En Jordania , y en buena parte de los países árabes y musulmanes, no se cumple aquella vieja máxima de que «el enemigo de mi enemigo es mi amigo». El reciente ataque de Irán contra Israel , al que el islam está enfrentado por el conflicto palestino, ha vuelto a poner de manifiesto las diferencias y recelos en la siempre explosiva región de Oriente Próximo.Justo en medio de esta encrucijada geográfica, política y religiosa se encuentra Jordania, que ayudó a derribar varios de los más de 300 misiles y drones lanzados por Irán contra Israel en la madrugada del 14 de abril como venganza por el ataque mortal a su consulado en Damasco . La intercepción de dichos proyectiles cuando sobrevolaban el espacio aéreo jordano, que desató en los cielos de Amán una batalla de ráfagas y explosiones que alarmó a sus vecinos, pone al Reino Hachemita de Abdalá II en una difícil situación.Como nación árabe y musulmana, Jordania es una de las principales defensoras de la causa palestina, a la que envía abundante ayuda humanitaria. Entre otros motivos, porque más de tres de sus 12 millones de habitantes tienen origen palestino o son refugiados de las guerras de 1948 y 1967 . Por otro lado, el Reino Hachemita es un aliado de Occidente y depende en gran medida de Estados Unidos, que tiene tropas desplegadas en este país estratégico por sus fronteras terrestres con Israel, Siria , Irak y Arabia Saudí .Noticia Relacionada estandar Si A Shaihan y Maged no les cayó por los pelos uno de los misiles de Irán Pablo M. Díez | Enviado especial a Amán (Jordania) El proyectil, que se precipitó a las puertas de su edificio en Amán, no aplastó por dos minutos a Shaihan ni por milímetros el coche de Mahed. Con el miedo todavía en el cuerpo, ambos nos cuentan aquella noche infernal«Jordania está entre la espada y la pared y tiene dificultades entre dos potencias regionales como Israel e Irán. Por muchas razones, Jordania considera a Irán una amenaza inminente para su seguridad , debido a las declaraciones de sus dirigentes señalándonos como objetivo y al tráfico de personas y drogas en la frontera norte con Siria, del que Amán acusa a Teherán. En cuanto a Israel, se entiende que es una amenaza existencial para Jordania. Puede que no sea tan inminente como la amenaza iraní, pero es un riesgo para la entidad e identidad jordana», analiza para ABC Oraib al Rantawi , director del Centro Al Quds para Estudios Políticos , con sede en Amán.A tenor de este reputado politólogo, que es de origen palestino, «la amenaza es existencial porque Israel, que ha girado a la extrema derecha durante los últimos veinte años, está demoliendo sistemáticamente la solución de los dos Estados y ha priorizado sus intereses sobre Cisjordania, enfocándose en la expansión de los asentamientos de colonos y también en Jerusalén este». Como consecuencia, advierte de que «para Jordania, eso significa que no habrá un Estado palestino viable , lo que supone un peligro porque la emigración de los palestinos es un reto y una seria amenaza».Aunque Jordania es el país más occidentalizado y abierto de la zona, Al Rantawi ve «una gran división entre el Gobierno y la sociedad, que pide más contundencia contra Israel. No creo que la mayoría de los jordanos estén satisfechos con la postura del Ejecutivo. Y, según los sondeos de opinión, el antiamericanismo en esta región está ahora en su pico ».