leídos en el ‘teleprompter’, intervenciones a puerta cerrada ante donantes, memes virales, vídeos simpáticos en TikTok, comunicados reposados y decenas de millones de dólares en propaganda. Las preguntas de los reporteros pueden estropear la imagen enérgica y efectiva que ha construido el ejército de asesores y estrategas que rodean a Harris. Pero hay muchas cosas que Harris debe responder, aunque no quiera . Entre otras: ¿cuál será su posición como presidenta sobre Israel y Gaza?, ¿no hubiera sido más conveniente que hubiera ganado su nominación en un proceso de primarias?, ¿cuáles son sus planes sobre reforma migratoria? Errores en el pasadoLa espantada de Harris con los medios cuestiona su compromiso con la prensa independiente y con la salud democrática de exponerse a la opinión pública. Y también hace dudar de la fortaleza de Harris cuando no puede depender de un guion. La vicepresidenta no brilló en los debates de las primarias demócratas de 2016, en las que su campaña a la presidencia se hundió a las primeras de cambio. Ni se ha distinguido por su efectividad en entrevistas. Quizá los demócratas han aprendido la lección de 2020: Biden aprovechó las limitaciones de la pandemia de Covid-19 para hacer una campaña desde el sótano de su mansión en Delaware, sin apenas desgaste ni exposición a la prensa ni a los votantesEs evidente que su equipo no quiere riesgos, pero este también es un flanco por donde atacan los republicanos. « No sabe qué hacer en una rueda de prensa, no tiene suficiente inteligencia », aguijoneó Trump, también el jueves. «No puede dar entrevistas, apenas es competente para ello». Como contraste con Harris, lo dijo en una rueda de prensa de más de una hora, con preguntas de todo tipo.La espantada de Harris con los medios cuestiona su compromiso con la prensa independiente y con la salud democrática de exponerse a la opinión públicaEl candidato republicano sí da entrevistas, aunque en su gran mayoría son en medios amigos, que no le ponen en aprietos. Eso sí, acudió el mes pasado a la conferencia de la Asociación Nacional de Periodistas Negros, donde respondió preguntas difíciles y se metió en un charco -cuestionar si Harris es negra- que ha incomodado incluso a algunos de sus aliados. De nuevo, como contraste, Harris estaba invitada a esa cita y no acudió.El candidato republicano a la vicepresidencia, J.D. Vance, atacó con teatralidad a Harris por esta misma razón. En otra pista de aeropuerto, esta vez en Wisconsin, donde había aterrizado la candidata demócrata, se acercó al Air Force 2 -el avión de la vicepresidenta- con la intención de preguntarle « por qué se niega a responder a preguntas de la prensa ». Después, le afeó que su campaña es de «sótano y ‘teleprompter’».

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