«Jordania obtiene mucho aprecio y apoyo de Occidente pero, hasta ahora, no hemos visto beneficios económicos, como sí ha recibido Egipto» Oraib al Rantawi Directo del Centro Al Quds para Estudios PolíticosEl Gobierno jordano argumenta que no derribó los proyectiles iraníes para defender a Israel, sino para proteger la seguridad del país porque se trataba de una inaceptable violación de su soberanía. «Esa es la explicación oficial, que ha tenido cierto eco en la sociedad. Pero no entre todo el público porque muchos creen que, como este ataque no amenazaba a Jordania, deberíamos haber hecho la vista gorda en lugar de defender a Israel , que es nuestro enemigo», señala el experto.A cambio de situarse al lado de EE.UU. e Israel, Jordania obtiene «mucho aprecio y apoyo de Occidente», pero Al Rantawi matiza que «por desgracia, hasta ahora no hemos visto beneficios económicos, a menos que se esté discutiendo». En este sentido, compara la situación con Egipto , donde su presidente, Al Sisi , «ha obtenido una gran ayuda de la UE y del Fondo Monetario Internacional ». En concreto, se refiere al acuerdo de 7.500 millones de euros firmado en marzo con Bruselas para detener el éxodo migratorio y a la ampliación de un crédito del FMI de 3.000 a 8.000 millones de dólares (de 2.800 a 7.500 millones de euros).Para Al Rantawi, «la postura del Gobierno no es fácil de manejar porque hay mucho odio a Israel por lo que está ocurriendo no solo en Gaza, sino también en Cisjordania. Por eso hay mucha gente a favor del ataque iraní con independencia de sus motivos, ya que es un respaldo a los palestinos».DEL MAYOR CAMPO DE REFUGIADOS PALESTINOS AL LUGAR DEL BAUTISMO DE JESUCRISTO De los 12 millones de habitantes de Jordania, más de tres son de origen palestino o refugiados de las guerras de 1948 y 1967. De los diez campos de refugiados gestionados por la ONU, el mayor es el de Baqa´a (imagen superior), donde viven 130.000 personas hacinadas en 1,4 kilómetros cuadrados. Pero Jordania es también tierra santa para los cristianos porque en el río Jordán, que la separa de Israel (arriba a la izquierda), se halla el lugar del bautismo de Jesús. A la derecha, una protesta contra Estados Unidos e Israel por la guerra en Gaza señala a sus dirigentes, Joe Biden y Benjamin Netanyahu, como «nuevos nazis asesinos de niños» PABLO M. DÍEZAquí surge la división histórica del islam entre los países suníes , como Jordania, y los chiíes , como Irán, una nación persa cuya agenda política en Oriente Próximo choca con otras potencias regionales como Arabia Saudí.Para Mousa al Wahsh , exdiputado de los Hermanos Musulmanes que nos recibe en su oficina junto a la mezquita de Nimr Abu Hassan, en el barrio de Hai Nazzal, «la resistencia palestina no pregunta por los motivos de Irán porque no recibe ayuda militar de ningún país árabe. Más bien al contrario, estos le pidieron que entregara sus armas».Nacido en el seno de una familia palestina que huyó de Belén , afirma que «al no contar con el apoyo de los países suníes de alrededor, Palestina puede aliarse con cualquier otro Estado, no solo con Irán». De todas maneras, puntualiza que «los misiles y drones iraníes contra Israel no eran para defender a Gaza , sino su respuesta al ataque a su consulado en Damasco».Mousa al Wahsh «Al no contar con el apoyo de los países suníes de alrededor, Palestina puede aliarse con cualquier otro Estado, no solo con Irán» Exdiputado de los Hermanos MusulmanesAunque critica que dichos proyectiles pasaran por el espacio aéreo jordano, advierte de que «todo lo que ha sucedido es una humillación para nosotros y algo intencionado para meternos en el conflicto y demostrar al mundo que hay otros países que están defendiendo a Israel ».Pero distingue entre «la postura del Gobierno y el pueblo jordano, que apoya al 100 por ciento a la resistencia en Gaza contra la ocupación israelí». Para Al Wahsh, y para la mayoría de árabes y musulmanes, « el ataque de Hamás del 7 de octubre no es un atentado terrorista porque fue contra instalaciones militares, no contra civiles. Pero había cerca una fiesta (el festival de música Nova) , que tenía previsto acabar entre las dos y las tres de la madrugada y se prolongó hasta las seis de la mañana, coincidiendo con el ataque». Según su relato, «cuando empezaron los tiros, los civiles huyeron. Los soldados israelíes también empezaron a disparar, tanto a quienes iban armados como a los que no. Luego vino un avión militar israelí y abrió fuego contra todos». A pesar de todas las imágenes y testimonios de aquel día, asegura que «Hamás no mató a los civiles y las fotos y vídeos han sido falsificados» .Discurso islamistaHaciendo gala del discurso habitual de los islamistas, culpa de todo a «la influencia de EE.UU. y sus bases militares, ya que apoya la ocupación israelí de Palestina y obliga a los países árabes a normalizar las relaciones diplomáticas. Han convencido a los regímenes árabes de que no pueden seguir gobernando sin su ayuda. Así que no dependen de su pueblo. Por eso no hay una verdadera democracia en ningún país árabe».A pesar de sus palabras, su caso y el del diputado independiente Saleh Armouti demuestran que, con comparación con otros países vecinos, Jordania es una «dictablanda» porque permite una cierta oposición. Pero controlada y con unas elecciones que, según los partidos opositores, están amañadas.Al mando del rey Abdalá II, la seguridad es máxima y se ha reforzado desde la guerra en Gaza con controles por doquier para prevenir el yihadismo. Se calcula que todavía siguen en la cárcel 60 de los 1.500 detenidos en las manifestaciones contra Israel convocadas desde octubre. Con el tiempo, el Gobierno ha pasado de verlas con simpatía a vigilarlas muy de cerca para que no amenacen a la estabilidad del país, lo que explicaría la escasa asistencia a las protestas que este corresponsal ha visto durante las dos últimas semanas .«En Jordania hay más libertad que en otros estados árabes y no es un régimen sanguinario», observa el diputado Armouti, abogado que ha defendido a numerosos disidentes y también es de origen palestino.«Tienen miedo»«Aunque no estamos de acuerdo con la política de Irán porque amenaza a los países de Oriente Medio, apoyamos el ataque a Israel porque es nuestro enemigo y la causa de todo este desorden», manifiesta Armouti. A su juicio, « el problema es que falta unidad entre los países árabes para oponerse a EE.UU. e Israel y por eso se extiende el proyecto de Irán».«Aunque no estamos de acuerdo con la política de Irán porque amenaza a los países de Oriente Medio, apoyamos el ataque a Israel porque es nuestro enemigo y la causa de todo este desorden» Saleh Armouti Diputado de la oposiciónAunque reconoce que «la falta de democracia y libertad de los países árabes es peor aún en Irán», critica que «el Gobierno jordano y otros de la región tienen miedo a que triunfe un proyecto islámico». Recogiendo el sentir del mundo musulmán, también cree que « los ataques del 7 de octubre no son un atentado terrorista y los vídeos han sido manipulados porque el islam no permite esas salvajadas, pero ellos (Occidente) dominan toda la información en el mundo y hay una propaganda sucia contra Hamás ».En este sentido, define a Hamás como «un partido democrático que ha aglutinado al pueblo y, cuando ganó, fue la única vez que hubo democracia en Palestina. Si hubiera elecciones, volvería a triunfar». De igual modo, rechaza las críticas a sus violaciones de los derechos humanos y «asegura que hay mujeres líderes y guerrilleras de Hamás » y que « ojalá la mujer de Occidente viviera como las de Gaza porque el islam respeta mucho a la mujer». Como ejemplo, además muy revelador, pone que «las prisioneras israelíes de Hamás están protegidas por mujeres, no por hombres, para respetarlas». En el barrio de Marj al Hamam , donde cayó uno de los misiles interceptados, la opinión mayoritaria la resume Mahmoud, un joven cuyo negro bigote realza sus blanquísimos dientes, a las puertas de una carnicería donde cuelgan los costillares de corderos y terneras: «Cuando la gente se enteró de que era un ataque de Irán contra Israel, empezó a cantar para celebrarlo». Sin ocultar su odio a los judíos, sacude los brazos hacia fuera y exclama que «Jordania debería haber dejado pasar los misiles iraníes contra Israel» .
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